Ok, voy de lleno a la crítica con spoiler.

Las dos primeras temporadas, buenas.

La primera es creíble, divertida, trepidante, en parte porque el guión hace funcionar muy bien a los superpoderes y los personajes en conjunto con el crimen y las situaciones surrealistas que se balancean entre la comedia, la intriga y el drama. Pero esta serie no es para asustarse ni sentirse triste por el pobre chico o la pobre chica, es para reírse y mirar la vida desde el espejo de la irreverencia y la posibilidad latente de que hasta los normales pueden ser divertidos.

El personaje de Nathan es , de lejos, el alma de la trama porque es un tío tan escatológico, bromista y creído, un tío tan raro en todo lo que puede llegar a atreverse a hacer sin dejar de perder el encanto. Esa escena, Dios, el tío se caga la cama de la futura novia de Curtis y todos pensamos, ala, qué divertido: su "Save me, Barry", cuando está a punto de morir por primera vez y ni siquiera es capaz de acertar con el nombre de Simon ¿Se puede ser más personaje para el recuerdo?


Pero entonces ...

1 y 2da temporada, super poderes y personajes carismáticos.

3. Temporada.

Sin explicación, o al menos yo no he conseguido una plausible, el personaje de Nathan, el que centra a todos los demás, el payaso y con el que te ríes y por el que ves en un 60 % la serie, la abandona. Y entonces tú, que tenías unas semanas ya viendo MIsfits y crees que el tío va a seguir, como es lo lógico porque quieres seguirte riendo, te das cuenta que no, que no va a estar y te quedas un poco como cuando te deja un novio teniendo los pasajes para Tailandia comprados para irte de vacaciones con él.

Un drama para los fans.

Y por si las cosas o los males no fuesen pocos ocurre que en vez de poner un adiós plausible al personaje le ponen un sustituto que no es Nathan, pero es su imitación made in China ( perdonadme los chinos que imitan todo exactamente igual...)

Rudi.

¿Quién es Rudi? Rudi es un tío que sale de la nada y que es payaso y grosero a más no poder pero no tiene el encanto de Nathan. Es una pena porque creo que aquí sí que debieron haber apostado por un músculos con una pizca de carisma. Pero es que ni eso, Rudi no tiene gracia, no es guapo, no le queda bien el traje de servicios comunitarios y su poder es desdoblarse en otro, aja, ¿y?

Aparte de esto, todos pierden sus poderes y estos son sustituidos por otros sosos por demás.

La tercera temporada después de Scheehan (Nathan) es un barco infumable que podría tener algún que otro momento interesante, y tengo que aceptar que me encanta el papel del 3er cuidador del centro social, pero es que cuando una serie se centra en los personajes y sobre todo en uno que es una construcción absolutamente genial y que se va, entonces la serie queda herida de muerte y solo dejamos que se desangre durante la tercera, cuarta (aquí ya no queda nadie más del casting inicial, excepto Cutis), quinta temporada.


La tercera y siguientes son...¿cómo explicarlo? son como leer "La conjura de los necios" sin Ignatius Reilly, o, me pregunto yo, ¿Valdría la pena leer el Quijote sin el Quijote?

No es lo mismo en Juego de Tronos donde matan personajes a diestra y siniestra pero hay tantos otros personajes carismáticos, tantas otras tramas, luchas y batallas que se te termina olvidando.

Misfits es solo la primera y la segunda temporada.
El resto es un espejo de Misfits que debería llamarse "Algo que quiso seguir siendo Misfits".