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9
13 de abril de 2024
13 de abril de 2024
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Fiel a su estética y a su imaginería tan personal, Tim Burton nos ofrece el que quizá sea su cuento de fantasmas más gamberro y desenfadado. Enmarcada en esa atmósfera suya tan oscura como reconmocible, el director despliega toda la artillería pesada sin escatimar recursos en una vorágine de locura, comedia y desenfreno que hará las delicias del espectador y que a nadie dejará indiferente.
Con momentos míticos que ya entrarían a formar parte de la Historia del Cine (hilarante e insuperable el número musical durante la cena), el director da buena cuenta de lo cómodo que se encuentra en este terreno consiguiendo contagiar a todo el elenco actoral de las ganas de disfrutar, traspasando la pantalla e invitando al espectador a esta fiesta desenfadada y llena de luz y color donde, paradójicamente, el color negro (visual y humorísticamente hablando) siempre será el tono predominante.
Desde un Michael Keaton absolutamente irreverente y desquiciado, hasta el último de los figurantes de esta producción aúnan fuerzas para que todo el conjunto permanezca engrasado. La ambientación musical, la dirección artística, el acertado uso de maquetas y efectos en stop-motion... Todo suena afinado y, sin duda, se disfruta en el paladar como el más exquisito de los manjares.
Por supuesto que la película tiene sus limitaciones y, a veces, se resiente de esas carencias que permiten llegar a ver unas costuras no demasiados afinadas, pero no seré yo el que le ponga pegas a una película que, revisión tras revisión, me sigue alegrando el alma a ritmo de calipso.
Con momentos míticos que ya entrarían a formar parte de la Historia del Cine (hilarante e insuperable el número musical durante la cena), el director da buena cuenta de lo cómodo que se encuentra en este terreno consiguiendo contagiar a todo el elenco actoral de las ganas de disfrutar, traspasando la pantalla e invitando al espectador a esta fiesta desenfadada y llena de luz y color donde, paradójicamente, el color negro (visual y humorísticamente hablando) siempre será el tono predominante.
Desde un Michael Keaton absolutamente irreverente y desquiciado, hasta el último de los figurantes de esta producción aúnan fuerzas para que todo el conjunto permanezca engrasado. La ambientación musical, la dirección artística, el acertado uso de maquetas y efectos en stop-motion... Todo suena afinado y, sin duda, se disfruta en el paladar como el más exquisito de los manjares.
Por supuesto que la película tiene sus limitaciones y, a veces, se resiente de esas carencias que permiten llegar a ver unas costuras no demasiados afinadas, pero no seré yo el que le ponga pegas a una película que, revisión tras revisión, me sigue alegrando el alma a ritmo de calipso.

6.0
1,062
6
26 de abril de 2024
26 de abril de 2024
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Puede que esta nueva versión del gran clásico de Steven Spielberg quisiera apostar fuerte al presentarse como un musical y puede que haya estado muy cerca de que la apuesta no saliera del todo mal. Mucha fuerza, mucha garra y mucha energía es la que llegan a trasmitir cada uno de los numeros musicales que incluye la película, pero, aún así, el resultado final no terminar de ser del todo satisfactorio.
Es innegable el fantástico trabajo realizado cuidando al detalle cada coreografía, apoyado en una composición musical más que solvente y que consigue elevar el producto sin llegar a lastrarlo por un (quizá exceso) metraje. Desgraciadamente, ese esmero y cuidado que se intuye en los números musicales no queda tan patente en el resto de la película.
La narración flaquea en muchas ocasiones, donde la trama se nos ofrece de manera atropellada y los personajes, desgraciadamente, acaban por desdibujarse y apenas echan raices en una historia que parece no interesar tanto como lograr un buen juego de luces y cámaras en el siguiente número musical. El mensaje de empoderamiento y sororidad sigue palpitando en el corazón de la historia, personificado en cada una de esas mujeres fuertes y orgullosas que alzan sus cabezas y no se dejan pisotear, que hacen que se oigan sus voces y que luchan por esa vida digna y respetuosa que se merecen y la sociedad se empeña en negarles. Pero parece que, en este caso, el foco se ha centrado casi en exclusiva en lo meramente artístico, en detrimento de una reivindicación más contundente y, al final, la película acaba perdiendo frescura y profundidad argumental.
