Haz click aquí para copiar la URL
España España · barcelona
You must be a loged user to know your affinity with avanti
Críticas 314
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7 de diciembre de 2017
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con Murder by the Book (Homicidio de acuerdo con el libro) (1971) se inicia la primera temporada de Colombo, un telefilm dirigido por el joven Steven Spielberg que en décadas posteriores se convertiría en poco menos que en uno de los patriarcas más influyentes que Hollywood diera en generaciones. En el mismo año que Spielberg dirigió El diablo sobre ruedas, para la televisión y que poco después pasó al formato cinematográfico), nos da una idea del talento creativo y de puesta en escena propias de un visionario que puede ver la acción y narrarla de manera única en Murder by the Book.

Kent Franklin (Jack Cassidy), colaborador en otros episodios de la serie, y Jim Ferris (Martin Milner), son autores de una línea de novelas de misterio en las que el personaje central Mrs. Melville) ha dado grandes dividendos a ambos autores, uno escribiendo, el otro representando. Alguna desavenencia de tipo personal, fundamentalmente económica y creativa , lleva a Kent a transformar el curso de los acontecimientos, planeando la mejor forma posible de quitar de en medio a su socio y verdadero talento creativo Jim.

Como espectadores, asistimos a la complicidad en la intencionalidad y preparación por medio del engaño del asesinato perfecto, con coartadas que la propia Mrs. Melville (según el socio de Jim) hubiese firmado. La consumación de los hechos con todo lujo de preparativos y detalles en el que el teléfono tiene función principal en la trama, desemboca en la acción premeditada por Kent para que la esposa de Jim, ignorándolo todo, asista por teléfono al asesinato del novelista.

Colombo (Peter Falk) hace presencia en la escena con su habitual sentido olfativo: mira, destaca, se pregunta, deduce y resume cualquier situación en la escena del crimen por medio de la intuición en la que siempre ha creído, acompañado por los ‘pequeños detalles’ que normalmente pasan por alto, caso que no ocurre en nuestro avezado aunque distraído detective de origen italiano.

Solo su tozudez y la total dedicación en su trabajo hacen posible alterar la tranquilidad del sospechoso, ser rehuido por los investigados sin conseguirlo, mantener la coletilla de ‘una pregunta más’ como broche a cualquier escena donde todo lo que parece normal, lógico o irrefutable, convirtiendo a Colombo en el arte de la insistencia, lo cual le lleva hasta personajes clave para la solución del caso: Joanna Ferris (Rosemary Forsyth) la dolorida esposa de Jim, o Lilly La Sanka (Barbara Colby), propietaria de la tienda proveedora de alimentos.

El realizador nos muestra una ambiciosa cinta donde la utilización de primerísimos primeros planos y algunos planos detalle, agregados a los genéricos americano, general y medio, entre algunos otros, dota a Homicidio de acuerdo con el libro, un más que destacable trabajo en la serie, volcado en la historia contada donde toda la tensión se centra en saber cuándo Colombo se percatará finalmente que lo que busca, generalmente es a alguien próximo a la víctima.

Complemento genealógico: Colombo cita en tres ocasiones a su esposa.
21 de octubre de 2017
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El abominable doctor Phibes (1971) es una película de Robert Fuest 1927-2012). Iniciado como estudiante de arte, trabajó durante largo tiempo en el departamentos artístico para la televisión inglesa, hasta convertirse en director de arte de la popularísima serie Los Vengadores, entre las múltiples realizaciones, especialmente para las series del momento. Su incursión en el cine se reduce a un pequeño grupo de películas entre las cuales el certero par de terror, algo desigual en sus resultados, en torno a la vengativa figura del furibundo doctor Phibes, personaje salido del guión de James Whiton, y William Goldstein, la música de Basil Kirchin y la fotografía de Norman Warwick, partes responsables de esta primera y exitosa entrega.

