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España España · Zaragoza
Críticas de María
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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
9
20 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras sorprender a los amantes del cine de terror con su escalofriante y atmosféricamente tenebrosa ópera prima, La bruja, Eggers nos sitúa de nuevo en Nueva Inglaterra. Esta vez la aldea y el bosque dejan paso a una pequeña isla, llena de rocas y gaviotas, en la que solo un faro y una caseta son localizaciones suficientes para contarnos la historia de los dos protagonistas.

Willem Dafoe y Robert Pattinson interpretan de forma magistral e hilarante a dos fareros recién llegados para hacerse cargo de la luz y del mantenimiento del faro. La confrontación entre la veteranía y la juventud, la confusión entre la realidad y la locura, y la inclusión de leyendas, mitos y supersticiones generan situaciones de tensión y un terror desconcertante que mantienen al espectador absorto entre sus brutales imágenes en blanco y negro. Es recomendable ver esta película en versión original para poder apreciar sobre todo la forma en la que el personaje de Dafoe se expresa, con su marcado acento y su peculiar dialecto.

Mi crítica continúa en este enlace en el blog "Atados a la butaca": http://www.atadosalabutaca.eu/index.php/2020/01/19/oscura-isla-de-perros/
María
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9
9 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Estación central de Brasil" nos presenta una historia dura y potente que no llegaría al espectador de la misma manera si no fuera por las dos grandes interpretaciones de Dora y Josué, personajes a cargo de Fernanda Montenegro y Vinicius de Oliveira respectivamente.

Walter Salles nos cuenta una trama recurrente en su filmografía: la búsqueda de identidad a través de un viaje. Dora, a la que se empieza odiando pero con la que se termina empatizando profundamente, sufre un enorme cambio gracias a un encuentro inesperado y no deseado por su parte. Josué, el niño que le cambia la vida, solo y desvalido, encuentra en su relación de amor-odio con Dora la protección que necesita. Una pareja simbiótica que a lo largo del recorrido se hace cada vez más perfecta, y a la cual la figura de sus padres, personajes importantes a los que no ponemos rostros, afecta con fuerza. Un recorrido que nos enseña la vida y la pobreza de Brasil, unas condiciones planteadas desde el principio con el analfabetismo de la población y la violencia injustificada de la policía.

Aunque la música en algunos momentos es excesiva y equivocada con el tono que provoca, la fotografía y la dirección artística son muy acertadas. Escenas como la de la romería o los planos generales en los que Josué corre por caminos son momentos que seguro no se olvidarán al recordar la emotiva y gran película que es "Estación central de Brasil".
María
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6
3 de abril de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película nos muestra cómo el protagonista intenta cumplir una lista de “cosas que hacer antes de morir”, un recurso efectivo en este tipo de dramas lacrimógenos pero que peca de ser poco original (Ahora o nunca, Mi vida sin mí, Un paseo para recordar…). Sin embargo, también se puede afirmar que lo que nos lleva a través de la historia es el planteamiento de esas preguntas a las que nadie contesta. O quizás la historia de Sam es una excusa para explicar a través de la animación qué es la leucemia y cómo la sufre un niño.

Puede que este sea el problema de Vivir para siempre, que crea demasiadas líneas y caminos por las que el relato se va perdiendo poco a poco. Pero sucede algo curioso, y es que a pesar de notar que algo falla, la película engancha y emociona. Y entonces es cuando surge la duda: ¿el espectador se emociona tanto porque es una buena película o porque el tema que trata es ya de por sí realmente fuerte? Esta sí es una pregunta que se puede contestar, aunque su respuesta es complicada. ¿Nos metemos en la historia por las interpretaciones? No, pues no llegan a ser, por lo general, muy destacables. Ni siquiera la de Robbie Kay, el protagonista, cuya actuación no acaba de convencer por estar ligeramente sobreactuada. ¿Son quizá las tramas secundarias las que dan fuerza al relato? No. La evolución de la relación con su padre es emotiva pero previsible, y esa historia de amor con la prima de su amigo Félix… nada creíble. ¿Será entonces por la música? Posiblemente en parte, ya que las melodías tan sentimentales que suenan en determinadas situaciones claves de la película están creadas para generar empatía con esa atmósfera de tristeza que se crea, y llevar al espectador a derramar alguna que otra lágrima. O muchas.

