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Críticas ordenadas por utilidad
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5.6
393
7
2 de agosto de 2010
2 de agosto de 2010
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conor McPherson tomará como punto de partida una historia corta del libro "Tales from Rainwaiter Pond" del también autor teatral Billy Roche, en la que trabajarán juntos, pero con el tiempo (pasarán unos cuatro años) se harán bastantes cambios hasta llegar a El Eclipse. En realidad es un cuento irlandés de fantasmas con breves interludios de terror.
No se trata de un film de terror sino de un cuento de fantasmas que McPherson intenta explicar desde una visión irlandesa, diciendo que durante 1000 años la gente no sabía qué había más allá, al estar Irlanda en el confín de Europa, y que ese "más allá" se interiorizó en la psique de todo irlandés uniéndose a ello el arraigo del catolicismo, religión supersticiosa y con imaginería fantasmal. Esa mezcla define bastante bien no sólo El eclipse sino toda una tradición feérica irlandesa.
Un cuarteto protagonista impecable: Estupendo Ciarán Hinds encarnando a un viudo que no ha superado su luto; Iben Hjejle una escritora que entiende de fantasmas tanto en cuanto sabe asociarlos a la realidad; Aidan Quinn encarnando a un escritor donjuanesco, gracioso, borrachín y jactancioso; finalmente, Jim Norton el suegro enfermo.
Una historia íntima y cálida donde se respira la nostalgia y el dolor de la pérdida, donde los fantasmas, generalmente, son la constatación de la realidad interior de cada uno. De manera que es fácil entender que el terror no es sino culpabilidad manteniendo una fidelidad nostálgica y, por otra parte, los fantasmas también actúan a modo de banshee para anunciar con sus alaridos la inminente muerte de alguien, y también están los moribundos que se despiden, a su manera, de este mundo.
Es decir, tenemos lo sobrenatural unido al catolicismo que, tradicionalmente, ha impregnado el imaginario irlandés proporcionando una riquísima fuente de historias.
El magnífico telón de fondo de la preciosa ciudad portuaria de Cobh y la muy evocadora Abadía de Selskar en Wexford se unirán a este cuento que, marcado con el tempo de un metrónomo, irá del romanticismo al humor interrumpido por algún fantasma que no pide permiso. Todo ello acompañado con una buena música con diversas piezas sacras a cargo de Fionnuala Ni Chiosan, siendo el Kyrie Eleison el leitmotiv de la narración.
No se trata de un film de terror sino de un cuento de fantasmas que McPherson intenta explicar desde una visión irlandesa, diciendo que durante 1000 años la gente no sabía qué había más allá, al estar Irlanda en el confín de Europa, y que ese "más allá" se interiorizó en la psique de todo irlandés uniéndose a ello el arraigo del catolicismo, religión supersticiosa y con imaginería fantasmal. Esa mezcla define bastante bien no sólo El eclipse sino toda una tradición feérica irlandesa.
Un cuarteto protagonista impecable: Estupendo Ciarán Hinds encarnando a un viudo que no ha superado su luto; Iben Hjejle una escritora que entiende de fantasmas tanto en cuanto sabe asociarlos a la realidad; Aidan Quinn encarnando a un escritor donjuanesco, gracioso, borrachín y jactancioso; finalmente, Jim Norton el suegro enfermo.
Una historia íntima y cálida donde se respira la nostalgia y el dolor de la pérdida, donde los fantasmas, generalmente, son la constatación de la realidad interior de cada uno. De manera que es fácil entender que el terror no es sino culpabilidad manteniendo una fidelidad nostálgica y, por otra parte, los fantasmas también actúan a modo de banshee para anunciar con sus alaridos la inminente muerte de alguien, y también están los moribundos que se despiden, a su manera, de este mundo.
Es decir, tenemos lo sobrenatural unido al catolicismo que, tradicionalmente, ha impregnado el imaginario irlandés proporcionando una riquísima fuente de historias.
El magnífico telón de fondo de la preciosa ciudad portuaria de Cobh y la muy evocadora Abadía de Selskar en Wexford se unirán a este cuento que, marcado con el tempo de un metrónomo, irá del romanticismo al humor interrumpido por algún fantasma que no pide permiso. Todo ello acompañado con una buena música con diversas piezas sacras a cargo de Fionnuala Ni Chiosan, siendo el Kyrie Eleison el leitmotiv de la narración.
