You must be a loged user to know your affinity with Dark_Prince
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6.6
5,239
8
1 de septiembre de 2011
1 de septiembre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué se siente al ser un verdadero héroe en un juego online y darte cuenta que en la realidad no eres más que el típico chico maltratado socialmente? Bien, el tópico de la intolerancia o de la discriminación es alguno de los factores que caracteriza a esta obra, para mí maestra, del cine belga. Ben es un joven belga “enganchado” a un juego online de rol llamado Archlord (tipo Runes of Magic o World of Warcraft) en el que están conectados millones de adolescentes por todo el mundo. El infierno que vive en el instituto contrasta con la vida heroica que lleva en su cuarto, en lo que de verdad cree que es su vida: la vida virtual que le proporciona el juego. En su día a día cotidiano, su gran inteligencia se camufla mostrándose ante la sociedad como un chico tan introvertido que se asemeja a una persona con autismo.
Ben X es un duro drama, basado en hechos reales y digno de ver tanto por su argumento como por la curiosa descripción y combinación de realidades que ofrece. En todo momento, la película muestra un paralelismo perfecto entre lo virtual y lo real, entre el onirismo y la cruel realidad, todo ello acompañado de un emotivo personaje que no parará hasta mostrarnos el héroe que lleva en su interior.
En mi opinión, era casi imposible que, con tanta originalidad, esta película no me fuera a gustar. Eso sí, preferible verla en versión original, aunque el doblaje al castellano no suena mal. Y, para mí sorpresa, lo que iba a ser un mero entretenimiento en ver imágenes del juego Archlord mezcladas con la vida de un joven autista, se convirtió en una serie de sentimientos de repulsión a la sociedad actual por el comportamiento que regalan ante gente como Ben.
Os aconsejo que la veáis, que la sintáis y, sobre todo, que disfrutéis del final que os hará vibrar cuando, sin querer, os brote una sonrisa de oreja a oreja. No desvarío, no, vosotros mismos lo comprobaréis y seréis testigos de las peripecias, escapismos, alegrías, injusticias, y toda clase de situaciones que vivirá Ben al mezclar la realidad con su Second Life.
Por cierto, para terminar mi crítica, os comento una curiosa explicación de lo que lleva consigo el nombre de Ben X. Este nombre si es pronunciado rápidamente en alemán suena igual que “benniks”, que significa “No soy nadie”.
Muy buena película que te da que pensar y reflexionar sobre esta temática tan de hoy en día.
Ben X es un duro drama, basado en hechos reales y digno de ver tanto por su argumento como por la curiosa descripción y combinación de realidades que ofrece. En todo momento, la película muestra un paralelismo perfecto entre lo virtual y lo real, entre el onirismo y la cruel realidad, todo ello acompañado de un emotivo personaje que no parará hasta mostrarnos el héroe que lleva en su interior.
En mi opinión, era casi imposible que, con tanta originalidad, esta película no me fuera a gustar. Eso sí, preferible verla en versión original, aunque el doblaje al castellano no suena mal. Y, para mí sorpresa, lo que iba a ser un mero entretenimiento en ver imágenes del juego Archlord mezcladas con la vida de un joven autista, se convirtió en una serie de sentimientos de repulsión a la sociedad actual por el comportamiento que regalan ante gente como Ben.
Os aconsejo que la veáis, que la sintáis y, sobre todo, que disfrutéis del final que os hará vibrar cuando, sin querer, os brote una sonrisa de oreja a oreja. No desvarío, no, vosotros mismos lo comprobaréis y seréis testigos de las peripecias, escapismos, alegrías, injusticias, y toda clase de situaciones que vivirá Ben al mezclar la realidad con su Second Life.
Por cierto, para terminar mi crítica, os comento una curiosa explicación de lo que lleva consigo el nombre de Ben X. Este nombre si es pronunciado rápidamente en alemán suena igual que “benniks”, que significa “No soy nadie”.
Muy buena película que te da que pensar y reflexionar sobre esta temática tan de hoy en día.

8.6
172,187
10
6 de septiembre de 2011
6 de septiembre de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda alguna una de las mejores películas de su género, si no la mejor. Respecto a premios, sólo fue avalada por casi una decena de nominaciones en el año 1994. En cambio, fue premiada por cada uno de los espectadores que se deleitaron contemplando la obra maestra a la que me refiero.
