Ese Bill Murray entrando en el dentista, era el único capaz de interpretar esos 5 minutos de película de los que te acordarás siempre: el antiguo papel de Jack Nicholson. Quien más podía hacer tan demencial papel y que quedase tan perfecto? De los momentos musicales, que decir de la voz de Ellen Greene? Desgarradoramente bella y perfecta, llega a tonos y matices de ensueño. En Suddenly Seymour es imposible no acordarse de La Sirenita o Grease.
Los efectos especiales de la planta son espectaculares, la planta no puede ser más fresca, descarada, sinvergüenza, y la verdad te hace reír. Esos morritos... ay! Esta muy bien hecha, se nota la mano de Frank Oz, que la verdad la hace un personaje muy real. Quien quiere efectos digitales teniendo al creador del mismísimo Yoda, Dentro del Laberinto, los Teleñecos o Cristal Oscuro haciendo muñecos de verdad? En fin nada que decir de esta joya del cine ochentero que no se haya dicho ya: recomiendo redisfrutarla de vez en cuando porque es una delicia para los sentidos.

Es de esas películas en las que todos sabemos que algo huele fatal, en las que quisieras decirle a la prota que bajo ningún concepto suba por esa escalera... o que por dios bendito no se asome a donde se oyen los susurros: porque todos sabemos que le va a pasar algo malo. Es de esas películas en las que te cabrea que ella se meta en la boca de lo que a todas luces es el lobo! Pero de eso se trata en novela gótica, los protagonistas son arrastrados a un trágico destino por no pensar con la cabeza sino dejándose llevar por las emociones. Es la definición de romanticismo. Desde el inicio de la película sabes que hay cosas malas que sucederán. Por supuesto que todos nos hemos dado cuenta de que esa casa donde la lleva su marido no era normal. Por supuesto todos nos hemos dado cuenta de que entre esos hermanos corría algo más que la sangre. Por supuesto que nadie es tan tonto de haberse quedado en un sitio donde sabes que hay fantasmas y que encima estás siendo envenenada. Pero esto es una novela gótica, casi un cuento los hermanos Grimm. Debe haber un personaje tan cándido que se meta en una trampa evidente, y que a pesar de todo salga victorioso ganando a las fuerzas del mal. Una delicia tanto argumentalmente como estéticamente!