Vale, lo reconozco, cinematográficamente no aporta nada y está llena de momentos desaprovechados pero "Un golpe de altura" ME HA ENCANTADO... cuando las cosas se hacen mal pero funcionan... es una gozada. Y no sabes porque pero aquí funciona. Es entretenida, muchísimo, es original (aunque funciona tópico sobre tópico), los actores (la mayoría desaprovechados) cuadran a la perfección en la historia y el ritmo es de frenético (aunque está plagado de momentos muertos). Y a pesar de todo eso es imposible soltar carcajadas, reírte, cabrearte, emocionarte y salir del cine con esa media sonrisa del que sabe que se ha comido una grasienta hamburguesa llena de colesterol... que estaba riquísima. No hay mucho que contar sobre la historia, no deja de ser una vuelta de tuerca a lo de siempre: un grupo de perdedores quieren hacer un gran robo y claro... pasa lo que pasa. Se podría hablar de la poderosa denuncia contra la economía que está presente en toda la película pero eso es lo de menos. Esta no es una película de arte y ensayo, esto es cine comercial para disfrutarlo, sin mas. Muy recomendable.

La cinematografía francesa maneja algunos clichés cinematográficos con autentica maestría y se están convirtiendo en los reyes del cine comercial con el añadido de la visión europea. Personalmente opino que hay un tipo de cine de entretenimiento basado en el humor, el lujo y la factura impecable, que los franceses dominan como nadie. “Cash” comienza siendo el mejor ejemplo de ello, unos planos perfectos, unos actores magníficos, una buena historia… y de repente todo se tuerce, se convierte en algo confuso y lo que podría haber sido la respuesta europea al cine de timos de lujo americano se convierte en un sinsentido a los que unos solventes Jean Dujardin y Jean Reno intenta poner en orden sin demasiado acierto. Una pena. A pesar de ello es una fallida película de timos, magníficamente rodada, bien interpretada y con un ritmo tan confuso y previsible que nos hace lamentarnos de lo que podría haber sido y no es.

Vale, que todos tenemos derecho a expresarnos de manera artística, que si. Pero cuando yo voy al lavabo a sacar lo mejor de mi, no hago después una foto y digo que es arte. Porque “Gallino” con todo su surrealismo de tercera división, es una tontería como la copa de un pino. Si veis esta película en un festival o en la estanterías de DVDs en la casa de un amigo… salid corriendo. Yo la he visto (sufrido) y después he tenido que ver varios capítulos de “Dos hombres y Medio” para recuperar la cordura. El gravísimo problema de “Gallino” es que su director pretende maquillas una evidente falta de ideas con unas imágenes oníricas o humor surrealista, que está a la altura cinematográfica de un contenedor de basura orgánica. ¿De que va? Me gustaría explicarlo pero me temo que soy demasiado inteligente para entender de que va todo esto. Y eso que soy un patán de mucho cuidado. “Gallino” es, como algunos otros fallidos experimentos patrios, una chorrada como la copa de un pino. En serio… Salid corriendo.

Esta película sobre las aventuras de un tanque ("Fury") durante la segunda guerra mundial me ha sorprendido mas de lo que creía pues imaginaba algo épico protagonizado por un invencible Brad Pitt con la bandera norteamericana tatuada en el pecho, pero nada mas lejos de la realidad. "Corazones de acero" es lo contrario a la épica, es minimalista y visualmente sucia (además de claustrofobica), no basa su encanto en nada porque al fin y al cabo lo que David Ayer quiere enseñarnos es que todas las guerras carecen de cualquier encanto. Realismo sucio y situaciones limites para echar sombras sobre la bondad del ser humano (este en el bando que esté) huyendo de estereotipos de buenos y malos y centrándose en el sinsentido de cualquier guerra para cualquier bando. Un buen drama bélico más cercano a "La delgada linea roja" que a "Salvar al soldado Ryan" con mas de dos horas de buenas imágenes, ritmo, crudeza y reflexión. Quizás el guión sea demasiado episódico (no es lineal, se basa en situaciones aisladas y cambia demasiado de tercio) como en una serie de televisión saltando de una escena a otro en continuos cliffhangers, pero la continuidad tampoco es lo más importante cuando tiene unos actores y unas situaciones como estas.

Brad Pitt cumple su cometido y Shia LaBeouf vuelve a convertirse en robaplanos, el resto muy bien en su papel. En el otro lado, el tanque, como personaje sin sentimientos, sirve de catalizador de este drama donde ni un solo personaje se libra de la crítica y nos intenta enseñar, a través del personaje de Norman, que una guerra nunca podrá convertir a un muchacho en un adulto pero en cambio si que simplifica a los adultos hasta llevarlos a su más básica condición.

Las escenas de batalla son excelentes, no hay demasiadas pero son crudas, visualmente muy bien coreografiadas y da la impresión de que la realidad debió ser algo muy parecido a lo que "Fury" cuenta, tanto en la batalla como en los intermedios (la escena de las mujeres y el piano es fantástica).


Lo mejor: Las escenas de batalla. Shia LaBeouf. El tono desencantado
Lo peor: Cierto minimalismo (sobre todo en la música). Ese final convencional que lo aleja de ser una gran película.

En “Hang, the DJ”, una vez más Charlie Brooker se saca de la manga una magnifica historia de amor (como lo era la aclamada “San Junipero” de la anterior entrega, aunque sin llegar a su altura) donde nos obliga a reflexionar sobre la idoneidad de las relaciones y la duración del amor, envuelto todo en una distopia sobre la inteligencia artificial y las aplicaciones para conocer gente. Funciona durante todo su metraje (involucrando al espectador) pero es que, además, tiene un final tan inesperado como hermoso (aunque peligrosamente desconectado del resto de la historia). Sin lugar a dudas, uno de los capítulos más fáciles de ver, mejor interpretados y con una historia que no puede defraudar a nadie. La esencia del nuevo “Black Mirror” en estado puro (y el lugar hacia donde debería dirigirse en las próximas temporadas).