¿Estamos ante un buen musical? Podría decirse que si, bastante notable.
¿Estamos ante una buena película? Desgraciadamente, se quedaría en simplemente correcta.
Es innegable el fantástico trabajo realizado cuidando al detalle cada coreografía, apoyado en una composición musical más que solvente y que consigue elevar el producto sin llegar a lastrarlo por un (quizá exceso) metraje. Desgraciadamente, ese esmero y cuidado que se intuye en los números musicales no queda tan patente en el resto de la película.
La narración flaquea en muchas ocasiones, donde la trama se nos ofrece de manera atropellada y los personajes, desgraciadamente, acaban por desdibujarse y apenas echan raices en una historia que parece no interesar tanto como lograr un buen juego de luces y cámaras en el siguiente número musical. El mensaje de empoderamiento y sororidad sigue palpitando en el corazón de la historia, personificado en cada una de esas mujeres fuertes y orgullosas que alzan sus cabezas y no se dejan pisotear, que hacen que se oigan sus voces y que luchan por esa vida digna y respetuosa que se merecen y la sociedad se empeña en negarles. Pero parece que, en este caso, el foco se ha centrado casi en exclusiva en lo meramente artístico, en detrimento de una reivindicación más contundente y, al final, la película acaba perdiendo frescura y profundidad argumental.
¿Estamos ante un buen musical? Podría decirse que si, bastante notable.
¿Estamos ante una buena película? Desgraciadamente, se quedaría en simplemente correcta.
9
22 de abril de 2024
22 de abril de 2024
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Película documental que sigue los pasos de esta peculiar DJ de la Tercera Edad. Un retrato agridulce cargado de vitalismo, energía y buenas vibraciones que ofrece las luces y sombras de este personaje en su andadura como pinchadiscos en numerosos eventos.
Imposible no contagiarse de las inagotables ganas de vivir y disfrutar hasta el último aliento de esta carismática mujer que se niega a renunciar a sus sueños y que, plato de vinilos en ristre, se dispone a desplegar todo su talento en pos de visibilizar y reivindicar la vida más allá de los años de jubilación.
Pero en este relato de reinvención y superación personal también hay hueco para mostrarnos esos momentos no tan alegres que también forman parte de la vida e historia de nuestra protagonista. La difícil relación con sus hijos y la casi inexistente con sus nietos, la soledad que la embarga en muchas ocasiones tras haber perdido a su compañero de vida, la dificultad ante el intento de fraguar una relación más íntima con alguien o el deseo incluso de encontrar un nuevo amor o, simplemente, poder disfrutar de un cariño que ya parece imposible para ella en esta etapa de su vida son algunos de los temas que se van sucediendo durante la historia entre sesiones musicales, fiestas o eventos de lo más variopinto.
Una visión que nos lleva desde lo más intimista y cotidiano hasta ese vorágine de música, luz y color que la eleva al nivel de estrella mundial. Un documental muy necesario que pone el foco en ese rango generacional que tiende a difumniarse hasta parecer invisible y que nuestra sociedad tiende a arrinconar y silenciar. Un relato que, sin caer en la sensiblería ni buscar ese guiño lacrimógeno fácil, demuestra que nunca es tarde para seguir sacándole el jugo a la vida y que, como bien recalca Vika: no hay que esperar sentado soñando con el Cielo, hay que emplear todas tus fuerzas para traer el Cielo a tu vida.
Bravo, Vika, bravo.
Imposible no contagiarse de las inagotables ganas de vivir y disfrutar hasta el último aliento de esta carismática mujer que se niega a renunciar a sus sueños y que, plato de vinilos en ristre, se dispone a desplegar todo su talento en pos de visibilizar y reivindicar la vida más allá de los años de jubilación.
