Nada. Que no hay manera. No hay forma de aproximarse al cine americano sin que te metan a calzador la moralina de la familia. El mundo se derrumba, el ser humano se extingue, pero la familia prevalece frente a cualquier adversidad, aunque ésta sea la destrucción total. Desde la primera escena de padre pasota divorciado se trazan las líneas de un guión que te sabes de memoria.

Si quitamos los efectos especiales a esta cinta, la pomposidad de la fanfarria más exagerada y una catarata interminable de escenas apabullantes, ¿qué nos queda? Una vez más una historia nimia con poca garra y totalmente descolorida en la que el mensaje, como siempre lacrimógeno, como debe de ser, que quiere transmitir es el de la familia unida por encima de todo. El super papá que está dispuesto a las hazañas más increíbles con tal de salvar a sus hijos resulta ya algo cansino. Escenas imposibles de un héroe anónimo puestas en la pantalla para arrancar el aplauso facilón de las familias (unidas, claro) que abarrotarán la palomitera sala.

Me reitero, y después de esto, ¿qué? A nadie le sorprenderá que lo más destacado sean dos cosas: una vez más la incesante paranoia de Emmerich de seguir destruyendo Washington y ese eterno placer que debe sentir cada vez que la casa blanca salta por los aires, y ese intento repetitivo del director de escupirte a la cara en cada escena "a ver quién la tiene más larga" en un tour de force que ya se hace insípido. Lleva décadas rodando la misma película: "Independence day", "Godzilla", "El día de mañana"... No hace falta que siga, ¿verdad?

Pienso que hoy en día se toma demasiado a la ligera el término "obra maestra" aplicado a películas que no pasan de correctas. Este podría ser el caso de la película que nos ocupa. He leído ya bastantes críticas sobre la cinta y de gente especializada y la mayoría la tildan de obra maestra y le ofrecen notas estratosféricas. Quizás uno sea un poco palurdo y no vea más allá de sus narices, pero después de un visionado concienzudo de esta "Shutter Island" la primera impresión que pasa por la cabeza es la de considerarla de lo más ramplona posible en un "tour de force" del género de thriller, que, por lo que se ve, sigue igual de capa caída que de costumbre, y de considerar que te han dado gato por liebre.

Si lo mejor que se puede decir es que todos los posibles fallos del film han estado buscados adrede por el director, como ha argumentado algún que otro usuario de esta página, para salvar la imagen de Scorsese, apaga y vámonos.

Argumentan angustia y desasogiego, cuando la película en ningún momento sabe crear esta atmósfera con el buen material que tenía. Se habla de giros de guión, cuando desde la primera escena sa sabe el desenlace de la película. Se ha dicho que las escena oníricas se asemejan a David Lynch, cuando lo único que hacen es por sobreabundancia lastrar el conjunto y retardar el fluir de la historia. Se habla de thriller psicológico, cuando la escena del panteón en el cementerio es lo más antithriller que se puede ver en el cine. Se habla de genial interpretación de Di Caprio, cuando demuestra poca versatilidad al tener la misma cara de enfado en toda la película. Se podría seguir indefinidamente.

Si se quiere es thriller correcto, quizás por encima de la media, pero no es una obra maestra. Scorsese se deja llevar por la historia en un interés desmedido por contarla y olvida los pequeños detalles o grandes para transmitir lo que precisamente desea contar: angustia, paranoia y locura. Y mira que ha tenido tiempo, dos horas y media.

¿Qué se puede esperar de una película interpretada por "La Roca" Johnson? Pues precisamente esto que nos ocupa. Un producto pretendidamente de acción donde se cuenta una historia ramplona de venganza (¡qué novedad en el cine americano!) sin ninguna chispa e insípida hasta la desesperación.