16 de enero de 2008
16 de enero de 2008
43 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ejercicio de estilo homenajeando a las películas negras de los 40, muy buena recreación, sin embargo, ¿a mí qué? la "recreación" de un estilo no tiene mérito alguno salvo la fidelidad y para eso sólo hace falta precisión de copy-paste. Copy-paste usted contrapicados, papeles pintados, sombras, humo, vehículos, sombreros, etc. La película no esconde gran cosa.
Es una peli que se hace por placer y supongo que eso ha hecho Coen. Experimentar con un estilo por el gusto de hacerlo y eso está muy bien, y a mí no me ha gustado el resultado.
Puede que el error estribe en pensar que es una película negra de los años 40 y esperamos ver eso: un remake retro. Pero eso no es posible, del mismo modo que contemplamos de un modo la Gioconda de da Vinci y contemplamos de otro modo la Gioconda de Warhol.
La trama se convierte en una farsa cómica (y encima larga: imperdonable) haciendo que se convierta en la película que nunca estuvo allí.
Es una peli que se hace por placer y supongo que eso ha hecho Coen. Experimentar con un estilo por el gusto de hacerlo y eso está muy bien, y a mí no me ha gustado el resultado.
Puede que el error estribe en pensar que es una película negra de los años 40 y esperamos ver eso: un remake retro. Pero eso no es posible, del mismo modo que contemplamos de un modo la Gioconda de da Vinci y contemplamos de otro modo la Gioconda de Warhol.
La trama se convierte en una farsa cómica (y encima larga: imperdonable) haciendo que se convierta en la película que nunca estuvo allí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¡Jesús! desde la confesión de encuentros en la tercera fase con un ovni, hasta la mamada ¡vaya usted a saber por qué!, una pitonisa, un tapacubos volador que hace de nexo. Y esto es lo que hay.
Aunque bien mirado tiene su cosa, te vengas de tu mujer y su amante haciendo chantaje y soplas 10.000 dólares que inviertes en un negocio de limpieza en seco que se inventa un señor con peluquín parlanchín. Te sale tan bien la cosa que acabas matando al amante y detienen a tu mujer. Tú mujer gracias a una defensa brillante y a punto de salir de la cárcel se suicida porque está embarazada del amante. A todo esto el del peluquín ha desaparecido, que a la sazón ha sido asesinado por el amante. Y cuando estás a punto de que te hagan una mamada antológica y para tu sorpresa ¡zas! accidente de coche y te acaban deteniendo por la muerte del tintorero estafador y ¿para qué seguir? todo eso que parece un enredo, en realidad se ve venir a lo largo de la película. Pero así contado parece complicado y todo. Coen, qué dolor de hijo. ¡Qué cruz!
Aunque bien mirado tiene su cosa, te vengas de tu mujer y su amante haciendo chantaje y soplas 10.000 dólares que inviertes en un negocio de limpieza en seco que se inventa un señor con peluquín parlanchín. Te sale tan bien la cosa que acabas matando al amante y detienen a tu mujer. Tú mujer gracias a una defensa brillante y a punto de salir de la cárcel se suicida porque está embarazada del amante. A todo esto el del peluquín ha desaparecido, que a la sazón ha sido asesinado por el amante. Y cuando estás a punto de que te hagan una mamada antológica y para tu sorpresa ¡zas! accidente de coche y te acaban deteniendo por la muerte del tintorero estafador y ¿para qué seguir? todo eso que parece un enredo, en realidad se ve venir a lo largo de la película. Pero así contado parece complicado y todo. Coen, qué dolor de hijo. ¡Qué cruz!
6
30 de julio de 2008
30 de julio de 2008
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres mujeres embarazadas, tres realidades distintas y un denominador común: El nido.
Bergman disecciona esas tres realidades con agilidad e intensidad.
-La mujer como dadora de vida que ante un aborto espontáneo se cuestiona la relación con su marido, y por ende la negación de una futura maternidad en una desgarradora confesión a la enfermera.
-La mujer como "madre", un deseo compartido con su marido, prototipo de nido-feliz.
-La mujer como albergue de un "alien" al que aborrece, con problemas y sin pareja.
