Metes en una coctelera el guión de La Chaqueta Metálica, los gráficos de Final Fantasy Spirit Within (en su momento fueron el no va más, pero recordemos que es una peli del 2001), los diálogos chorras y pseudo lapidarios de cualquier americanada de después de comer y las carencias y limitaciones de una película de Chuck Norris, y tienes Halo:T.F.O.R.

A mí me encanta la ciencia ficción.
Que conste que nunca he jugado a ningún juego de Halo, pero creo que no hace falta hacerlo para disfrutrar de la película.
Si no le pides mucho y te basta con pasar un rato entretenido te lo vas a pasar bien.
Pero si buscas ciencia ficción de la buena, o diálogos inteligentes, o una trama medianamente coherente y profunda... Me jor ponte a ver Alien (1979), Blade Runner (1982) o cualquier joya de la ciencia ficción.

Más allá de la calidad cinematográfica (nada del otro mundo), el mensaje que tenga cualquier obra de arte eclipsa lo demás.
Si me esculpes una maravillosa escultura y el motivo principal es Hitler accionando el interruptor de una cámara de gas sin ningún tipo de crítica o ironía, si no con afán glorificador y epopéyico... La obra de arte es mierda.

Cobe Bryant fue un grandísimo jugador de baloncesto, sí.
Enorme, y con hueco propio en el olimpo de los Jordan, de los Abdul Jabar o de los Magic Johnson.
...¿Y qué?
¿Qué mierda importa eso si también fue un maltratador?
Si no eres persona, todos tus méritos sólo son sólo equilibrismos, malabarismos y peculiaridades sin importancia.

Todo esto convierte al cortometraje en algo superficial, infantil, parcial que idealiza algo muy lejos de ser ideal.
Me quedo con mi vecino de al lado, que no es famoso ni juega bien al baloncesto pero es una persona íntegra, honesta y empática, aunque sea más anónimo que el autor del Lazarillo de Tormes.

A veces te encuentras películas que no recuerdas bien de donde salieron ni quién te las recomendó, dado que llevan años olvidadas en un disco duro.
A veces te las encuentras por casualidad, y el aburrimiento y la inconsciencia hacen que te aventures a sufrirlas.

Nunca he sido muy fan del anime, salvo gloriosas excepciones maravillosas como el cine de Hayao Miyazaki, genialidades como el Cowboy Bebop de Shinichiro Watanabe o rarezas muy recomendables como la Aeon Flux de Peter Chung.
...Sin embargo no puedo con esos coñazos insufribles como "Dragon Ball", "Naruto" o "Campeones".
Y cosas más modernas como "Atack on Titans", a pesar de que tienen cosas muy salvables e interesantes, acaban copiando todo lo malo del anime: Son producciones poco recomendables si tienes más de 13 años de edad.

One Piece: Estampida. Resúmen:
Miles de piratas se reunen en una isla para ofrecer un mamporro por cada fotograma.
Cada cual tiene unos poderes (y unas pintas) más estrafalarias que el anterior.
No dejarás de escuchar, como un mantra que acompaña a cada hostia que se dan chorradas como:
-"¡¡¡Golpe furia de Zeus!!!"
o
-"¡¡¡Hiper mega golpe Mamba Negra!!!"

Cada bofetón es más fuerte que el anterior, y por cada vez que se pegan tienes que esperar un rato hasta que el brazo de quien golpea crezca, se hinche, se alargue y se vuelva cada vez más grande.

Cómo no -era de esperar-, alguien que tenía un tamaño normal tiene que volverse del tamaño de una montaña y seguir arreando hostias aún más grandes.
...Pero a pesar de ello, los que las reciben se cabrean más y más y también reparten las suyas.

Y a todo esto, a uno le entra sueño esperando que de pronto algo interesante ocurra.
...Y ocurre: Los títulos de crédito que indican que tamaña gilipollez ha llegado a su fin aparecen, y uno por fin puede irse a dormir de verdad (la modorra ligera que se sufre mientras ves la película no cuenta como horas de sueño reales).

Violenta, aburrida, plana e infantil (en el peor de sus sentidos)...

Videoclip infumbale que capta todo lo infumable de los 80 (exceso, mal gusto, topicazos...) y que además está muy falto de imaginación al utilizar recursos extremadamente evidentes y poco novedosos.
-"Oh, oye, la peli iba de aviones ¿no? Pongamos a la cantante encima de un avión... Fantástico!"

La canción está compuesta por Giorgio Moroder, un genio. Sin embargo jamás he podido con esa producción tan engolada, cursi y recargada hasta la náusea, con esas reverb infinitas y empalagosas tan típicas de los 80. De la letra, mejor ni hablamos.

Un vídeo espantoso sólo recomendable para amantes de lo hortera.