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Mediometraje

6.7
118
5
3 de diciembre de 2021
3 de diciembre de 2021
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una conferencia sobre el genio susurrante Juan Rulfo, capté la mención de una película: 'La fórmula secreta' alias 'Coca-cola en la sangre'. Se decía que ésta contenía un texto original de Rulfo leído por el poeta Jaime Sabines.
Investigué y me topé con que era un mediometraje considerado "El Perro Andaluz mexicano". A mí los surrealismos y experimentos me la traen floja, pero me lancé al visionado.
Como esperaba, me perdí y aburrí en el laberinto de metáforas visuales. La que más me gustó fue la serpiente de perritos calientes invasora.
Cierro con el texto de Rulfo:
"Ustedes dirán que es pura necedad la mía,
que es un desatino lamentarse de la suerte,
y cuantimás de esta tierra pasmada
donde nos olvidó el destino.
La verdad es que cuesta trabajo aclimatarse al hambre.
Y aunque digan que el hambre
repartida entre muchos
toca a menos,
lo único cierto es que todos
aquí
estamos a medio morir
y no tenemos ni siquiera
donde caernos muertos.
Según parece
ya nos viene de a derecho la de malas.
Nada de que hay que echarle nudo ciego a este asunto.
Nada de eso.
Desde que el mundo es mundo
hemos andado con el ombligo pegado al espinazo
y agarrándonos del viento con las uñas.
Se nos regatea hasta la sombra,
y a pesar de todo así seguimos:
medio aturdidos por el maldecido sol
que nos cunde a diario a despedazos,
siempre con la misma jeringa,
como si quisiera revivir más el rescoldo.
Aunque bien sabemos
que ni ardiendo en las brasas
se nos prenderá la suerte.
Pero somos porfiados.
Tal vez esto tenga compostura.
El mundo está inundado de gente como nosotros,
de mucha gente como nosotros.
Y alguien tiene que oírnos,
alguien y algunos más,
aunque les revienten o reboten nuestros gritos.
No es que seamos alzados,
ni es que le estemos pidiendo limosnas a la luna.
Ni está en nuestro camino buscar de prisa la covacha,
o arrancar pa'l monte
cada vez que nos cuchilean los perros.
Alguien tendrá que oírnos.
Cuando dejemos de gruñir como avispas en enjambre,
o nos volvamos cola de remolino,
o cuando terminemos por escurrirnos sobre la tierra
como un relámpago de muertos,
entonces
tal vez llegue a todos el remedio.
Cola de relámpago,
remolino de muertos.
Con el vuelo que llevan,
poco les durará el esfuerzo.
Tal vez acaben deshechos en espuma
o se los trague este aire lleno de cenizas.
Y hasta pueden perderse
yendo a tientas
entre la revuelta oscuridad.
Al fin y al cabo ya son puro escombro.
El alma se ha de haber partido
de tanto darle potreones a la vida.
Puede que se acalambren
entre las hebras heladas de la noche.
O el miedo los liquide
borrándoles hasta el resuello.
San Mateo amaneció desde ayer con la cara ensombrecida.
Ruega por nosotros.
Ánimas benditas del purgatorio.
Ruega por nosotros.
Tan alta que está la noche y ni con qué velarlos.
Ruega por nosotros.
Santo Dios, Santo Inmortal.
Ruega por nosotros.
Ya están todos pachiches de tanto que el sol les ha sorbido el jugo.
Ruega por nosotros.
Santo san Antoñito.
Ruega por nosotros.
Atajo de malvados, retahila de vagos.
Ruega por nosotros.
Cáfila de bandidos.
Ruega por nosotros.
Al menos éstos ya no vivirán calados por el hambre".
Investigué y me topé con que era un mediometraje considerado "El Perro Andaluz mexicano". A mí los surrealismos y experimentos me la traen floja, pero me lancé al visionado.
Como esperaba, me perdí y aburrí en el laberinto de metáforas visuales. La que más me gustó fue la serpiente de perritos calientes invasora.
Cierro con el texto de Rulfo:
"Ustedes dirán que es pura necedad la mía,
que es un desatino lamentarse de la suerte,
y cuantimás de esta tierra pasmada
donde nos olvidó el destino.
La verdad es que cuesta trabajo aclimatarse al hambre.
Y aunque digan que el hambre
repartida entre muchos
toca a menos,
lo único cierto es que todos
aquí
estamos a medio morir
y no tenemos ni siquiera
donde caernos muertos.
Según parece
ya nos viene de a derecho la de malas.
Nada de que hay que echarle nudo ciego a este asunto.
Nada de eso.
Desde que el mundo es mundo
hemos andado con el ombligo pegado al espinazo
y agarrándonos del viento con las uñas.
Se nos regatea hasta la sombra,
y a pesar de todo así seguimos:
medio aturdidos por el maldecido sol
que nos cunde a diario a despedazos,
siempre con la misma jeringa,
como si quisiera revivir más el rescoldo.