Vida y muerte discurriendo con toda naturalidad en la habitación de un hospital.
Bergman disecciona esas tres realidades con agilidad e intensidad.
-La mujer como dadora de vida que ante un aborto espontáneo se cuestiona la relación con su marido, y por ende la negación de una futura maternidad en una desgarradora confesión a la enfermera.
-La mujer como "madre", un deseo compartido con su marido, prototipo de nido-feliz.
-La mujer como albergue de un "alien" al que aborrece, con problemas y sin pareja.
Vida y muerte discurriendo con toda naturalidad en la habitación de un hospital.
3 de marzo de 2011
3 de marzo de 2011
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1835 Pierre Rivière mata a su madre, a su hermana y a su hermano y al año siguiente los Annales d'hygiène publique et de médecine légale publican el dossier que contiene tres informes médicos, declaraciones de testigos y parte de la declaración de Rivière redactada por él mismo.
A toda esta documentación Michel Foucault que dirige la investigación colectiva en "Un caso de parricidio del siglo XIX", añadirá más documentos procedentes de los archivos municipales, artículos de periódico y la declaración íntegra de Rivière. Es decir, en el libro se recopilará todo lo escrito sobre el caso y respetando al máximo la cronología y transcripciones.
El caso seduce a Foucault porque es el propio Rivière quien habla: Moi, Pierre Rivière... "afirmación heroica" que iba a enlazar toda la historia relatada hasta llegar al crimen. Es decir, un crimen y su discurso. La confesión de Pierre es tan pormenorizada que llega a la asepsia, tanto es ello que lleva a Foucault a decir que el delito termina por no existir diluyéndose en el propio discurso. Es así como en los jueces aparece la duda del móvil por locura como atenuante.
Como un delito sin móvil es inimaginable la Justicia irá construyéndolo según las necesidades; en este caso será la propia locura el móvil, sin embargo para el propio Rivière serán las vejaciones que sufría su padre por parte de su madre.
Ante hechos como la perpetración con lucidez de sus actos, su tendencia a torturar animales, asustar niños... se nos presenta su declaración que cambia el rumbo de todo, para unos es un agravante que demuestra premeditación y para otros es la prueba clínica de su "monomanía homicida". ¿Es Rivière un loco o un criminal? Si se rechazan los atenuantes será condenado a muerte (salvo Gracia), por otro lado, los psiquiatras hablarán de irresponsabilidad penal y será condenado a cadena perpetua en Beaulieu.
René Allio hará algo muy difícil y con resultado brillante y ello es unir dramatización y documentación, siendo fiel al texto presentado por Foucault y recorriendo cronológicamente desde la investigación policial, al juicio y a la propia declaración de Pierre. Una escritura doble, según sus palabras, que se convierte en un reto.
La brillantez del trabajo de Allio, y en esto coincido con Foucault, estriba en que realiza una película de la Mémoire de Rivière y no la película de un delito, de ahí que el espectador sienta lo mismo que Foucault y los jueces ante el delito y su propia disolución-desaparición, terminando por no existir más que el relato de Rivière. Añadamos a ello que los intérpretes son campesinos normandos trasladados 140 años atrás reviviendo lo que forma parte de su historia.
Hay que decir también que la película es muy cuidadosa en lo que se refiere a la barbarie de lo ocurrido, una vez más fiel al texto expone fríamente sin imaginar más allá.
Seguimos en spoiler -->
A toda esta documentación Michel Foucault que dirige la investigación colectiva en "Un caso de parricidio del siglo XIX", añadirá más documentos procedentes de los archivos municipales, artículos de periódico y la declaración íntegra de Rivière. Es decir, en el libro se recopilará todo lo escrito sobre el caso y respetando al máximo la cronología y transcripciones.
El caso seduce a Foucault porque es el propio Rivière quien habla: Moi, Pierre Rivière... "afirmación heroica" que iba a enlazar toda la historia relatada hasta llegar al crimen. Es decir, un crimen y su discurso. La confesión de Pierre es tan pormenorizada que llega a la asepsia, tanto es ello que lleva a Foucault a decir que el delito termina por no existir diluyéndose en el propio discurso. Es así como en los jueces aparece la duda del móvil por locura como atenuante.
