El gran club desmadre es una pequeña isla en la cual un grupo de "coordinadores?" dirige la organización de fiestas sin fin y juegos con dobles sentidos constantes que terminan aburriendo. Luego aparece la temida amenaza, que en realidad no sale de lo común ni sorprende a nadie: El maniático del machete que viene a matar a todo mundo.

Desde un tipo capaz de provocar grandes orgasmos con tan solo tocar con sus dedos un brazo, o la cara, hasta el chiste fácil, común y cansador, repetido hasta el hartazgo de jugar con el nombre de los personajes con doble sentido carente de humor (la clásica Penélope). Una chica que se hace llamar "You", o la mala forma de hablar de algunos actores quitan todavía más las ganas de prestar atención a la película, ya que de alguna forma el oído no está acostumbrado a pronunciaciones relevantemente malas.

Ni siquiera gente disfrazada de frutas gigantes y toda la promiscuidad del mundo sacan una carcajada al espectador. Amores por todas partes, enormes errores en el guión y malas actuaciones, hacen que uno se aburra en menos de lo que se cree. Las chicas en bikini constantemente impulsadas a la pantalla ofrecen el atractivo para el espectador masculino, pero luego de algunos minutos pasa a segundo plano.

Un coordinador, atado a la pata de una cama por una esposa, que trata de matar al enmascarado golpeándolo con pelotas de tenis resulta ser el complemento más "divertido" si se quiere de toda la película.

El final dista de ser una excepción. Incluso ver que las piernas de un tipo siguen a un bote en lugar de hacer reír dan ganas de llorar. En conclusión, no pierda su tiempo, y si la ve, trate de no tener objetos cortantes al alcance de su mano. Podría cometer una locura. Para el olvido.