Robert Fuest luce sus propios recursos artísticos para presentar un atrezzo plagado de malvada belleza visual, de macabra prosa poética entorno al vengativo Dr. Anton Phibes (Vincent Price) con sed de venganza dirigida a quienes en su día le arrebataron lo que más quería: Victoria Regina Phibes (Caroline Munro) su esposa. Los doctores responsables de la mortal operación entre los cuales Longstreet (Terry-Thomas), Kitaj (Peter Gilmore) o la enfermera Allen (Susan Travers) se encuentran en el vengativo objetivo del maléfico doctor que gracias a sus estudios de música y acústica pudo ingeniar el mecanismo necesario para comunicarse con el mundo exterior después de haber sufrido un terrible accidente. Todos los participantes vivirán amenazados desde las oscuras sombras la oportuna venganza que el irascible doctor guarda para cada cual.

La sobriedad de Scotland Yard entra en juego en pleno desconcierto apreciado en los gestos sorprendidos y desconcertantes del Inspector Trout (Peter Jeffrey) al recibir confusas noticias de su subordinado el Sargento Tom Schenley (Norman Jones), nada de lo cual se toma en serio el Superintendente Waverley (John Cater) creyendo que se trata de un cúmulo de ineptas actuaciones del inspector, el sargento y sus subordinados, exigiendo solución inmediata para dejar de hacer el ridículo público de sus servicios.

El macabro desarrollo de los acontecimientos nos lleva a presenciar las venganzas entre almidonadas escenas de estremecedora belleza mortal de los responsables sufriendo en sus carnes las plagas bíblicas aplicadas por el vengativo doctor, para todos el mismo fin excepto para el cirujano jefe Dr. Vesalius (Joseph Cotten) a quien Phibes le da la oportunidad de salvar a su hijo Lem (Sean Bury) de una muerte segura, oportunidad que no le dieron a su amada esposa.

El acelerado y algo caótico final nos lleva hasta el desenlace previsto por el Dr. Phibes con la incondicional ayuda de la misteriosa Vulnavia (Virginia North). Consolidado el caos previsto, y desaparecido el Dr. Phibes, Scotland Yard y sus avispados agentes se encuentran entre lo que fuera la mansión del doctor, que entre grandes y atronadores acordes de órgano nos lleva al final de una película contextualizada en diferentes géneros de terror vecinos, sobre la consumada estética mortal del Dr. Phibes, hecho que origina dudas sobre las verdaderas preferencias de su director entre personajes y atrezzo en un ejercicio de escenografía algo sobrepasado: desde la cuidadosa mansión decorada con aires art déco, a la impresionante Orquesta Mecánica del doctor.

El emergente y majestuoso órgano transmisor entre las oscuras sombras de las tinieblas y la vida, nos conduce hasta los trabajados vestuario de nuestros protagonistas y la cuidadosa estética de la morada secreta, lo cual nos da finalmente un resultado correcto algo desequilibrado a favor del atrezzo, bueno en su conjunto y certero como cine de miedo estético, sin más, pudiendo facilitar al espectador: terror, sobresaltos, ensimismamiento, y un buen montón de poética visual más allá del argumento y la evocadora melodía Over the rainbow junto a la premonitoria sonrisa final surgida desde la más profunda oscuridad.
5 de marzo de 2017
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Warren Beatty y Buck Henry, realizaron en el año 1978 un curioso remake de El difunto protesta (1941) de Alexander Hall: El cielo puede esperar, con guión de la veterana Elaine May y Warren Beatty. Ambos directores venían de una conocida carrera interpretativa entre la que destacamos: Esplendor en la hierba (1961) del gran Elia Kazan, y Juventud sin esperanza (1971) de Milos Forman (Beatty y Buck respectivamente). Sus intervenciones en una comedia celestial entretenida y fácil de asumir donde se mediatiza incluso al poder divino, nos da un resultado ameno y entretenido en su conjunto.