Como un delito sin móvil es inimaginable la Justicia irá construyéndolo según las necesidades; en este caso será la propia locura el móvil, sin embargo para el propio Rivière serán las vejaciones que sufría su padre por parte de su madre.
Ante hechos como la perpetración con lucidez de sus actos, su tendencia a torturar animales, asustar niños... se nos presenta su declaración que cambia el rumbo de todo, para unos es un agravante que demuestra premeditación y para otros es la prueba clínica de su "monomanía homicida". ¿Es Rivière un loco o un criminal? Si se rechazan los atenuantes será condenado a muerte (salvo Gracia), por otro lado, los psiquiatras hablarán de irresponsabilidad penal y será condenado a cadena perpetua en Beaulieu.
René Allio hará algo muy difícil y con resultado brillante y ello es unir dramatización y documentación, siendo fiel al texto presentado por Foucault y recorriendo cronológicamente desde la investigación policial, al juicio y a la propia declaración de Pierre. Una escritura doble, según sus palabras, que se convierte en un reto.
La brillantez del trabajo de Allio, y en esto coincido con Foucault, estriba en que realiza una película de la Mémoire de Rivière y no la película de un delito, de ahí que el espectador sienta lo mismo que Foucault y los jueces ante el delito y su propia disolución-desaparición, terminando por no existir más que el relato de Rivière. Añadamos a ello que los intérpretes son campesinos normandos trasladados 140 años atrás reviviendo lo que forma parte de su historia.
Hay que decir también que la película es muy cuidadosa en lo que se refiere a la barbarie de lo ocurrido, una vez más fiel al texto expone fríamente sin imaginar más allá.
Seguimos en spoiler -->
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es necesario leer el libro antes de ver la película para apreciar el trabajo hecho, al mismo tiempo es un ejercicio interesantísimo ver el inicio de la incursión de los testimonios psiquiátricos en la Justicia, comprobar las distintas opiniones de los propios psiquiatras, como el doctor Bouchard que lo considera cuerdo. El joven abogado que lleva su caso después de analizado todo duda de su salud mental y pide al doctor Vastel un análisis que llega a la conclusión de que está loco y debe ser encerrado. Y, finalmente, el análisis de todos los documentos por parte de los doctores Esquirol, Orfila, Marc, Parisey, Rostan Mitivié y Leuret concluye que los homicidios son debidos al delirio.
El texto es clave para entender las relaciones de poder y de saber, así lo explica Foucault: todos estos documentos permiten analizar la formación y el juego de un saber (la medicina, psiquiatría) y su relación con las instituciones y los papeles que deberán desempeñar, además de conferir al discurso de Rivière la valoración de un loco o un criminal.
Para terminar y metiéndonos en la piel (si se puede) de Pierre Rivière él a su transgresión sólo pedía expiación, una expiación sacrificial.
Recapitulando: Un texto valioso y una película realizada con pie de rey no menos valiosa.
...
Nicolas Philibert, asistente de Allio en el film realizará en 2007 "Regreso a Normandía" un reencuentro con el lugar y los actores.
Calibine: Palabra inventada por Rivière para designar el instrumento que ideó para matar pájaros.
El texto es clave para entender las relaciones de poder y de saber, así lo explica Foucault: todos estos documentos permiten analizar la formación y el juego de un saber (la medicina, psiquiatría) y su relación con las instituciones y los papeles que deberán desempeñar, además de conferir al discurso de Rivière la valoración de un loco o un criminal.
Para terminar y metiéndonos en la piel (si se puede) de Pierre Rivière él a su transgresión sólo pedía expiación, una expiación sacrificial.
Recapitulando: Un texto valioso y una película realizada con pie de rey no menos valiosa.
...
Nicolas Philibert, asistente de Allio en el film realizará en 2007 "Regreso a Normandía" un reencuentro con el lugar y los actores.
Calibine: Palabra inventada por Rivière para designar el instrumento que ideó para matar pájaros.

6.3
1,774
5
14 de octubre de 2007
14 de octubre de 2007
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una puesta en escena pobre, unas interpretaciones muy teatrales y una banda sonora completamente inadecuada y chirriante. Más allá de todos sus defectos era necesario hacer esta película para conocer los terribles hechos de forma más cercana y amarga, si cabe.
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