El increíble actor (y en esta serie también guionista) Tom Hardy, junto con el magnífico Steven Knight hacen una serie de televisión única. Una maravilla para el lector aficionado. Sí, he dicho bien, para el lector. A quien no le guste los libros, y se esconda en la televisión porque crea que es un producto de fácil consumo, esta no es su serie.

El actor y el creador ya habían coincidido antes en una serie de Netflix (Peaky Blinders). Ahora van un siglo más atrás y a otra plataforma de pago (HBO). Mientras que en la primera serie es una historia de mafiosos y de corrupción, esta segunda serie no tiene nada que ver.

Si alguno de ustedes se ha leído a Conrad y sobre todo, su obra principal "El corazón de las tinieblas", y le ha gustado, esta es su serie. La dupla Hardy-Knight han realizado una actualización de Conrad. La oscuridad de sus personajes y lo prohibido, pero esta vez en el culpable no es África sino América.

Son sólo ocho episodios y el creador ha dicho que la idea es hacer tres temporadas. Espero que la HBO les de el visto bueno. Aquí tienen un filón, no tan jugoso como "Juego de Tronos", pero sí de la misma calidad.

Tras la noche de los Oscar, en la que vivimos un error histórico, me he decidido a hacer esta crítica a "La La Land". La película que ganó merecidamente el premio a Mejor Película y que lo perdió por el buenísmo político.

¿Qué es "La La Land"? Un musical. No, es mucho más que eso. Es una historia de amor que recurre a la nostalgia del cine clásico para contarnos una historia actual. Un amor que ha podido ocurrir en 1950 o en el 2017, pero un amor aderezado de un buen número de números musicales y grandes canciones que son ya parte de la historia.

¿Un remake de "Cantando Bajo la lluvia"? Sí, y de otros muchos musicales. Bebe, y lo hace con descaro y sin miedo de un sinfín de buenos musicales que marcaron una época, para hacerse un hueco y marcar ella misma otra época. La gran película de "Los Miserables" queda eclipsada por la frescura que transmiten los personajes de esta película y las grandes canciones.

¿Se merecía el premio a Mejor película? Sí. Se merecía ese premio porque es cine. Yo creo que el cine tiene que transmitirte emociones y estar metida tanto en la película que creas que esa vida es posible. Que después de los créditos finales haya algo más. Que quieras poder ver pasear a los protagonistas por la misma acera que tú. Y lo consigue. Y mucho más. Consigue que semanas después de ver la película, sigas pensando en esos personajes.

Olviden que la corrección política ha quitado el Oscar a esta película. Disfrútenla.

Narciso Ibañez Serrador, dijo una vez que hizo varios capítulos de "Historias para no dormir" con el sobrenombre de "Mañana puede ser verdad". Este capítulo es uno de ellos.

No es un miedo normal. No habla de fantasmas ni de asesinos. No hay un malo al que se le pueda temer y contra el que se pueda luchar. El genial director centra su atención en el ser humano. En la peor de nuestras condiciones, en el peor de nuestros pecados. en la peor evolución posible. Nos muestra cómo podemos llegar a ser. Nos advierte sobre nosotros mismos; antes si quiera, de que nos hayamos planteado esta opción.

El velo de humor y drama que pone en los momentos precisos sirve únicamente para contar mejor una historia. Para relatarnos con más facilidad la cruda realidad (aún por vivir). Y, como sólo los genios pueden hacerlo, nos muestra un final tan tétrico y tan sobrio, que no hay espectador que pueda estar sin pensar en ese final durante días.

¿Se atreven?

En la vida, hay cosas que dejamos pasar. Esta película es una de ellas. Una brillantísima interpretación de James Stewart (como siempre), con unos paisajes preciosos y una música excelente.

No se la pierdan.

Una trama comenzada In media res, unos decorados inexistentes y una sangre irrisoria. Como ya pasó en la película Seis balas, una venganza... una oración; el magnífico Lee Van Cleef, con su estelar interpretación lleva a buen puerto esta película. Les recomiendo encarecidamente que la vean.