Dado que jamás he sido seguidor de los tebeos de superhéroes, no conocía a Black Adam, sí a Shazam! por la película anterior, y en general califican a la película como floja, pero a mí me ha gustado, y más cuando veo que el feminaz... woke ni movimientos racistas como Black Li(v)es Matter no lo han impregnado de su enorme miseria, salvo que se me haya pasado, pero aunque haya algo, no ha sido grave.

Sin embargo, me ha producido tristeza esta película, porque desgraciadamente al contrario de lo que daba a entender en los títulos postcréditos, JAMÁS veremos a Superman y Black Adam juntos en una película, no al menos con Henry Cavill y Dwayne Johnson, y habría sido apoteósico, y si ya estuviese el resto, o sea, Batman, Flash, Mujer Maravilla y Aquaman y alguno más, ya la repanocha... Pero ya digo, esto no va a ocurrir, una auténtica pena, sin duda.

Continuación de la primera aventura del Hombre-Araña progresista cuyo protagonista es Miles Morales, un adolescente negro normal que se topa con los poderes tras picarle una araña radiactiva que no debió picarle. La primera me gustó, a pesar de que la agenda progremon-guer, pijopropgre o woke tienen que teñir todo lo que toca, es más, al parecer tuvo buena acogida, peeero, ha sido salir la segunda parte y la han cagado pero bien.

Si ves la película sin más puede entretenerte, el problema es que en sus más de 2 horas de duración puedes acabar con un colapso mental de cuidado. Los efectos visuales a mí no me han gustado, una cosa es dar un toque moderno, otra es que parezca que te has tomado 4 LSD, y ya no digamos cuando el guion empieza a dar vueltas que hace que te puedas perder.

Quitando eso, ya digo, aunque el protagonista es un chico negro hijo de un negro y una hispanoamericana siendo admisible, la primera película fue entretenida, diferente, en esta segunda la agenda totalitaria woke se mete hasta el más mínimo detalle, apareciendo hasta una mujer-araña negra y embarazada (me juego el cuello a que lesbiana) y, por supuesto, supermegahiperempoderadísima. El, digamos, malo de la película, un Spiderman "organizador" de los multiversos, en la versión española está doblado con acento mexicano... Lamentable, no viene a cuento. Y bueno, por supuesto, a los Spiderman varones blancos los pintan como poco inútiles y estúpidos, quedando a la altura del betún al lado de la negra embarazada y, la probablemente, protagonista de la historia, Gwen Stacy, porque al final parece ella más protagonista que Miles Morales, aunque sinceramente, si fuese un personaje real, creo que me habría enamorado, porque está dibujada de manera preciosa.

Y por último, a colación del ninguneo de los personajes de varones blancos heterosexuales, el Spiderman original, único e inigualable, Peter Parker, ya en la primera parte es representado como un fracasado, y en la segunda aparece con su hija de 1 ó 2 años, pero aun así yo percibo, una vez más, cómo se intenta acabar con los blancos o mínimo dejarlos en ridículo, y un ejemplo es que entre los dos protagonistas, Miles y Gwen hay algo, y de ahí sólo podría salir descendencia mestiza.

Pero lo que más me ha encabro..., con perdón, es ver que uno de los chupiguays supermanes de ese grupo selecto de la historia, es un indio antibritánico luchador antifascista, ooohhh, tanto que hasta se escucha en una ocasión durante el derrumbe de un edificio, creo recordar, algo así como "Eso es la metáfora del capitalismo", porque es muy malo, sí, ese capitalismo que permite gastarse millones de euros en una película para tratar de adoctrinar al personal.

Vamos, que estoy muy decepcionado, bastante era ya que todo personaje varón blanco hetero haya que desvirtuarlo porque patatín, pero el wokismo totalitario es incapaz de mantener sus ideología en un segundo plano.

