Más que ciencia ficción, es un milagro tras otro milagro. Demasiado predecible todo, de principio a fin de cada capítulo. Lo peor de todo: la patética interpretación de Blanca Suárez y su papel de Ainoa. Cuando tiene que llorar, parece que está riendo. Cuando tiene que reír, es tan falsa y poco natural. A la serie le hubiera puesto un 4 o un 5, si no fuera porque es insoportable aguantar los ires y venires de esta mujer, que rompen continuamente 5 veces en cada capítulo el ritmo, la intriga, la acción. Y 5 veces por capítulo repitiendo erre que erre su patético melodrama con sus amores y desamores en plan culebrón sudamericano pasteloso. Repetitiva, pesada, tóxica. Que se te cierran los ojos y te dan ganas de abandonar la serie por este personaje absurdo.