Gutierrez y de la Torre, convierten esta película, de escaso guión y final simplón, que recuerda mas al teatro que al cine, en un film que se deja ver muy bien.

Pretende contarnos una historia, basada en hechos reales, de un héroe del sentimentalismo. Una historia que navega entre esporádicas escenas de tiros y bombas y que no te engancha en ningún momento. La película se hace tediosa, desesperantemente lenta, no progresa, no fluye, no consigue nunca crear el más mínimo interés en seguir con ella. Además, los actores y actrices colaboran de manera apreciable en el aburrimiento insufrible que inflige la visualización de esta creación, que no vale ni el celuloide que han empleado en ella.

Al igual que en las de Tarantino, hay mucha sangre, dialogos largos y absurdos, pocos exteriores, escenas largas y sin demasiado ritmo, mucho drama y humor negro (aunque mas sutil y en menos cantidad).

Los actores principales muy bien, especialmente Estwood.

Un 8 sobre 10