Película en la que los wokistas (pijoprogres en España) disfrutarán de este despropósito. Sinopsis de la película: chica negra, descendiente de blancos (concretamente de una abuela más blanca que la leche y ex mujer de Drácula) se enfrenta a él, blanco, por supuesto, el cual encarna el mal, y no sólo porque sea Drácula, sino porque hace clarísima referencia al hombre blanco heterosexual, y debe ser combatido por la raza negra personificada en la protagonista.

El ejemplo evidente de lo que digo y que es irrefutable, es lo que dice la amiga de la protagonista al final de la película en referencia a uno de los personajes, el primo (blanco también) de la protagonista negra: "Mira que es blanco"... Frase que en sentido contrario sería objetivo de campañas ideológicas. En definitiva, es una película racista anti blancos como desgraciadamente son la mayoría que se lanza desde hace unos años y poniendo a la mujer en el altar para denigrar al varón.

En resumen, otra bazofia ideológica que sólo me la he visto porque la protagonista está buena (la conozco de "Juego de Tronos") y porque va de vampiros, y oye, aun sabiendo de sobra el desarrollo y final de la película (no hay que ser muy listo para saberlo), me la he tragado porque me encantan los vampiros, pero que por culpa de la ideología debo puntuarla lo más bajo posible.

No puedo creerme que hasta la fecha no haya críticas destructivas con un punto o dos. Supongo que alguna persona llegará a ponerle un punto o dos, pero ya digo, es raro, pues el voto mínimo ha sido un seis. Y todo esto teniendo en cuenta las desastrosas películas recientes de Disney en las que el adcotrinamiento de cierta ideología está por encima de todo aunque para ello haya que destrozar historias antiguas.

Dicho esto, probablemente este tipo de películas sólo estén "hechas" para gente que sabe lo que es convivir con un animal no humano, sea unh perro, gato, caballo o un psitácido. Los que hemos tenido algún animal a nuestro cargo, es casi seguro que nos emociona, y más con una banda sonora tan bonita y adecuada.

Lo que me entristece es ver que la injusticia que ha existido y existe en el mundo (y más en estos tiempos con ciertos hechos) también es aplicable a un perro, que si bien no fue el único, fue el que más distancia y riesgo tuvo.

Chavales problemáticos de un instituto de Zaragoza consiguen ganar el campeonato de España de Ajedrez con su instructora a la cabeza y luchando contra su ex, el director de un prestigioso colegio 10 años seguidos campeón. Todo parece muy guay, típica película de superación, de buenos valores, peeeero, claro, uno lee que está basado en hechos reales y pensará que habrán intentado ser fieles a la realidad... Pues ni de coña, no se parece en ada.

Los chavales de la historia real son gente nomal, de 12 años al parecer; los de la película ya no cumplen los 16 y son una panda de macarras de manual menos el chino que trabaja en la tienda de sus padres y una chica timidísima e inexperta en la vida. Visto así es una copia de una copia de varias películas que hay del típico profesor que logra que alumnos problemáticos cambien de mentalidad y saquen todo su potencial. Por cierto, obviamente alguno de los chavales/as hacen apología d elas drogas y el macarrismo, es más, se nota que en sus vidas son así, hay detalles que lo delata.

Pero luego hay otra parte. La protagonista encarnada por Alexandra Jiménez, es una pija salida de un barrio humilde (con lo que pretende dar ejemplo) mientras que el protagonista de la historia real es un hombre normal, maduro, y que logra casi lo impensable. Pero claro, el mal llamado progresismo tiene que meter a una mujer, no vaya a ser que tanto hombre estropee una bonita historia... Falsa.

Pero lo gracioso ya no es sólo inventarse una historia basada supuestamente en algo real ocurrido, sino que hay situaciones lamentables como que haya un accidente de tráficos en Zaragoza, no haya ni un solo coche, y la policía ni detenga a nadie ni investigue, como otra situación condrogas que se da en la película, todo queda en anécdota.

Y por supuesto, había que dar el típico mensaje progre de que el sistema es el culpable de todo lo que le ocurre a estos chavales, ya saben, el capitalismo, la heterofachosfera ésa que se ha inventado esta nueva izquierda.