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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Juan Rúas
Críticas 1,500
Críticas ordenadas por utilidad
3
26 de noviembre de 2011
9 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7 días pertenece a esa clase de pelis que esconden los juicios de valor detrás del morbo por la violencia explícita. Recuerdo ahora a Hard Candy (infinitamente más posicionada y mesurada que ésta) pero existen otras obras del mismo tipo, todas situadas desde la posición de una víctima.
Mi intención no es elaborar un criterio sobre las torturas a violadores o torturadores, sencillamente porque no existe tal criterio: hablamos de situaciones límite que traspasan toda reflexión depurada. Lo que sí no me trago es ese placer morboso y gratuito por meter en primer plano la violencia ejercida contra los culpables: ¿A cuento de qué? En su lugar yo hubiera preferido pasar el tiempo restante junto a mi esposa, amparándonos los dos en una mutua contención. El prota se caga la vida por una causa aparentemente justa, pero al hacerlo se está cagando por partida doble en su esposa y familiares, ya sean directos o lejanos. Es cierto que la venganza y el sentimiento de despecho pueden llevar a uno a hacer todo eso y bla bla bla, pero también es cierto que tanto ésta como las otras de pelis de similar temática abordan la cuestión desde un punto de vista alarmantemente reducido.
Pues 7 dias no se inclina a favor de lo que hizo el prota, pero tampoco se pone en contra de él. Lo que parece una postura abierta es en realidad una mera manipulación comercial, dado que las torturas y el gore nos son presentados con lujo de detalles. Entonces me refregan los planteos aparentemente delicados que se exponen; al fin y al cabo solo sirven como adorno para esa otra verdad: 7 días tiene la misma función que Hostel o Saw, despertar nuestro morbo por la carnalia explícita. El resto es palabrerio vacío.
Juan Rúas
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5
27 de mayo de 2022
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cual función de stand up standard, Ricky Gervais se planta en el escenario y hace lo que mejor sabe hacer: reirse y hacer reir, siempre con el peor rollo posible, siempre con el humor negro que le sale de adentro.

A medida que avanza en sus sketchs, puede notarse el armado formulaico de sus chistes. Siempre queda un poco monótono cuando solo apela a los remates, mientras que su actuación gana puntos cuando construye toda una historia sobre la cual hace desembocar toda su mala leche. Desde sentirse una lesbiana, o su afición por guardar una foto de Hitler bebé.

Pese a todo, y de lograr ciertas escenas hilarantes, el show se siente acartonado. Saca tópicos típicos de la "batalla cultural" y los lleva al absurdo. Por otra parte, su humor es mucho más negro cuando toca temas de índole sexual. Busca ubicarse como políticamente incorrecto, pero el mismo debe aclarar que está actuando, que no tiene problemas con las minorías. Sino no estaría en esta plataforma.

El humor negro de la provocación gratuita a veces no logra dar con el fondo de la cuestión, no llega a la raíz, no inquieta. Cuanto más avanzan los chistes, debe aumentar la violencia de su lenguaje, porque ya no incomoda, el espectador lo ve venir.. Es cuando el humor negro, aún estando a favor o en contra de lo que se expone, resulta en un mero divertimento ácido. Sentí a Gervais como a un cómico picarón. Y poco más.
Juan Rúas
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6
7 de octubre de 2021
0 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secreto oscuro presenta de manera sobrenatural una historia mucho más terrenal de lo que parece: una madre conflictuada conoce un tío majo, bien parecido. Hacen buena química y dónde firmo, dice ella. Pronto su hija, una adolescente, conoce al sujeto y algo no le cierra...

Se va formando un triángulo de tensiones madre/hija/novio que oscila entre los celos, la desconfianza y una notoria faceta sexual que la hija, demasiado fría y cerebral, le cuesta asumir. Hasta aquí tenemos una peli indie muy bien filmada, de pocos recursos pero muy bien explotados. Los planos y contra planos de los rostros durante los diálogos, planos desenfocados, el manejo del ritmo en general: la peli, hasta llegado su primer tramo, logra hacer magia con dos duros.

