El gran Clint fue capaz de tocarnos la fibra sensible a los que ya le admirábamos como duro durísimo. Es difícil imaginarse cómo una película con un punto de partida que podría parecer en principio poco emocionante, es capaz de conmoverte como sólo las clásicas historias de amor que el séptimo arte nos brindó pudieron hacerlo. Absolutamente arrebatadora. Gracias Clint por existir y por tu hoy en día, talento inimitable.

La llegada de esta película fue como un rayo de luz, una "luciérnaga" en la oscura noche del panorama cinematográfico de los últimos años. Después de verla, tendrás que controlarte para no coger una maleta e irte por ahí a hacer el bien. La narración en off, la banda sonora y el maravilloso guión te harán mirar el mundo de otra manera cuando termines de verla. Dale al play y disfruta.

El gran Willis nunca debió pasarse a salvar el mundo porque le viene largo. Los que le recordamos como un gran héroe en edificios y aeropuertos asaltados por terroristas, o como el último boy scout no se lo podremos perdonar. ¿Qué fue de tu mítica camisa de tirantes blanca que podíamos ver como se iba oscureciendo conforme avanzaba la peli para finalmente ser capaz de andar sola? El traje de astronauta te queda grande querido Bruce, por favor ¡vuelve a la jungla!.

Maravillosa película que a través de los años se ha convertido en todo un clásico del género. La atmósfera asfixiante creada por Scott, el gran guión y las dos interpretaciones masculinas acompañados por una banda sonora que pone los pelos de punta hacen de esta película, algo imprescindible en la colección de cualquier cinéfilo.

Una historia real para una película de guerra que es todo un alegato antibelicista. Sobresaliente.