Aunque bien sabemos
que ni ardiendo en las brasas
se nos prenderá la suerte.
Pero somos porfiados.
Tal vez esto tenga compostura.
El mundo está inundado de gente como nosotros,
de mucha gente como nosotros.
Y alguien tiene que oírnos,
alguien y algunos más,
aunque les revienten o reboten nuestros gritos.
No es que seamos alzados,
ni es que le estemos pidiendo limosnas a la luna.
Ni está en nuestro camino buscar de prisa la covacha,
o arrancar pa'l monte
cada vez que nos cuchilean los perros.
Alguien tendrá que oírnos.
Cuando dejemos de gruñir como avispas en enjambre,
o nos volvamos cola de remolino,
o cuando terminemos por escurrirnos sobre la tierra
como un relámpago de muertos,
entonces
tal vez llegue a todos el remedio.
Cola de relámpago,
remolino de muertos.
Con el vuelo que llevan,
poco les durará el esfuerzo.
Tal vez acaben deshechos en espuma
o se los trague este aire lleno de cenizas.
Y hasta pueden perderse
yendo a tientas
entre la revuelta oscuridad.
Al fin y al cabo ya son puro escombro.
El alma se ha de haber partido
de tanto darle potreones a la vida.
Puede que se acalambren
entre las hebras heladas de la noche.
O el miedo los liquide
borrándoles hasta el resuello.
San Mateo amaneció desde ayer con la cara ensombrecida.
Ruega por nosotros.
Ánimas benditas del purgatorio.
Ruega por nosotros.
Tan alta que está la noche y ni con qué velarlos.
Ruega por nosotros.
Santo Dios, Santo Inmortal.
Ruega por nosotros.
Ya están todos pachiches de tanto que el sol les ha sorbido el jugo.
Ruega por nosotros.
Santo san Antoñito.
Ruega por nosotros.
Atajo de malvados, retahila de vagos.
Ruega por nosotros.
Cáfila de bandidos.
Ruega por nosotros.
Al menos éstos ya no vivirán calados por el hambre".

6.8
127
3
15 de agosto de 2019
15 de agosto de 2019
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia sobre los delincuentes más tontos que se han visto en pantalla. Los policías tampoco van cortos de idiocia. Luz del día, testigos, cámaras o antecedentes no cuentan demasiado ni para unos, ni para otros. Todo sea para poder seguir sacando robos de coches y hostias del brazo de la ley durante hora y media.
La película es un amasijo de hechos que se suceden a trompicones, narrados muy de vez en cuando por la voz en off del protagonista filosofando con profundidad de Coelho. La transición entre escenas es de Power Point. Las situaciones, sobre todo las que se dan cuando los jóvenes están jangueando en el barrio, rezuman una incómoda falta de naturalidad.
Spike Lee decía que al novato Mekhi Phifer en 'Clockers' la cámara le ama. Pues al novato Sharron Corley en 'New Jersey Drive' le odia. La única manera de ver a alguien con menos sangre que este tipo es ponerse una entrevista a Andrés Iniesta. Los dos personajes que más emociones provocan al espectador son el repugnante policía y el aborrecible cabecilla ladrón.
Podría pensarse que tanto aspecto negativo será tapado por unos buenos trompos y persecuciones, total, es una película de coches. Pero qué va. Los coches lucen poco y las persecuciones son de chiste, me imagino que debido a un presupuesto corto.
La rapera banda sonora tiene unos cuantos nombres ilustres, entre ellos Redman, que juega en casa, y Heavy D, que además hace un fugaz papel.
Conclusión: floja película urbana que no ha complacido ni al amante del Hip Hop que escribe esta crítica.
La película es un amasijo de hechos que se suceden a trompicones, narrados muy de vez en cuando por la voz en off del protagonista filosofando con profundidad de Coelho. La transición entre escenas es de Power Point. Las situaciones, sobre todo las que se dan cuando los jóvenes están jangueando en el barrio, rezuman una incómoda falta de naturalidad.
Spike Lee decía que al novato Mekhi Phifer en 'Clockers' la cámara le ama. Pues al novato Sharron Corley en 'New Jersey Drive' le odia. La única manera de ver a alguien con menos sangre que este tipo es ponerse una entrevista a Andrés Iniesta. Los dos personajes que más emociones provocan al espectador son el repugnante policía y el aborrecible cabecilla ladrón.
Podría pensarse que tanto aspecto negativo será tapado por unos buenos trompos y persecuciones, total, es una película de coches. Pero qué va. Los coches lucen poco y las persecuciones son de chiste, me imagino que debido a un presupuesto corto.
La rapera banda sonora tiene unos cuantos nombres ilustres, entre ellos Redman, que juega en casa, y Heavy D, que además hace un fugaz papel.
Conclusión: floja película urbana que no ha complacido ni al amante del Hip Hop que escribe esta crítica.
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