Prometheus fué una película mayoritariamente incomprendida por el gran público. Literalmente incomprendida, en casi todas las críticas que machacan Prometheus puedo constatar detalles que no han entendido de la película (no la explicaré aquí, hay abundantes posts en internet). Ése sin duda fué uno de sus mayores problemas, Prometheus no hablaba con claridad, insinuaba, conjeturaba, eso no gustó. Cualquiera con un poco de interés en la ciencia sabe que está plagada de conjeturas, sobre todo cuando nos metemos en terrenos relativamente poco explorados como la astrofísica o la genética. El misterio además encaja perfectamente cuando aspiras a hacer una saga películas, ¿por qué revelar todo en la primera?. Sin embargo nada de eso valía para Prometheus, según el público debería haber explicado hasta el último detalle, y alto y claro.

Además de eso las masas llevaban 15 años esperando para ver un xenomorfo despedazando a otra cuadrilla de incautos... y no ocurrió. El choque entre las expectativas del público y lo que ofrecía la película fué salvaje.

Tanto que la mayoría ni siquiera fué capaz de valorar sus enormes virtudes, que de hecho fueron tachadas como los peores defectos. La grandeza de Prometheus reside precisamente en romper con sus predecesoras, la fórmula del xenomorfo cazando a los protagonistas uno a uno está agotada, cuatro películas han sido más que suficientes. Frente a eso Prometheus dió un paso adelante, fué ambiciosa, quería hablarnos del universo Alien, ¿de dónde vienen esas criaturas? ¿por qué existen? No sólo eso, además estaba dispuesta a tocar más temas: el origen de la vida, la religión, inteligencia artificial... dejó de ser una película de terror con tintes de ciencia ficción para ser una película de ciencia ficción con tintes de terror. Por fin introducían nuevas criaturas, el fin de la xenomorfodependencia...

La película tiene varias escenas extraordinarias, entre ellas varios diálogos, y David es de lejos el personaje más profundo, complejo e interesante que se ha escrito en toda la saga (muy por encima de Ripley). Los tempos de la narración, como va revelando sus secretos, están medidos a la perfección, y como conjunto audiovisual es apabullante, probablemente la mejor de la saga y una de las mejores del género. Nuevos temas para una banda sonora de gran calidad.

Tiene dos o tres escenas incomprensiblemente torpes, pero ningún fan de la saga Alien puede quejarse de la estupidez de la tripulación viendo las de las anteriores. Ya sólo los tripulantes del Nostromo arriesgan su vida por rescatar a un gato... dos veces!!

Guiones simples y obvios, repetidos hasta la saciedad y plagados de vísceras y xenomorfos. Una y otra vez, eso quiere el público. Y si no que le pregunten a los guionistas de las 8 películas de Fast & Furious, o a los de las incontables películas de Marvel. La misma fórmula hasta el infinito.

No me gusta Shame. Me parece una de las películas más pretenciosas que he visto en mi vida. Y además, es lenta y aburrida.

McQueen tenía muy claro lo que perseguía con Shame, y lo hace descaradamente aunque vaya en contra de la película: llamar la atención. Lo confieso, no me gustan los artistas con demasiado afán de protagonismo. No me gusta Eddie Redmayne. No me gusta ese gran anzuelo de premios llamado Birdman. Y por supuesto tampoco me gusta ese otro gran anzuelo de premios que es 12 años de esclavitud. Igual que con esta última, McQueen consiguió lo que perseguía con Shame: provocó numerosas polémicas por la cuasi pornográfica naturaleza de la película, despertó el interés de la crítica y aspiró a varios premios.

