Esta película no se la recomendaría a un amante del cine fantástico y de ciencia ficción muy purista porque es posible que al minuto 10 me quisiera quemar viva.
Sin embargo, la película es una joya procedente de Brasil de dos directores que no conocía (Julia Rojas y Marco Dutra) con una protagonista que se come la pantalla ella solita (Isabél Zuaa) y secundarios interesantes que nunca llegan a robarle el protagonismo.
Como buena amante de que el cine me sorprenda, no había leído nada más que el título acerca de este largometraje. Ni sinopsis, ni críticas, nada. Soy una persona de impulsos y se puede saber mucho de una película con solo ojear una portada y un título (a veces te equivocas, claro está, pero esa es la gracia).
El largometraje es, primero, una película de amor y de comprensión, segundo, un film que mama del realismo mágico sudamericano. Porque, al final, no es tanto cine fantástico al uso (cuando pensamos en cine fantástico de primer nivel nos vienen a la mente una serie de películas que van desde "Dentro del Laberinto" hasta "El laberinto del Fauno" (va de laberintos el asunto).

Sin embargo, hay otro tipo de cine de fantasía que está capitaneado por algunos directores como Marc Caro o Jean Pierre Jeunet con sus muchas películas como "Delicatessen", "La ciudad de los niños perdidos" o "Amélie". Esta película es más del estilo de "La ciudad de los niños perdidos" que de "El señor de los anillos", para que nos entendamos.

Sin entrar a hacer spoilers, Los Buenos Modales rehuye los lugares comunes y sorprende a cada vuelco que da la trama (porque hay unos cuantos). Una sorprendente película que habla del amor en último término.

Jane Campion es una de las pocas guionistas que ha conseguido el Óscar al Mejor Guión Original. He de reconocer que El Piano es una obra que sin ese sincero guión no sería lo mismo.
En Retrato de una dama, se atreve con Henry James, un autor inglés soporífero - nació estadounidense pero este tipo es más inglés que las pastas a la hora del te - que ha tratado de desentrañar los misterios femeninos con poco éxito a lo largo de su obra. Muy decimonónico a nivel literario pero esto no va de críticas literarias sino cinematográficas.

En esta obra converge la frescura de una Nicole Kidman que siempre ha sido buena actriz por muchos detractores que haya acumulado a lo largo de su carrera, John Malkovich al que se le da mejor que a nadie desempeñar el papel de hijus de putis maximus, Christian Bale mostrando sus dotes artísticas ya desde que formaba parte de la chavalada y Viggo Mortensen del que no hay demasiado que decir ni en favor ni en contra ya que su papel es bastante neutral. Los secundarios son todo caras conocidas y se nota que Campion tuvo el beneplácito de los peces gordos de Universal Pictures después del tirón de El Piano.

Si bien es cierto que la película se ve sin problemas, le sobra metraje y le falta intensidad. Aún así para un domingo por la tarde no es una mala propuesta para quienes estimamos el cine basado en el siglo XIX.

Esta frase del ensayo "Instrucciones para ser un fascista" de la genial Michaela Murguía es el resumen perfecto para esta película. De ahí que la memoria histórica (y la historia en sí) sean tan importantes. Es muy fácil, jodidamente fácil, olvidar.

Salvando un par de escenas, no aporta demasiado nuevo. Caras conocidas por doquier y el trasfondo de la lucha entre etnias. Es un cine necesario el de Spike Lee, siempre lo fue, aunque supongo que la joven que estudiaba Trabajo Social se ha hecho mayor y ya ha visto mejores películas que traten el tema del racismo estructural en Estados Unidos.

He de reconocer que Magnolia no es de mis favoritas aunque fue una de esas que apareció en ese extraño intervalo de tiempo en el que los largometrajes con contenido fueron del beneplácito de los premios de las academia de Hollywood. Entre ellas se cuentan esta, "Crash" o "Babel". Huelen a producto pero, ¿Para qué negarlo? Por primera vez en décadas, se traspasaban las fronteras de lo banal así que siempre le guardaré cariño a Magnolia y a su director, Paul Thomas Anderson.

Me ha resultado gracioso que aquellos que la han visto en 2022 o en los últimos años la califiquen con un 1 con apenas ningún argumento salvo que "era desagradable". No, amigos, eso no es desagradable. Para eso ve a Tarkovski o a Loach. Eso sí que es real y desagradable. Esto es cine comercial con algo de contenido -algo...vamos, que no se qué haría por aquí la gente si viera "La noche de los lápices", basada en hechos reales, se tiraría por la ventana o algo xD-.

En fin, que no critiquéis tanto y veáis más cine ;)