Poco a poco, el género va cambiando. Ciertos sucesos pasan de lo turbio a lo desconcertante y Secreto oscuro se adentra en los terrenos de la ciencia ficción. Sigue manteniendo sus cualidades, pero pierde sutileza dentro de un género que demanda imágenes concretas. Ese tío majo y bien parecido se reservaba muchas cosas. Por momentos, Duemmler pierde sus formas sugerentes y se vuelve obvio. Parece no manejarse igual de bien en el umbral de dos estilos muy diferentes.

El desenlace es más bien cerrado, pero cada elemento de lo que allí sucede debe extraerse de datos salpicados a lo largo de la trama. La peli no brinda la clásica "ahora les explico este final de alguna manera", sigue intentando ser sutil y queda en un resultado intermedio, pero igual válido.
Juan Rúas
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7
10 de junio de 2011
15 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es cierto que El señor de los anillos abrió nuevas puertas, y que por una de esas puertas se coló el juego de Tronos. Sin embargo, los tonos y en última instancia las decisiones formales de esta serie en nada se asemejan a aquel mundo maravilloso, puesto que se observan más similitudes artúricas que legados o herencias de una ya lejana Tierra Media.

Las bases del juego son claras: para el Juego de Tronos se necesita labia, labia medieval y épica de renombre. Dinastías de reyes, bastardos, enanos, nobles, salvajes tienen algo para decir y en cierta forman todos se unen en lo mismo: la solemnidad discursiva. Hasta los discursos de los sujetos más borrachos están afectados por esa marea depurada y dialogal que todo lo impregna. Sobre la mitad de la serie aparecen los factums, o los hechos que determinarán el devenir de una carnalia cada vez más inminente. Pero que quede claro, de las palabras venimos y hacia el lenguaje vamos. Es una red al principio morosa, luego contundente y, ahora sí, cada vez más estricta: las leyes del mundo de Tronos son despiadadas y allí está el centro del curro final: todos parecemos estar doblegados ante las bofetadas de cuatro o cinco imágenes que valen más que las mil y una palabras, ya de por sí conectadas de las formas más elegantes posibles.

Se echa en falta más novedad cohercitiva, quizás las peripecias argumentales centrales se ven venir de antemano y le resta algunos puntos que podamos predecir el futuro como si el espectador de pronto se transformara en un oráculo involuntario. Pero que quede claro, esta serie posee, contiene y no exprime más sus jugos porque debe durar y sorprender. Casi siempre lo logra.
Juan Rúas
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7
26 de febrero de 2022
12 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde ya que al estar sujeta a las leyes de la industria, para Netflix trasladar cualquier guión con base histórica es poco menos que irrisorio. Si tenemos en cuenta que ésto ocurre en Europa y que tiene vikingos, pues... será un pic nic para la burla de los historiadores. Por fuera del cero rigor histórico, la nueva Vikings se ofrece como un producto de una sobriedad inusitada. Una verdadera superproducción donde todo está, casi, perfecto.

Para todos aquellos que veníamos desde los inicios de la serie, aún teníamos entre ceja y ceja el desparpajo de sus últimas temporadas. Como hacer que una de las mejores series de la actualidad sea lastrada por razones poco claras. Digamos que el bajón de calidad de aquella fue tan notorio, tan abrupto e inesperado...muy sospechoso todo.

Actualmente Vikings:Valhalla retoma el legado de sus inicios. Pero a no confundirse: es una serie 100% estadounidense en sus formas. Bastante lejana de aquella serie europea/irlandesa. Mi desconfianza duró poco: luego de un primer episodio un tanto tibio, plagado de lugares comunes acumulados como por un tubo y un exceso de solemnidad impostada en sus discursos, la trama encarrila. Los vikingos, bastante más civilizados, empiezan, no obstante, a dotar el relato de ese espíritu salvaje que los caracteriza. Los giros del guión están colocados en momentos puntuales. Ninguno de ellos se muestra forzado, los cambios en la actitud de los personajes ofrecen motivaciones razonables. Salvo uno: una monumental casualidad que sirve solo a convenciencia del guión (spoiler).

En sus ocho episodios, la serie compacta y desarrolla con prolijidad la historia: curioso, ninguno de ellos aparece como relleno. Sí se nota un cambio argumental fuerte entre la primera mitad y la segunda mitad, pero ésta transición refresca una trama que se hubiera dilatado demasiado si los vikingos tardaban en atacar Inglaterra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Rúas
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