Simpática película con aire de telefilm sobre unos niños que "juegan" a capturar la bandera.
Las armas ficticias que llevan, a ojos de los niños, se transforman en un auténtico arsenal.
Amistad, amor, liderazgo, son temas tratados en el film, de una manera ligera y amena, intercaladas por escenas de acción y maniobras militares, que parecen sacadas de un film de guerra (salvando las distancias, evidentemente).
Hay que elogiar a la cinta su honestidad y sencillez, y el correcto reparto, que hace que ninguno de los chavales sea muy cargante y sobreactuado (bueno, quizás el protagonista merezca alguna que otra colleja).
En definitiva, película pasable, sencilla, pero con cierta originalidad, que a más de uno le hará desear ser niño otra vez, y jugar a estos juegos de guerra.

Moderadamente entretenida pero muy mediocre en casi todos su aspectos:
- Mucha cara conocida para tanto personaje sin carisma.
- Un protagonista a lo John McClane de segunda división.
- Un malo con muchas pretensiones y unas motivaciones demasiado pobres.
- Ni una escena de acción mínimamente original.
- Una historia absurda con unos giros de guión tan manidos que dan hasta vergüenza ajena.

Como película de acción al uso es pasable, pero como todo lo que le rodea es tan cansino, previsible y típico, apenas merece un visionado.

Desidia, aburrimiento y mala leche, eso es lo que me ha producido esta película. Hay que reconocerlo, aquí solo se salva la ambientación.
La cinta parte de una premisa típica pero la manera de ejecutarla lo es mas aun. Personajes estereotipados planos y sin carisma, Sean Pean da vergüenza ajena, Josh Brolin esta como siempre, mediocre, y Ryan Gosling con su típico carisma que empieza a volverse una caricatura cansina.

Y esto es lo que tenemos en esta cinta, conversaciones de pacotilla (“Hay dos cosas que no puedes echar atras... las balas y las palabras “), parecen escritas por un quinceañero. Escenas totalmente absurdas, sin estilo ni gracia.
Pero lo que realmente me ha enfadado de esta película, es que parecía que se estaban riendo de mí , si si, como si el director y estos supuestos actores consagrados estuvieran partiéndose el culo a mi costa vendiéndome un producto artificioso, totalmente banal, hecho indudablemente para un publico adolescente.

Yo indudablemente no esperaba eso, una lastima, pero el cabreo no me lo quita nadie.

El estilo del metraje, cámara en mano, esta muy trillado, pero aquí, funciona perfectamente, dándole un aire de verosimilitud, ayudado por la correcta ambientación y vestuario.

Su enfoque serio y realista limita demasiado la diversión, le hace falta más escenas bizarras, algo que realmente sea para recordar, aparte de algún que otro diseño de las "creaciones". Y hablando de los diseños de los monstruos, la mayoría están muy conseguidos aunque alguno que otro se note cierta inspiración con "Big Daddy", del videojuego Bioshock (si no sabéis de qué hablo buscarlo y veréis).

En definitiva, película entretenida, que no desentona en ninguno de sus apartados, simple y efectiva, pero que no deja de ser una film de serie B bastante prescindible, a no ser que seas seguidor de este tipo de cintas.

La película falla a todos los niveles, lo que en un principio podría parecer un ejercicio psicológico bastante interesante, se diluye en un guión carente de profundidad, con unos giros forzados y poco originales.
La ambientación y las actuaciones son correctas pero no levantan un film tan poco inspirado al que le falta tensión, contrariamente a lo que pretende.