Una auténtica decepción, más aún de una plataforma que distribuyó la gran maravilla de Six Dreams, esto es todo lo contrario, la serie muestra muchas escenas faltas de realidad y de sinceridad, conversaciones impostadas, imágenes sesgadas para mayor gloria del protagonista y sus familiares, aburrimiento por doquier durante los a priori cortos 25 minutos por capítulos que se llegan a convertir en interminables, una pena, porque había medios para haber hecho un producto mucho menos malo.

Esta segunda temporada del documental de Sergio Ramos, que aunque le cambien el nombre, sigue siendo lo mismo, resulta tremendamente vergonzosa, parece más un publi reportaje que un documental, y solo aparecen Sergio Ramos y su mujer lanzándose piropos y gente cercana a Ramos que hablan de manera tremendamente complaciente hacia el.
Muestra su lujoso tren de vida y se pasa la serie diciendo que el dinero no es lo importante.
Sinceramente, no merece la pena verla y no entiendo como Amazon se presta a esto.

Bastante decepcionante el documental, que únicamente se basa en un egocentrismo superlativo. Todos estamos de acuerdo en que Dabiz Muñoz y Diverxo son de los mejores chefs y restaurantes del mundo, pero dedicar un documental de 5 capítulos de casi una hora a contar el tormento que te da el éxito y a decir una y otra vez en cada capitulo que si cierras o no el restaurante, porque serías incapaz de vivir atormentado con el abierto, es soporífero.
Y Tanto su mujer como su entorno se dedican a exactamente a lo mismo los 5 capítulos, haciendo ver al espectador casi que la paz mundial depende de esa decisión, acabas viendo algo que llega a ser surrealista. Además de egocéntrico hasta términos insospechados, para más inri, el documental termina sin contarte el final, cuando se estrena ahora, y el final lo sabe todo el mundo desde hace meses porque el mismo lo ha contado en televisión.

En definitiva, si hubiera sabido desde antes, como iba a ir el documental, me habría ahorrado verlo.

Era de esperar que esta secuela fuese a decepcionar, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que asociamos esta película a la cultura de los 80. Y aunque hasta cierto punto es divertido ver los míticos personajes de la película original, por otro lado se carga la magia que tuvo en su momento. Intenta actualizarse para ser menos machista y más actual respecto a temas sociales y a las mujeres, pero no lo consigue demasiado. Tampoco tiene ese humor desternillante de la película original.
Una buena señal para que los que solemos pedir remakes o secuelas de series y películas de los 80 o los 90 dejemos de hacerlo, porque al final es mejor guardar un buen recuerdo. Yo por mi parte cuando me apetezca no veré esta, sino la original, el príncipe de zamunda, que es la que verdaderamente me saca una sonrisa.

Gratamente sorprendido, más aún porque me esperaba lo peor, pero esta serie está bastante bien si la comparamos con cualquier otra serie o película de superheroes hecha en España.
Tampoco es la octava maravilla del mundo, pero su estilo desenfadado, con un humor suave y sus gotitas de temas actuales, además de la corta duración de sus capítulos, hacen que te agrade verla y pases un buen rato.
Mención especial a las interpretaciones, se han gastado la pasta en el elenco y han dado en el clavo, sobre todo con la pareja protagonista, pero también con el resto. Una buena forma de pasar el rato, esperemos que Netflix siga en esta línea en futuras series.