Tal vez lo que más se pueda destacar de la nueva generación de cineastas argentinos es su gusto por los géneros, sobre todo el terror, es muy curioso ya que el mismo era marginal en el país y eso siendo generosos, se habrán hecho como mucho una veintena de películas del género en 60 años, y desde hace más o menos una década se dio una explosión y el 10 % de las películas que financia el INCAA son de terror en sus diferentes variantes. Por desgracia ninguna termina de destacar, ni en la critica ni mucho menos en taquilla, no logran conectar con el espectador. En este caso en particular tiene todos los defectos de casi todas las películas de género, la atmósfera no está lograda, el guión tiene muchos errores, falta pulirlo, dar el ritmo y la narrativa correcta, y acá también la dirección falla, hay otras que tienen una muy buena ambientación, fotografía, y falla la historia, acá ambas cosas. Los diálogos por momentos están logrados y por otros son risibles, tiene muchas situaciones que generan humor involuntario, y cuando no te crees lo que te están contando, cagaste.
Mike Amigorena es un pésimo actor y acá está totalmente caricaturesco, lo peor es que no es lo que buscan, en vez de reflejar la angustia, la transformación y batalla interior que se supone tiene el protagonista, se queda haciendo muecas o cambiando el tono de su voz de forma payasesca. Todos los recursos (clichés) que utiliza la película, fallan, incluso ni siquiera logra que la casa transmita esa sensación de agobio y mala vibra.
Lo único que se puede rescatar es la interpretación de Leonora Balcarse, ella está muy bien, por encima de todo lo demás, su presencia e interpretación mejora las escenas y se nota la diferencia cuando aparece y cuando no, creo que es la única de los tres que se toma en serio a su personaje.

Rosa, una costurera casada con un policía que vive un poco en su propio mundo, fantaseando con las películas que ve y las radionovelas que escucha, vive de repente una situación que se parece en parte a las historias que tanto le gustan.
Se podría decir que todo está a medias, ni logrado ni fallido, ahí al borde, siendo indulgentes se acerca más a lo logrado pero es un poco forzar las cosas, en realidad se queda ahí en el medio.
La historia tenía potencial, de hacer un melodrama noir, un homenaje al género, pero no saben sostener la tensión, tiene algunas escenas interesantes, la minoría, y otras demasiado predecibles y hasta incoherentes en cierto sentido.
La parte más melodramática de la historia está más lograda, la relación con el marido y luego el vecino, ese triangulo bastante particular que se da si bien no está del todo aprovechado, si se explota de una forma más interesante que lo que tiene que ver con todo lo policial, que queda más confuso.
Las escenas de Rosa con Meche si bien los diálogos no suenan lo coloquiales que deberían, si logran cierta intimidad y captar la rutina de esa época, como se supone que hablarían y pensarían dos mujeres de clase media de mediados de los 50's.
El tema político por suerte queda en un muy segundo casi tercer plano diría, pero toda esa parte queda confusa, nunca se aclara de forma precisa el asesinato.
Resulta un poco lenta también, intenta copiar el ritmo de los policiales clásicos pero como en todo lo demás a medias.
Lo peor es como ya dije más arriba los parlamentos, se entiende más o menos que Rosa hable así influenciada por toda la ficción que consume, pero el resto de los personajes también, ahí ya se rompe la verosimilitud.
Otro error fue que eligieran a Abel Ayala para el papel de Vargas, era un personaje para otro tipo físico que nada tiene que ver con el de él, y tampoco llega a tener química con María Soldi. Ella si está bien, es un personaje complicado, muy cerca de la caricatura, peor que ella logra contenerla.
Manuel Vignau también, demuestra su versatilidad, nada tiene que ver lo que hace acá con sus roles en las películas de Berger, por ejemplo.

La típica comedia romántica mexicana hecha como excusa para que Luis Aguilar pudiera desplegar su repertorio de canciones y paso Rosita Quintana también cantar una suya. La pareja se consolidó en el cine y filmaron más de una docena de películas juntos. Esta es bastante simpática, ágil, e incluso dulce cuando ambos tienen escenas juntos, el director sabia lo que hacia no por anda fue uno de los más exitosos y prolíficos de México, tanto en la época del cine de oro, como después.
Como detalle rescatar que es el último trabajo como actor de Luis Alcoriza, quien ya desde 1946 se había empezado a desempeñar como guionista en paralelo a su carrera como actor, hasta que sus dos trabajos se empezaron a mezclar, de hecho las últimas películas en las que trabajó como actor fueron escritas por él, Flor de Caña, El gran Calavera, y ésta, no era un mal actor, pero si fue u mejor guionista y director.

Como narrar una pesadilla, eso es lo que hace el director, no os explica nada del protagonista, de donde viene o hacia donde va, solo que llega a un pueblo a pasar la noche, se queda en un motel, y de la nada tres enmascarados lo empiezan a perseguir.
El director y escritor Rewucki logra crear esa atmósfera opresiva, asfixiante, extraña de una pesadilla, nada tiene verdadero sentido o lógica , se trata de que el protagonista viva diferentes sensaciones mentales perturbadoras, el daño es sobre todo psíquico, no físico aunque le dan unos cuantos golpes pero no es ese el propósito, sino desequilibrarlo.

El planteo de esta comedia era el típico de comedias de costumbres e tono de farsa que se hacían a principios de siglo en España, tiempo del cuál es la obra de teatro, 1920, y está olvidada con justicia, el planto ya era viejo en los años 50's cuando se hizo la película, ni hablar ahora, es una pieza de museo.
La verdad que en cuento a argumento no hay nada que se pueda rescatar, se le ven los hilos, todo es demasiado acartonado, calculado, lo que le quita frescura e interés, las pocas dosis de picaresca que tiene quedan desaprovechadas.
Destacar la interpretación de Alma Rosa Aguirre, transmite mucho encanto y dulzura, y hace buena pareja con Abel Salazar, logran tener química.