Por lo menos, hace unos años Dwayne Johson nos regalaba algunos productos malos a rabiar, tipo "Tesoro del Amazonas", pero con una acción tan estúpida y al límite que no se podían tomar en serio y te hacían recrearte una complacencia justificada y quzás, ¿por qué no?, pasar un rato divertido. Se ve que esa etapa ha pasado y Johson, igual que otros héroes de acción, ha caído en el tedio y se ha tomado en serio lo de ser actor. Orquesta ahora una especie de tragedia griega con la cara de roca, no podía ser de otra manera, ajena a cualquier expresión, paseándose por la pantalla como un fantasma sin rumbo y haciendo sufrir al espectador.

El director, evidentemente, no tiene ni idea de lo que es un film de acción, y si en las escenas de acción falla, cuando quiere ponerse trascendente convierte los pocos diálogos de la película en algo tan soporífero que lo único que resta es olvidarse de todo en un plácido sueño. No hay nada más que echarle un vistazo a la escena donde el protagonista dialoga con su madre. Patético.

Si quieren un consejo, olvídense de esto. No hay guión, actores malos y personajes sin sentido (no hay nada más que ver el personaje del asesino a sueldo), escenas mal rodadas, etc. Mejor aprovechar el tiempo en otra cosa. Bueno, está Billy Bob Thornton, pero como si no estuviera.

Los americanos se creen que cualquier tema de su reciente historia puede interesar al resto del planeta. Habrá gente que lo crea y piense de esa manera pero yo no me dejo engatusar. Ejemplos de cine que cuenta historias que les interesa a muy poca gente hay cientos. Están deseando que ocurra la más mínima nimiedad en cualquier remoto lugar de su país o personaje que no lo conozca nadie pero que en algún sitio realizó una hazañita insignificante para su reducida comunidad para que el celuloide se cubra de gloria y los productores consideren que el dinero les va a llover a raudales.

Con esto no quiero decir que la integración en el mercado laboral de las mujeres sea un tema baladí, o que la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres sea algo menor, ahora bien, presentarnos el panorama de unas mujeres que lucharon por integrarse en un trabajo propio de hombres en las minas del norte del país en una determinada época puede pasar por alto para mucha gente y crearles indiferencia. Estas mujeres sufrieron vejaciones de todo tipo, queda muy patente en la película, y fueron poco a poco abriéndose paso en un camino difícil y tortuoso. Conocemos la historia y desde el primer fotograma sabemos también cómo acabará la historia.

Cuando la película está rodada con desgana, carece de la épica necesaria que daría en sí la historia, los actores se desaprovechan y se diluye de tal forma su intención que la película termina sin provocar al espectador la más mínima emoción, se hace todo muy cuesta arriba. ¡Qué mal esbozado el personaje de Woody Harrelson!, ¡qué desaprovechada Frances McDormand! Es una lástima

Podían haber hecho algo importante y aunque el tema fuera de poco interés, haberle sacado algo de jugo. Quizás donde la película acierta más es en ofrecernos un ambiente enrarecido dentro del núcleo familiar, pero se explora poco y se hace hincapié en otras cosas.

La película la vi en un cine de verano, así que tampoco puedo decir gran cosa porque a veces estaba pendiente más de otros asuntos que de la propia película. Alguno pensará que los cines de verano no son el sitio idóneo para ver cine, bueno, quizás me salvó del aburrimiento precisamente eso. Se la ha comparado con "Días de fútbol" y "Al otro lado de la cama", ni una ni otra me parecieron grandes películas, ni comedias tan afinadas sino cintas más bien cutres, rodadas con desgana y sin apenas medios. Los números musicales de "Al otro lado de la cama" sacan los colores a cualquiera. Ésta está en la misma línea. El témino ideal para calificarla sería la medianía. Por cierto, el papel de Ferando Tejero muy forzado, queriendo hacer gracia sin tenerla. Y Alberto San Juan debería de hacer otro papel ya alguna vez, se repite constantemente. Los tópicos rayan la estulticia más absoluta: la tonadillera con acento andaluz e infancia traumática, el censor ridículo muy, muy franquista para provocar el chiste, etc. El cine español, decididamente, no levanta cabeza.