Pero la música no es lo más potente de esta historia. Lo más potente de esta historia es la historia en sí misma. El tema de una muerte anunciada siempre es un tema arriesgado que Ron resuelve en esta ocasión con gran eficacia y naturalidad, gracias a que lo muestra a través de la inocencia, la simpatía, la dulzura y la transparencia de un niño. Un niño fantasioso más consciente de la realidad que muchos adultos. Lástima que la realidad de esta ficción pierda validez con la introducción de tan descarada publicidad. Lástima que pequeños fallos se unan para evitar que esta película, que nos invita a reflexionar sobre preguntas que nunca nadie sabrá responder, sea perfecta de principio a fin.
María
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6
9 de febrero de 2013
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blade Runner (montaje final) es una película que ha logrado la inmortalidad que con tanta ansia persiguen sus personajes. Una inmortalidad que le ha sido dada por ser todo un referente en el cine de ciencia ficción, género que convive con el nuevo cine negro. Y es que se podría decir que el carácter cínico y seco del protagonista, así como el ambiente oscuro y humeante en el que no aparece nunca el sol, es un claro homenaje a aquellas películas de detectives y crímenes de los años 40 en las que la frontera entre el bien y el mal quedaba difuminada. Pero la verdad es que de Blade Runner se podrían decir muchas cosas, puesto que símbolos y referencias no le faltan.
Una de las partes que cobra más relevancia en el largometraje de Ridley Scott, junto a la música de Vangelis, es la ambientación, los decorados y escenarios retrofuturistas que consiguen crear una atmósfera de auténtico vertedero en el que están resignados a quedarse todos aquellos que no pueden permitirse viajar a un planeta mejor que la Tierra. Una Tierra que se muestra más multicultural que nunca y que se asemeja en cierta manera a la Metrópolis que ya adelantaba Fritz Lang. La película se alimenta de referencias al mundo del arte, como al cuadro de El matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck, en la fotografía que analiza Deckard, o continuas referencias bíblicas, como la del Dios creador y el replicante que entrega su vida y asume su destino.
Sin embargo, a esta obra, considerada “tan diferente, tan perfecta”, le falta emoción. Aunque las interpretaciones resultan bastante satisfactorias, y el giro final, en el que el cazador es perseguido y el antagonista parece convertirse en el héroe, es muy curioso, lo cierto es que el espectador se queda con una sensación de gran extrañeza. Blade Runner se convierte en una película superficial e indiferente si el espectador no profundiza detenidamente en ella.
María
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9
20 de enero de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2001 se estrenó "No es otra estúpida película americana" ("Not another teen movie"). Una película tonta con golpes bastante buenos, que se reía de todos los estereotipos utilizados por las películas de Hollywood sobre adolescentes: la pardilla enamorada del chico popular, las fiestas sin control, las despedidas en el aeropuerto, la graduación…

Dieciocho años después llega "Súper empollonas" ("Booksmart"), una película que se fundamenta en esos mismos estereotipos, usándolos en su mayor parte de forma natural, dándoles la vuelta o llevándolos casi al límite.

Book smart se podría traducir como empollón/empollona. Aquella persona que sabe mucho pero que todo el conocimiento que ha adquirido proviene de los libros u otras fuentes de información, pero no del mundo real. Ese es el conflicto de la pareja protagonista, dos amigas que se han esforzado al máximo por sacar adelante sus estudios con los mejores resultados posibles, olvidándose de disfrutar de su adolescencia y de las inocentes y no tan inocentes locuras típicas de los jóvenes.

Mi crítica continúa en este enlace del blog "Atados a la butaca":
http://www.atadosalabutaca.eu/index.php/2019/07/26/no-es-otra-estupida-pelicula-americana-de-verdad/
María
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