Hay que darle una oportunidad a esta curiosidad llamada "Danny Collins", no porque sea una gran película (que no lo es), tampoco porque cuenta una buena historia (la cursileria le puede). Algunos puede que crean que el motivo para ver "Danny Collins" es que Pacino ofrece una de sus mejores interpretaciones en los últimos años, pero tampoco: Pacino, como De Niro, hace tiempo que se limita a interpretarse a si mismo y extender la mano para recibir el cheque. El motivo por el que hay que ver esta rareza es porque, a pesar de todos sus fallos, tiene momentos irresistibles y además hay un grupo de actores en estado de gracia (Annette Bening, Jennifer Garner, Bobby Cannavale, o Christopher Plummer), solo por eso merece verse, creedme. Tiene algo, no se que es pero tiene algo que te engancha. La historia de este icono de la música que ha acabado con un único éxito para abuelitas, tiene algunos momentos realmente conseguidos, sobre todo en lo concerniente al éxito y la edad, el como Danny afronta unos acontecimientos, puede que este resuelto de manera tópica pero funciona de maravilla gracias a Al Pacino y a esa parodia de si mismo que aquí funciona mejor que bien (como sucedía en "La sombra del actor"). Quizás sea eso lo que engancha de esta película, el "one man show" de Pacino. "Danny Collins" es una película entretenida, destinada a un publico maduro y que funciona mejor cuanto menos la analizas. Y sobre todo porque incluso Al Pacino haciendo de Al Pacino (incluso parodiandose a si mismo( es un perfecto motivo para ver cualquier película.

Comienza como un thriller, sigue como una película romántica y pronto gira hacia el documento histórico. La parte romántica no interesa demasiado y aunque aporta una dimensión al relato, entorpece el hilo argumental principal, parece un añadido innecesario que no interesa ni a su director. Puede que sin esa parte el conjunto acabase siendo demasiado denso, demasiado “masculino” y lo hubiese alejado de un público más amplio, tampoco importa demasiado, cada director tiene el derecho de escoger los elementos que mejor cree que funcionan en la película y no siempre son del agrado de todos los espectadores. El arranque de “”Emperor” es más que correcto y la resolución es perfecta. Como película histórica funciona como un reloj perfectamente engrasado (gracias en gran parte a Tommy Lee Jones y a los secundarios japoneses), como thriller comienza bien, engancha al espectador y lo prepara para el final. No hay mucho calado pero funciona. “Emperor” es un correcto drama romántico/histórico diferente a lo que estamos acostumbrados a ver pues huye de tópicos aunque se instala demasiado en la comodidad del relato. Buena película, sin duda, se nota el oficio del artesano Peter Webber. Lástima que la trama romántica sea tan débil como Matthew Fox actuando.

Cuando una filmografía, sea del país que sea, se dedica a copiar al mainstream, entonces corre varios riesgos: desde perder su esencia a caer en el más absoluto de los ridículos. Países como Francia, Alemania, Suecia o Reino Unido, se han especializado en un tipo de cine que funciona sin perder la esencia de lo que es su país, evitando copiar el cine norteamericano porque son conscientes de que no todo el mundo busca el mainstream yankee.

En muchas ocasiones, el cine ruso ha intentado adentrarse en lo descaradamente comercial, copiando al cine de su eterno enemigo, los USA. Y muchas veces les funciona porque, además de buenos cineastas, tienen recursos económicos para hacerlo. "Sputnik" es una muestra de un cine ruso que busca al espectador global. Ese espectador acostumbrado a una narrativa y formas de hacer del cine norteamericano. Curiosamente, en "Sputnik" todo funciona bien, tiene detalles propios del cine ruso (lo político, la denuncia, el heroísmo), tiene cosas propias del cine norteamericano (la acción, la forma de estar rodada, el propósito) y este extraño binomio acaba convirtiendo a este perro de dos cabezas en un producto de lo más disfrutable. Tiene ritmo, tiene acción, tiene sangre, tiene sustos, tiene todo cuanto un espectador ávido de aliens, espera. Además de original, la historia está ambientada en un espacio que nos es común con una manera de ser que no es común. Ese bunker militar es el mismo de todas las películas del género, pero la manera en que interactúan los mandos y los protagonistas, es propio del cine ruso. Y lo que podría ser, nuevamente, un inconveniente, acaba siendo una virtud.

"Sputnik" es una película entretenida y original a la que hay que darle una oportunidad, aunque su procedencia y sus maneras nos puedan echar atrás.

Nuevo slasher/homenaje en la linea de ese cine de terror pretendidamente inteligente que opta por agarrar el genero con ambas manos y darle la vuelta para ofrecer lo mismo (con un toque de nostalgia) pero que parezca completamente nuevo. Este "Las últimas supervivientes" (errada traducción del titulo original) es el mejor ejemplo y -ademas- es una sorprendentemente buena película más allá del genero en el que está enmarcada. Comienza como algo parodico (plantea el slasher como algo definitivamente estúpido) pero a los escasos 15 minutos da un giro de tuerca y emprende un ejercicio de metalenguaje cinematográfico realmente divertido. Como un cruce entre "La Rosa Purpura del Cairo" y "Viernes 13". Puro homenaje al mejor slasher de los 80s donde la parodia/homenaje dentro del homenaje/parodia (o el cine dentro del cine) nos lleva a saborear la película con mucha mas simpatía y dispuestos a permitir que nos guste. Y nos gusta. La película está llena de detalles (en el apartado visual o narrativo), varias lecturas (que solo puede entender un cinefilo empedernido) y una evidente intención de entretener por encima de todo. No lo negaré, para mí ha resultado una película deliciosa, no sólo porque soy un fanático del género de terror que cuenta la película (los slasher de los 80s) sino porque además esta (muy) bien escrita, repleta de divertidos detalles y magníficamente interpretada. Toda una sorpresa que te hace imaginar que aun queda espacio en el genero de terror (u otros géneros) para nuevas vueltas de tuerca.

“Black Museum” es el guiño “Black Mirror” (o lo que es lo mismo, Charlie Brooker) a ese tipo de historias “narradas” típicas de “La dimensión desconocida” (o, mejor dicho, narradas por el guardián de la cripta de “Historias de la Cripta”). Tiene todo lo que se espera de un capítulo de “Black Mirror”: inquietante y con pequeños regalos para el espectador (en forma de sexo y sangre). Un relato de horror clásico (demasiado clásico incluso, podría haberlo firmado el propio Lovecraft) que funciona porque no se complica la vida, va a lo seguro (cargando las tintas más de lo necesario… es efectista, sí) y acaba resultando un juguete morbosamente divertido. Aquí la moraleja se diluye en el divertimento, pero es un capítulo que mantiene al espectador enganchado a su televisor. No es el mejor guion de Charlie Brooker pero funciona razonablemente bien, a pesar de ese inesperado giro en el último tramo que parece desconectado del resto. Aviso a navegantes: es el capitulo mas decididamente gore de la temporada y en su primera parte tiene algunas escenas… digamos que no aptas para todos los estómagos, aunque necesarias para ese “terror” que pretende transmitir. Al fin y al cabo, es una historia sobre las adicciones… ¿o no? De acuerdo, no es el mejor capítulo de la serie, pero a mi me ha gustado esa falsa acumulación de sorpresa (fácil) tras sorpresa (fácil) Ojalá la serie tuviese a partir de ahora un capitulo así y siempre.