Copia mucho y mal de A Nightmare on Elm Street, nada más que en vez de que el ente se meta a través de los sueños, usan un teléfono que induce una especie de hipnosis, lo que hace todo mucho más inverosímil incluso para el terror fantástico.
Muy sórdida y de bajo presupuesto con pésimos efectos especiales, no se de paso las 4 "victimas" son personajes horribles, hay ciertos intensión de humanizarlos pero la terminan cagando, si hubieran pulido un poco el guión, y con una dirección más creativa, la película habría valido la pena.
Igual rescato a Lin Shaye, y eso que está lejos de gustarme la señora pero acá aprovechan su desborde de forma inteligente, y sobre todo Tobin Bell aunque sea una frase hecha acá viene perfecto: eleva la película, sus escenas es como que hace subir un escalón a la historia y la película.

Una sátira sobre las corporaciones, en este caso sobre las que diseñan y venden armas y crean un ambiente laboral tóxico para sus empleados, pero sobre todo equipamiento bélico.
La historia es arbitraria, su mensaje es muy evidente y de trazo grueso, no hay nada sutil en ella, e incluso sus mejores momentos son gracias a eso, a lo sincera que resulta, ya que en ningún momento intenta ser objetiva, es un panfleto contra la forma en la que se trabaja en una oficina, donde el héroe viene siendo el peor empleado, impuntual, haragán, porrero, improductivo.
Lo mejor, algunos diálogos, mordaces, certeros, es entretenida, ágil, y tiene alguna que otra situación que cierran de forma original y ayuda a elevar un poquito la historia, como la del empleado mayor despedido.
Lo peor, pues que es básica, inmadura, panfletaria, probablemente porque quienes la escribieron no deben ser muy diferentes al protagonista.

Una de las cosas fundamentales que tiene que tener una película es que su historia sea pensada para el lenguaje cinematográfico.
Esta no lo es, la película es lenta, aburrida, y deprimente, no tanto por lo que le sucede a los personajes que también lo es, sino por la forma en que se cuenta.
Es una lastima porque bien contada, hubiera sido buena.

Por lo general y esta no es la excepción, las adaptaciones de novelas policiales españolas fracasan al ser adaptadas al cine, ya que se limitan a hacer calcos, sin impregnarles nada, sin captar la esencia de la novela, que no es solo contar lo que narra, sino saber como hacerlo.
Acá el director hace un trabajo regular, se limita a filmar pero sin ponerle corazón a lo que hace, por lo que sale una película insulsa, aburrida, donde lo más valorable desde mi punto de vista, son los hermosos paisajes gallegos, aunque lo que se muestra de esas hermosas y rusticas tierras se puede ver en cualquier programa turístico de la tarde, y Marta Larralde, que brinda una buena interpretación, los demás están bien, pero ninguno destaca realmente, hacen un trabajo correcto, sin más.

No me gusta andar cuestionando las opiniones de los demás, ya que opiniones como culos, todos tenemos uno y es diferente al del resto, pero me sorprende que una vulgar, manipuladora y pretenciosa película gore, tenga tan buenas calificaciones, cuando en realidad es puro morbo, escenas sórdidas, donde en gran parte de la narración solo se ve a un tipo que por el dolor se convierte en un psicópata, y en un violador que termina convertido en un masoquista, de verdad alguien puede entender el comportamiento del violador, es grotesco, nadie reaccionaría de la forma que él lo hace, a no ser que sea un masoquita.
El mensaje de la película sería: la violencia genera violencia, pero esta no conduce a ningún lado, vaya obviedad.