La historia comienza cuando un joven banquero (Andy Dufresne, Tim Robbins) es encarcelado y condenado a cadena perpetua por el supuesto asesinato de su esposa y su amante. Obligado a sufrir injustamente el peor castigo de la justicia, la pérdida de la libertad, comienza un nuevo tipo de vida tras las rejas que no tiene nada que ver con lo que ha vivido hasta ese momento. Allí, conocerás a un hombre de color (Ellis Boyd “Red” Redding, Morgan Freeman) que terminará por convertirse en su mejor amigo. Poco a poco Andy irá saboreando la crueldad de la cárcel a la vez que descubre los pequeños placeres de la vida, aquellos que, cuando uno vive distante de la esencia humana, termina por olvidar.
De mí, sólo pueden salir elogios y halagos para este largometraje dirigido por Frank Darabont y basado en un relato de Stephen King. La actuación de ambos protagonistas es tan impecable y sublime que cuesta creer que anteriormente no hubieran vivido esa situación. Bordan sus roles. Nos brindan todo tipo de miradas, sensaciones, situaciones y conversaciones que nos atrapan poco a poco hasta culminar en un final que nos definirá visualmente lo que siente cualquier ser al dejar la jaula en la que ha sido enjaulado durante años.
Como he comentado al comenzar la crítica, esta película no será recordada por sus 9 nominaciones – 2 al Globos de Oro y 7 al Oscar- sino por los valores que describe y transmite. Idealiza y encarna la pura amistad entre dos personas que lo han perdido todo y dejan su vida a merced de su ingenio. La razón de no ser premiada hay que buscarla en Forrest Gump, la cual arrasó con los premios. Pocos que imaginaban que Cadena Perpetua, un filme desconocido y sin ser liderado por estrellas del momento, pudiera causar tanta expectación como causó. Sinceramente, esa ceremonia de los Oscar fue la típica en la que las estatuillas deberían haberse compartido por igual.
La magnífica fotografía (Roger Deakins) acompañada del gran Thomas Newman como compositor musical, magnifica aún más cada momento narrado y vivido en la película. Es de esos largometrajes que transporta al espectador a la época en sí, y deja una sensación inolvidable, sutil y conmovedora.
La historia comienza cuando un joven banquero (Andy Dufresne, Tim Robbins) es encarcelado y condenado a cadena perpetua por el supuesto asesinato de su esposa y su amante. Obligado a sufrir injustamente el peor castigo de la justicia, la pérdida de la libertad, comienza un nuevo tipo de vida tras las rejas que no tiene nada que ver con lo que ha vivido hasta ese momento. Allí, conocerás a un hombre de color (Ellis Boyd “Red” Redding, Morgan Freeman) que terminará por convertirse en su mejor amigo. Poco a poco Andy irá saboreando la crueldad de la cárcel a la vez que descubre los pequeños placeres de la vida, aquellos que, cuando uno vive distante de la esencia humana, termina por olvidar.
De mí, sólo pueden salir elogios y halagos para este largometraje dirigido por Frank Darabont y basado en un relato de Stephen King. La actuación de ambos protagonistas es tan impecable y sublime que cuesta creer que anteriormente no hubieran vivido esa situación. Bordan sus roles. Nos brindan todo tipo de miradas, sensaciones, situaciones y conversaciones que nos atrapan poco a poco hasta culminar en un final que nos definirá visualmente lo que siente cualquier ser al dejar la jaula en la que ha sido enjaulado durante años.
Como he comentado al comenzar la crítica, esta película no será recordada por sus 9 nominaciones – 2 al Globos de Oro y 7 al Oscar- sino por los valores que describe y transmite. Idealiza y encarna la pura amistad entre dos personas que lo han perdido todo y dejan su vida a merced de su ingenio. La razón de no ser premiada hay que buscarla en Forrest Gump, la cual arrasó con los premios. Pocos que imaginaban que Cadena Perpetua, un filme desconocido y sin ser liderado por estrellas del momento, pudiera causar tanta expectación como causó. Sinceramente, esa ceremonia de los Oscar fue la típica en la que las estatuillas deberían haberse compartido por igual.
La magnífica fotografía (Roger Deakins) acompañada del gran Thomas Newman como compositor musical, magnifica aún más cada momento narrado y vivido en la película. Es de esos largometrajes que transporta al espectador a la época en sí, y deja una sensación inolvidable, sutil y conmovedora.
Más sobre Dark_Prince
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here