Me hace mucha gracia leer las críticas de ciertas personas que, ante esta o cualquier otra película, se lamentan de que el director y el guionista "Se han alejado de la intención del autor", "No respetan la novela/comic/cuento originales" y expresiones similares. Como no podía ser de otra manera, a muchos de los autodenominados "tintinólogos" (¿?) se les han revuelto las entrañas ante la adaptación y reinterpretación en clave de puro relato de aventuras que hace Spielberg en la espectacular "LAS AVENTURAS DE TINTÍN...".

¿Cuándo entenderán que una cosa es la literatura y el cómic y otra muy distinta el cine? El lenguaje cinematográfico, y en especial el cine de aventuras, responde a otras coordenadas en las que prima la acción incesante y las secuencias espectaculares. La gente no va al cine para leer un libro o un tebeo, para eso se quedaría en su casa, sino para entretenerse y evadirse de lo cotidiano. Y de eso Spielberg sabe un montón.

¿Qué esperaban? ¿Acaso una clase magistral de la rancia y anacrónica ideología conservadora que rezuman los cómics de Tintín (Georges Remí, alias "Hergé" no era un revolucionario izquierdista, precisamente)? ¿O quizás una adaptación viñeta a viñeta de los álbumes "El secreto del Unicornio" y de "El tesoro de Rackham el Rojo" (1942 y 1943)? ¿Es que no tuvieron bastante con la infantilona película de dibujos animados de Stephane Bernasconi (1991).

No. Tintín, para triunfar definitivamente en el cine, necesitaba de la mano de un genio del entretenimiento, y ese no era otro que Steven Spielberg. Era preciso hacer realmente universal el personaje y sacarlo del estrecho corsé de la visión francófona del mundo y para ello la acción y la aventura debían primar sobre el "mensaje". A cambio de perder la "esencia" del cómic, Spielberg nos regala una película de aventuras que hace un uso magistral de las nuevas tecnologías de la animación y que te deja sin aliento desde el primer minuto.

¿Qué el guión es pobre y los diálogos insulsos? ¿Acaso son profundos e interesantes los de los comics originales? Señores, que no estamos hablando de "Crimen y castigo", sino de un personaje de tebeo. No le busquen tres pies al gato y disfruten de algo más de hora y media de diversión a raudales y de un plano-secuencia imposible en pos de un halcón en una medina norteafricana.

Buen uso del 3D y de la animación por ordenador, mucho colorido y música y una historia sencilla: esta mezcla contiene todos los ingredientes para tener entretenidos a los (en mi caso) sobrinos durante un buen rato. Para los adultos, pues ni fú ni fá; lo de las historietas simplonas protagonizadas por animalitos no es ninguna novedad, y esta peli no aporta nada especialmente nuevo al respecto. En cuanto al mensaje conservacionista, pues en la línea de "El lince perdido".

Por cierto, muy logradas las vistas de Río de Janeiro. Lástima que la realidad no sea tan bonita.

Dice un cinéfilo entusiasta en este mismo hilo de críticas que "JOHN CARTER" es una película "(...) que todo niño (o adulto) desearía ver con sus padres (...)".

¿¡PERDÓN!? Supongo que la película que esta persona ha visto es otra, porque yo fui con mi mujer y mi hijo de siete años ayer al cine y nos salimos faltando más de media hora para que acabase. Y es que los tres coincidimos en que se hacía muy larga, muy pesada, aburrida, sin gracia, con un argumento que no es que fuese complicado de seguir (que lo es, y más para los niños), sino que no despertaba el más mínimo interés entre los espectadores. Baste decir que pillé en varias ocasiones en los brazos de Morfeo al joven treintañero que tenía sentado a mi izquierda y a varios críos de entre 6 y 10 años con cara de no entender nada de lo que veían en la pantalla.

La inverosímil trama, lo exagerados efectos especiales, la falta de un guión divertido, las pretenciosidad de algunas escenas, los patéticos diálogos y un exceso de metraje más que notable (más de dos horas para una historia que no da para más de noventa minutos) lastran una producción que llega demasiado tarde y sin hacer una más que necesaria relectura de las historietas de Burroughs para adaptarla un poco a los tiempos actuales. Más les habría valido al equipo técnico y creativo inspirarse en las crónicas de Gor, de John Norman, situando la acción en un mundo gemelo de la Tierra situado al otro lado del Sol. Porque lo de Marte-Barssoom ya no cuela.

Y además, así podrían haber hecho una versión para adultos, con mucha "chicha" y despelote, en la mejor línea de Norman. Así por lo menos sería más divertido. Pero claro, no sería Disney.

A ver, señores patrioteros: entiendo que no os guste el actor, que es de izquierdas(además de limitadillo en capacidades actorales), entiendo que no os guste que los historiadores serios que han asesorado a los productores y guionistas hayan demostrado en sus investigaciones que el CID que no tiene nada tenía que ver con el que Franco metió en la cabeza de mucha gente, entiendo que no os gusten las mujeres inteligentes y con carácter (sî, las había), entiendo que como la mayoría no habéis abierto un libro de historia en vuestra vida os creáis que en el siglo XI la gente hablaba como Alfonso X el Sabio...

Lo que no entiendo es que la mayoría "opinéis" sin haberos molestado en ver los 5 episodios de la serie. Se os nota a la legua pues solo repetís las mismas tontadas que se leen en ciertos foros. Y váis por ahí tratando de dar lecciones a historiadores y profesionales del cine y la televisión.

Lo que no entiendo (bueno, sí, lo entiendo, pues es lo que tiene el fanatismo) que haya bastado que el protagonista haya dejado claro su posicionamiento ideológico para que los bots de VOX en las redes y algún que otro entusiasta se hayan lanzado como hienas para denostar esta serie.

En realidad, "El Cid" es una serie entretenida, dinámica y bien hecha. Pero bueno, siempre podéis bajaros del torrent "Raza" o "Alba de América", que seguro os gustan más.

"Tío, esta película es una tontería". Eso fue lo que me dijo mi sobrino de ocho años a la media hora de empezar la proyección de "¡Rompe Ralph!" en la sala 9 de los cines de Príncipe Pío (Madrid) el pasado jueves, con la sala ni siquiera medio llena. No le interesaban ni los personajes excesivamente infantilones ni la absurda trama de la película (la motivación del personaje y lo de la medallita es bochornoso y más propio de un parvulario). Y eso es algo grave, muy grave, viniendo de un rapaz que se lo había pasado fenomenal una semana antes viendo en el cine "El origen de los Guardianes" y la tarde anterior "Arthur Christmas: Operación Regalo" en su casa.

Si el protagonista, Ralph, no tiene nnguna gracia ni resulta de ningún modo atractivo, la niña chillona, repelente y maleducada que se convierte en su comparsa es especialmente insoportable, como insoportable y cursi es el mundo de gominolas en el que transcurre la mayor parte de la acción. Y encima es más larga que un día sin pan.

No entiendo qué le ve la crítica a esta película para ponerla por las nubes. Sólo si se parte de que sean todos unos frikis añorantes de los salones de videojuegos de su adolescencia se puede encontrar alguna explicación. Eso y la acción desmedida de los "intelectualillos" de turno. Hay mucha gente que teme reconocer que una película no le ha gustado o que le ha parecido un tostón porque no quieren "quedar mal" entre tanto crítico exquisito que pulula por la red.

Resumiendo: la película es un peñazo. Sólo apta para menores de seis años con reparos y para adultos acomplejados.