Desidia, aburrimiento y mala leche, eso es lo que me ha producido esta película. Hay que reconocerlo, aquí solo se salva la ambientación.
La cinta parte de una premisa típica pero la manera de ejecutarla lo es mas aun. Personajes estereotipados planos y sin carisma, Sean Pean da vergüenza ajena, Josh Brolin esta como siempre, mediocre, y Ryan Gosling con su típico carisma que empieza a volverse una caricatura cansina.

Y esto es lo que tenemos en esta cinta, conversaciones de pacotilla (“Hay dos cosas que no puedes echar atras... las balas y las palabras “), parecen escritas por un quinceañero. Escenas totalmente absurdas, sin estilo ni gracia.
Pero lo que realmente me ha enfadado de esta película, es que parecía que se estaban riendo de mí , si si, como si el director y estos supuestos actores consagrados estuvieran partiéndose el culo a mi costa vendiéndome un producto artificioso, totalmente banal, hecho indudablemente para un publico adolescente.

Yo indudablemente no esperaba eso, una lastima, pero el cabreo no me lo quita nadie.