El guión, basado en la obra Heaven can wait del americano Harry Segall, nos presenta la imposible relación...a veces, entre alma y materia, representado en el inexperto y algo malhumorado escolta celestial The Escort (Buck Henry), y el terrenal deportista Joe Pendleton (Warren Beatty) cuya única meta es jugar para ganar el campeonato
de fútbol americano bajo la supervisión del amigo y entrenador Max Corkle (Jack Warden).

La narración nos lleva por el camino de la equivocación celestial a la solución mediática de Mr. Jordan (James Mason) en una sobria interpretación como director en la Estación de tránsito, hasta donde llega el sorprendido Joe Pendleton convencido del error que se ha cometido con él. Betty Logan (Julie Christie) es la joven activista que hace dudar al deportista sobre su transitoriedad entre los vivos en el cuerpo ajeno de un tal Mr. Farnsworth sin que sospeche en absoluto la verdadera identidad de este.

Las escenas de situación rayanas en el paroxismo del secretario Tony Abbott (Charles Grodin) y la Sra. Farnsworth (Dyan Cannon), se completan con el esmerado servició de la mansión: el elegante y servicial Sisk (Joseph Maher), el preocupado mayordomo Bentley (Hamilton Camp) y sus detallados servicios con el vestuario, el cuasi ausente aunque servicial Everett (Arthur Malet), entre un largo elenco de intérpretes, convierten los gags en divertidas y amenas situaciones de enredo, donde no podía faltar un investigador, personificado en el gran secundario de la comedia Vicent Gardenia, como Inspector Krim. Las escenas se suceden de forma paralela entre un estadio repleto y un salón comedor también repleto...de sospechosos con un representante de la ley tratando de hacer su trabajo.

A pesar de los problemas surgidos entre los celestiales personajes y los mundanos humanos, Warren Beatty y Buck Henry, logran una comedia sin asperezas ni agrios protocolos conductuales gratuitos, derivando en un resultado final que deja la agradable sensación de intemporalidad, mereciendo ser visionada como un excelente y entretenido remake con personalidad propia al más puro estilo hollywoodiense con fotografía de William A. Frake y la acertadísima música de Dave Grusin guiándonos a través de un entramado limbo celestial...en la Tierra.
13 de agosto de 2018
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El neorrealismo italiano tuvo en el actor, guionista y director Aldo Fabrizi (1905-1990) un buen referente en sus contenidos: su cine, próximo a una sociedad que rechazaba la grandilocuencia cinematográfica en favor de mostrar las relaciones sencillas y humanas de la sociedad del momento, escribió junto a Luis Lucas, José Gallardo y la colaboración de Mario Amendola, el guión de "El maestro" (1957) basado en la novela corta "Dabar" de Luis Lucas Ojeda.

La larga y fructífera carrera de Aldo Fabrizi en el cine, iniciada en 1942,dio pronto buenos resultados con su interpretación como sacerdote en "Roma, ciudad abierta" (1945) de la mano de Rossellini. Seguiría un frondoso camino creativo demostrado en las singulares interpretaciones que le marcarían el camino: "Vida de perros" (1950) de Monicelli, "Una hora en su vida"(1950) de Blasetti, por la que recibió premios y reconocimiento internacional o "El ángel vestía de rojo" (1960) de Nunnally Johnson que junto al elenco internacional Ava Gardner, Dick Bogarde o Joseph Cotten entre un extenso reparto, marcaría definitivamente el buen hacer de Aldo.

"El maestro" (1957) narra los acontecimientos de un maestro de pueblo y de su hijo, destinado a la Escuela Santa María, en la capital, donde además espera noticias para hacer realidad la construcción de una escuela de pintura, lo que resume el contenido esencial de esta agridulce comedia. Alfredo Mayo, Julia Caba Alba, Mary Fernández, Julio Sanjuán, José Calvo, Mercedes Barranco, o el mismo Aldo Fabrizi, más el colorido y variopinto grupo de alumnos nos lleva a vivir desde la proximidad emocional las deficiencias y los anhelos propios de cada cual: bautizos, convivencias, relaciones, conocimientos, aprendizajes, superaciones..., todo mezclado nos da un resultado donde la fugacidad de los acontecimiento irrumpe sin piedad, así como el resultado a los conflictos personales del maestro acompañado por el toque surrealista de un niño, (protagonizado por Marco Paoletti) un pincel y un silbido que entrelaza la trama y que sorprendentemente nos lleva al desenlace de esta coproducción ítalo-española propia del neorrealismo italiano.

