Situarse en un perdido pueblo de Kansas (Grover's Bend), una familia de clase media de la 'América' rural de los '80, unido a unos extraterrestres peludos, carnívoros y muy molestosos, junto a unos mercenarios a la caza de aquellos, nos da como resultado esta película.
La primera película es la más fresca y original, con pocas muertes (dos personas y varias gallinas), pero tampoco quizás con tanta acción que sus predecesoras. Simplemente estamos ante un producto para paladares sin mucha exigencia, con ganas de nostalgia y 'con cositas' que ofrecer (para aquellos que nunca la hayan visto). Correcta y visible, ahí queda mi resumen del resultado de la obra de Stephen Herek.

Situémonos en 1994, saga de Ghoulies con tres entregas anteriores con resultados bastante discretos y siendo una serie 'B' que rivalizaban nada más y nada menos que con Gremlins y Critters (sagas de mayor calado, sobretodo la primera), se nos queda con la hermana pobre de estas tres.
No se que pensaban los que realizaron esta 'bazofia audiovisual', cuando con los resultados de la tercera, a uno se le hubiera quitado las ganas hasta de pensar en hacer otro nuevo sacrilegio para los sentidos de la vista y el oído.
Guión cutre, actor principal (después de diez años) que nos deja claro que es tan innecesario como malo, ghoulies con disfraces más malos que los del chino de mi barrio en epoca de Carnavales. El seguir repitiendo la explotación del sexo femenino (sobretodo con la actriz Barbara Alyn Woods embutida en un traje de latex tan 'requintado' como un balón medicinal, encima no es la única), y demás componendas que nos hace vislumbrar que nada bueno puede darse en tal desaguisado.
La trama mantiene 'cierto nivel' (dentro de la mediocridad, obviamente), cuando casi al final de la película nos salta con que el ser malvado es la parte oscura de Jonathan Graves, (llamado Dante). Esto termina de sepultar las pocas expectativas que podría tener un desenlace de 'nadar y guardar la ropa'. Por cierto, los Ghoulies poco pintan en la historia, y aparte de ser solo dos (cada nueva película van reduciedo su número), son interpretado por seres humanos, (en vez de títeres). Lo de rellenar con partes de la primera película de la saga, (en una obra de 84 minutos) ya es algo imperdonable.
Sin ideas, con poco ritmo (hasta que la terminan de 'jorobar' del todo), sin ideas, sin dinero y sin vergüenza, esto es mi idea principal de lo que supone esta última película (los Ghoulies al despedirse 'dan pistas', para una nueva entrega, pero parece que después de 27 años nadie con su facultades mentales íntegras se ha atrevido para hacer semejante barrabasada, creo que todo se dfebió a una broma, o a una mala traduccción).

Siguiendo la linea argumental de la segunda entrega, podemos vislumbrar dos hilos en la Historia (la de una feliz colonia marina basada en una isla artificial, donde conviven una "bióloga marina", toda la gente que trabaja con ella, y "una pareja nativa de la zona". En la otra parte, otro biólogo marino que casualmente conoce a la primera, y que fueron pareja, unida con toda una expedición marina financiada por una poderosa farmacéutica sin principios).
La película empieza más o menos donde se queda la segunda, con los tiburones modificados genéticamente, la feliz colonia marina que busca "arreglar el Mundo",(donde se nos comenta de soslayo), los grandes peligros que afronta la Humanidad, como por ejemplo el cambio climático (metido absolutamente con calzador).
En la otra parte, la expedición marina logra cazar a la madre de todos los tiburones (consiguiendo con ello, un valioso botín), para luego entrecruzar la Historia, de estos "dos Mundos", hasta ahora no entremezclados.
De ahí hacia adelante, no pienso desvelar más trama, aunque el guión no me parece del todo malo y mantiene una linea argumental coherente y medianamente interesante. También creo, que los últimos 45/30 minutos de la película se convierten en "un sinsentido", se pierde algo el interés, y humildemente creo que podrían haber dado un enfoque diferente al desenlace (que hubiera dado con ello), un mejor resultado final.
Sin ser mala del todo, el final de la película es floja, por ello creo que la nota no debe ser más que un regular (con todo lo que ello supone). Visible, en momentos entretenida, pero con una conclusión demasiado previsible y floja, que da para lo que da.

