Uno de sus grandes aciertos, no menos acertado por obvio, es el uso de las cámaras. Empezar con ese plano secuencia, jugar continuamente con planos cortos, los desenfoques en 2º plano… un engranaje que nos mantiene en tensión hasta que la película decide darnos algún descanso.

El formato, más vertical de lo habitual (puede que un 4:3), solo hace que acentuar aún más la sensación de angustia y, sobre todo, de claustrofobia. Y aún hay otro elemento más. Nunca tenemos del todo claro cómo se distribuye el laberíntico bloque de pisos.

Eso nos sumerge en un estado de desorientación que ayuda al film a acercarse al terror. Otra decisión totalmente consciente que, aunque pueda molestarnos en algún momento puntual, nos deja claro que como espectadores, igual que para la protagonista, la tensión no es una elección.

Natalia de Molina sabe presentarnos a su personaje perfectamente, desde su extenuante hartazgo inicial, hasta el miedo convertido en determinación. Cada gesto dubitativo, confrontación o sollozo es un calculado puzzle que nos lleva a aceptar sus decisiones y conclusión final.

Y qué decir del guion de Marta Medina? Además de saber guiarnos por un escalado de situaciones sorprendentes, el escrito es tan inteligente que ofrece a cada personaje su momento de redención. Al final, ellos son los que deciden estar a un lado de la balanza o en el otro.

Además, Asedio se corona con una secuencia final bestial. El trabajo de iluminación en esa escena y la actuación de Bella Agossou es un escándalo.

Por supuesto no es una película perfecta, pero tiene intencionalidad en todo lo que hace. Incluso en sus pequeños fallos. Gran parte de sus críticas negativas solo puedo entenderlas como prejuicios o mala fe. Creo que si fuera una película americana sería alabada sin miramientos.

Poco se puede decir del argumento sin entrar en spoilers que perjudiquen la experiencia.

A modo de resumen, es una propuesta minimalista de intriga y giros de guion. Actuaciones firmes y una dirección con personalidad.

Pablo Maqueda apuesta por una recreación del thriller menos convencional. Un puzzle pausado que se construye con recursos visuales interesantes. Autorreferencias, paralelismos y planos espejo que encajan las piezas a la perfección. Crea un juego narrativo con el espectador que funciona más por el coqueteo con la expectativa del respetable que por la reflexión en sí. Como espectador, es una montaña rusa de recelo, negación y (por suerte) aceptación.

La intriga es suficiente para enganchar, la intención general suma y, sobre todo, está plagado de escenas que insinúan un futuro prometedor en la filmografía del director.

Qué decir del duo protagonista. Laia Manzanares y Manolo Solo consiguen recrear personas complejas y no sólo personajes. Detalle tan "simple" como capital.

Y para acabar. Sin conocer el relato original, creo que el film también refleja el toque e irreverencia característica de Paco Bezerra. Una aproximación sin complejos a un tema polémico y un director que ha sabido darle una nueva dimensión desde lo visual.

Pues me ha parecido mucho más divertida de lo que esperaba. Por momentos tiene un aire a aventura de los 90's que le sienta muy bien. Está lejos de parecerme redonda, pero si que consigue acertar en el tono general y me ha ofrecido diversión sin complejos.

Ezra Miller se ve obligado a crear dos personajes que sean fácilmente distinguibles y, lamentablemente, uno de los 2 a ratos resulta una ridícula versión histriónica… Por el contrario, Keaton y Sasha Calle están genial.

Los cameos y nostalgia le sientan bien. Incluso los desvaríos visuales más extremos le dan personalidad. Aunque también es verdad que hay escenas a las que parece faltarles un par de cocciones a nivel visual… Me da la sensación que puede envejecer muy mal bastante rápido

Al contrario de lo que algunos querían vender, está muy lejos de lo que fue la The Dark Knight de Nolan. Aun así, sí que me ha parecido de lo más disfrutón del Universo DC.

En definitiva, una buena aventura palomitera, muy graciosa y que se toma en serio lo justo (como debe ser). Con sus defectos pero, sobre todo, que se ve con una sonrisa y con la que se te pasa el tiempo en un flash.

Lo que más destaca es una puesta en escena potente y aterradora.

Amplía la mitología y juega con el gore con acierto y sin pudor, pero cojea en la construcción de una historia y personajes interesantes.

Eso sí, ningún amante del género saldrá decepcionado.

Project Wolf Hunting es una sangrienta brutalidad. Muuuy sangrienta (aviso para navegantes).

Curiosa producción coreana que empieza como una película policíaca de acción y acaba en algo parecido a un slasher de fanta-ficción.

Para fans de propuestas así puede ser un sueño húmedo, aunque creo que le falta algún personaje con más gancho.

Con remembers de Soldado Universal, recomendada para fans de la acción más gore.