Sergio Leone como ayudante de dirección, Luis María Delgado como director adjunto y la música de Carlo Innocenzi y Isidro B. Maiztegui entre un voluminoso equipo técnico, dieron forma a "El maestro", película reconocida y valorada al ser nominada al León de Oro del Festival de Venecia de 1957.
14 de enero de 2018
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lovely but lethal (Adorable pero letal) dirigida por Jeannot Szwarc en 1973, es el primer telefilm de la tercera temporada y dieciocho de la serie (pilotos incluidos), donde se trata el delicado tema de la eterna juventud, de la belleza estética conseguida a cualquier precio. En el camino para conseguirlo se recurre a la investigación, al espionaje industrial, a la coacción, a la traición y finalmente al asesinato. El veterano Murcheson (Fred Draper) químico investigador venido a menos y algo borrachín, trabaja para la Béauty Marc Inc., empresa especializada en líneas de cosméticos, donde investiga las propiedades de la crema milagrosa que al parecer eliminará finalmente las arrugas. Los resultados no llegan y los fracasos se acumulan.

El joven químico Karl Lessing (Martin Sheen) posee un tentador frasco de crema producto de sus propias investigaciones al margen del veterano químico. Por vías poco ortodoxas llega al conocimiento de la empresaria Viveca Scott (Vera Miles) la existencia de ese frasco milagroso mediante la indiscreta Shirley Blaine (Sian Barbara Allen) secretaria personal de David Lang (Vincent Price), la competencia en el negocio de los cosméticos de la voraz empresaria.

Presentados los personajes principales, se desencadenan los hechos que llevarán al asesinato del joven investigador quien al parecer tiene alguna cuenta pendiente con a la ambiciosa Viveca quien, en un arrebato de furia por conseguir la ansiada crema rejuvenecedora, elimina, con premeditación o sin ella, al joven químico. Tras poner en conocimiento al espectador sobre los hechos (como es preceptivo en cada uno de los telefilms que completan la serie) en la habitual línea utilizada por anteriores directores, el realizador Jeannot Szwarc también lo hizo con solvencia, dando entrada en escena al siempre ausente (en apariencia) Colombo, inmerso en su particular y mañanero mundo culinario intentando sazonar su desayuno mientras hace las primeras pesquisas sobre la escena del crimen que le llevan hasta la Béauty Marc Inc. así como a la Finca de Belleza y Estética para obesos.

Eliminada la indiscreta Shirley, y demostrada la no implicación de la competencia en el asesinato, nuestro teniente de policía centra (con su habitual y persuasiva insistencia) sus sospechas sobre Viveca Scott gracias, entre algunos detalles, a unos molestos picores en una de sus manos cubiertas con guantes y la coincidencia de similares molestias en nuestro investigador, lo que lleva a Colombo y el caso de la hiedra venenosa a solucionarlo por afinidad y sin paliativos gracias a la información facilitada por su cuñado, junto a secundarios habituales como el Sargento (John Finnegan), o el trabajador de Mantenimiento (Bruce Kirby) entre otros personajes a lo largo de la serie, además de la carismática y expresiva Masajista (Anne Ramsey) en plena evolución hacia caracterizaciones absolutas que llegaría a deleitar al cine de aventuras y comedias principalmente como insensible, gruñón y envejecido personaje en títulos como ‘The Goonies’ (1985) o ‘Tira a mamá del tren’ (1987).

Complemento genealógico: Colombo cita a su mujer en tres ocasiones y, una cuarta vez indirectamente; también nombra en una ocasión a su hermana, a un sobrino en dos ocasiones y, a un cuñado y su familia en una ocasión, además de una segunda por otro personaje.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para