Bueno para empezar desde luego que no se respeta para nada la historia original de la primera película en que se basa esta (si en la otra era la del mítico asesino en serio Charles Lee Ray), aquí nos "inventamos" que un trabajador marginado de un país de mano de obra barata se enfada con su jefe, y hace que el muñequito en cuestión, abandone todo atisbo de ética y moral con la que puede ser programado.
Si querían dar un enfoque diferente al guión no hubiera estado mal haber hecho un guiño a la original, pero al obviarlo del todo para centrarse única y exclusivamente en un producto fácil, de rápida absorción (y olvido), para intentar llevar al máximo público a las salas de cines (anteponemos el producto a la veracidad y calidad de la Historia), corremos el riesgo de acabar en una película tan previsible y comercial como esta.
La Historia en si respeta ciertos parámetros de la original (el protagonista, la madre y el detective de la policía), y pese a no tener malas ideas a la hora de afrontar "la desgraciada" muerte de los protagonistas, me parece que mezclan todo eso con un batiburrillo, al introducir en el guión a los adolescentes (cosa que no pasaba en la "original" y que por cierto para mi tiene poco atractivo), tipo Goonies o Stranger Things, que le da un toque de poca consistencia y credibilidad.
El desenlace de la película, me deja aún más desconcertado y de no ser por algunos "efectos de Chucky", me parecería estar tratando con unos de los remakes más flojos, comerciales y previsibles que podría haber visto en los últimos tiempos. Bastante discreto 'remake' que puede de ser visto cualquier Sábado de sobremesa acostado en el sofá. Cualquier intento de haber hecho ir al cine por semejante despropósito, debería avergonzar a todos los que hayan participado de forma directa e indirecta, en semejante bodrio.

Cuando alargar la saga es simplemente un motivo para no perder los derechos sobre esta, pues claramente ocurren este tipo de cosas. Aprovechándose como no del buen nombre de Hellraiser, aún seguimos estirando el chicle hasta que este termina rompiéndose. Finalmente en la trama nos queda el buen nombre de sus buenas obras y de varios cenobitas que salen de forma esporádica en momentos culmines de la película (Pinhead inclusive). Sí entiendo el agotamiento del argumento de la historia, el no querer repetirse y el buscar algo diferente desde la quinta parte, pero eso es una cosa y otra muy diferente, es prostituirse hasta no reconocer casi nada del motivo original de porque existe la saga (simplemente por conservar los derechos, buscando en que hagan algo más decente en el futuro).
El argumento pues fácil y barato: Terror slasher donde varios adolescentes se reúnen en una fiesta para pasarla bien (con el pretexto de tener el mismo gusto por un videojuego y haber compartido la trágica muerte de un amigo en común años atrás) y termina convirtiéndose en una auténtica pesadilla para todos ellos. Si me dices que estamos ante una película de la saga de "Scream", o "Sé lo que hicisteis el último Verano" aún lo puedo comprender, pero de la saga Helllraiser ¿Qué sería lo siguiente? ¿Monos cibernéticos?. Intentan seguir usando algo de terror psicológico (que tan bien le vino a la saga en los momentos de agotamiento, pero ya empieza a caer de un burro), unido a un giro de los acontecimientos que te dejan 'con ese regustillo', de que por mucho que intenten enderezar el rumbo (en alguna medida lo hacen, con Lance Henriksen inclusive), esto no es suficiente para poder salir de un callejón sin salida que se convirtió seguir sacando películas con la excusa de permanecer con 'los derechos Helraiser' y por encima de todo esto, no tener nada que ver con la idea original. Aún así notablemente mejor que el bodrio que anteriormente le precedía (tampoco es que fuera muy difícil superar ese esperpento).