Vamos a ver por qué las elecciones de McQueen juegan contra la película. En primer lugar la explicitud de la película nos hace preguntarnos ¿Acaso la película no era capaz de llamar la atención por sí misma sin ese elemento? McQueen no lo tenía muy claro. En segundo lugar, el famoso "estilo". Normalmente no me gustan los directores que intentan ser Orson Welles a cada plano, pero en este caso el resultado es catastrófico. La continua búsqueda de un plano singular pone constantemente de manifiesto que estamos mirando a través de una cámara, y nos recuerda que estamos viendo una película, eso en un filme que debe meternos en la mente de su protagonista es un fallo garrafal. Y ese estilo lento y pesado (que no pausado, es PESADO), no hace si no recordarnos que estamos viendo una película cuyo guión cabe en un post-it. Particulamente señalable ese interminable New York New York, que intenta crear, lagrimita incluida, un clima de un dramatismo que no existe.

Aun así, Shame tiene sus virtudes, consigue transmitirnos una gran angustia, como no podría ser de otra forma con una BSO como esa, y sobre todo, con la portentosa actuación de Michael Fassbender, única razón para ver esta película. Pese al desesperado intento de su director, consigue robarle el protagonismo a la cámara y adueñarse de la escena. Volviendo a la BSO, el tema principal me ha recordado enormemente al de 12 años de esclavitud, lo que nos demuestra el desmesurado dramatismo que le ha dado el director: lo mismo vale para un yuppie que para un esclavo. La verdad es que ese tema habría convertido en un dramón hasta a El gran Lebowski, y lo repiten una y otra vez.

Por otra parte, me gusta lo vacío del personaje rico y follador de Fassbender, pese al tufillo moralista del mensaje, y pese a lo innecesario del personaje existiendo Patrick Bateman. Y ese quizá es el mayor problema de la película, demasiada dilación, demasiada incertidumbre para una película innecesaria.

No tengo ni idea de lo que pudo pasar por la mente de la productora cuando eligieron a Mario Casas para encabezar este reparto, pero definitivamente no era crear una pieza de arte duradera en el tiempo. Su inexpresividad, y especialmente su lamentable entonación, dan el cante desde el minuto 1 como Drenthe en la delantera del Real Madrid, bajando varios puntos una producción que en casi todo lo demás muestra un gran nivel. El desastre se consuma en la segunda mitad cuando llega el drama y por su incapacidad, hunde la película definitivamente.

Me da rabia ver tanto trabajo y dinero destrozado por su interpretación, en un arte por el que siento demasiado aprecio para pasarlo por alto. Me da vergüenza ver a alguien hacer tan mal su trabajo, pero especialmente me dan vergüenza las razones por las que le seleccionaron. Espero que le aprovechara el taquillazo a la productora, porque han dejado pasar la oportunidad de hacer una cinta memorable por dinero.

Es cierto que necesitaba más trabajo en el guión y en el resto del reparto (que la mayoría no pasa de mediocre), pero la película tenía buenos mimbres, una producción excelente y unas localizaciones de ensueño. Ya nunca sabremos lo que podría haber sido. Espero de todo corazón que películas como "Mientras dure la guerra", que demuestran que se puede hacer arte y dinero al mismo tiempo, marquen el rumbo del cine y no productos mercantiles como este.

Salvo que te importe un bledo como funciona el mundo y lo que pueda pasar, deberías ver esta película.

No es una película convencional, no tiene una historia al uso, ni acción, ni mucho desarrollo de los personajes... Pero cuenta la historia de todos nosotros, o más bien explica algo que nos afectó a todos: el origen de la crisis inmobiliaria americana y, posteriormente, mundial.

Está todo muy bien explicado, no soy ningún experto en la materia y me he enterado, utilizan abundantes símiles. La dirección y el reparto muy acertados, especialmente Carrell y, como no, Bale

Siempre me han dado una pereza terrible los western, de hecho posiblemente sólo me gustaban Open Range y True Grit. Pero es mucho más compleja que un western, el personaje de Robert Ford es interesantísimo, y la película indaga con muchísima profundidad en los miedos a enfrentarse a un hombre, a matarlo, a morir, en sus paranoias. Pocas veces el cine consigue transmitir con tanta cercanía un enfrentamiento fatídico entre dos conocidos, TENSIÓN con mayúsculas.

Grandes papeles de Pitt, Affleck y Rockwell. En general muy buenas interpretaciones y sobre todo personajes realistas, se les ve como los granjeros iletrados que eran.