Pero en este relato de reinvención y superación personal también hay hueco para mostrarnos esos momentos no tan alegres que también forman parte de la vida e historia de nuestra protagonista. La difícil relación con sus hijos y la casi inexistente con sus nietos, la soledad que la embarga en muchas ocasiones tras haber perdido a su compañero de vida, la dificultad ante el intento de fraguar una relación más íntima con alguien o el deseo incluso de encontrar un nuevo amor o, simplemente, poder disfrutar de un cariño que ya parece imposible para ella en esta etapa de su vida son algunos de los temas que se van sucediendo durante la historia entre sesiones musicales, fiestas o eventos de lo más variopinto.
Una visión que nos lleva desde lo más intimista y cotidiano hasta ese vorágine de música, luz y color que la eleva al nivel de estrella mundial. Un documental muy necesario que pone el foco en ese rango generacional que tiende a difumniarse hasta parecer invisible y que nuestra sociedad tiende a arrinconar y silenciar. Un relato que, sin caer en la sensiblería ni buscar ese guiño lacrimógeno fácil, demuestra que nunca es tarde para seguir sacándole el jugo a la vida y que, como bien recalca Vika: no hay que esperar sentado soñando con el Cielo, hay que emplear todas tus fuerzas para traer el Cielo a tu vida.
Bravo, Vika, bravo.

8.1
49,921
10
20 de abril de 2024
20 de abril de 2024
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No podía estar más equivocada la señorita Selden (Debbie Reynolds) al afirmar esa frase en su primera intervención en esta maravilla fílmica, uno de los mejores musicales (si no el mejor) de toda la historia
del Hollywood dorado.
Estamos ante la perfección hecha musical, ya se encargó el señor Kelly de sacar el látigo (y lo que hiciera falta) para conseguirlo. Un maravilloso homenaje al cine dentro del cine, a esa época revolucionaria (para muchos) y traumática (para muchos otros) que fue la transición del cine mudo al sonoro. Con un trío protagonista en estado de gracia, una dirección artiística y musical que roza la genialidad y donde cada fotograma es oro puro. La más hermosa declaración de amor al séptimo arte y, en especial, al cine musical, elevando su excelencia al infinito.
Ni siquiera toda si historia negra en torno al infierno que supuso el rodaje ni la imagen de ogro sádico que se asoció a Gene Kelly es capaz de eclipsar la extraordinaria luz de esta película. Todo lo contrario, engrandece incluso más la leyenda de este gran clásico, haciéndola todavía más imprescindible e icónica si cabe.
Nadie debería pasar la oportunidad de disfrutarla, en muy contadas ocasiones se puede encontrar tantísimo ARTE en menos de dos horas de metraje. Y si, por casualidad, alguien compartiera la opinión del personaje de Debbie Reynolds y defenciera esa frase que da título a esta critica, háganse un gran favor: que esa única película que vayan a ver sea esta película. De nada.
del Hollywood dorado.
Estamos ante la perfección hecha musical, ya se encargó el señor Kelly de sacar el látigo (y lo que hiciera falta) para conseguirlo. Un maravilloso homenaje al cine dentro del cine, a esa época revolucionaria (para muchos) y traumática (para muchos otros) que fue la transición del cine mudo al sonoro. Con un trío protagonista en estado de gracia, una dirección artiística y musical que roza la genialidad y donde cada fotograma es oro puro. La más hermosa declaración de amor al séptimo arte y, en especial, al cine musical, elevando su excelencia al infinito.
Ni siquiera toda si historia negra en torno al infierno que supuso el rodaje ni la imagen de ogro sádico que se asoció a Gene Kelly es capaz de eclipsar la extraordinaria luz de esta película. Todo lo contrario, engrandece incluso más la leyenda de este gran clásico, haciéndola todavía más imprescindible e icónica si cabe.
Nadie debería pasar la oportunidad de disfrutarla, en muy contadas ocasiones se puede encontrar tantísimo ARTE en menos de dos horas de metraje. Y si, por casualidad, alguien compartiera la opinión del personaje de Debbie Reynolds y defenciera esa frase que da título a esta critica, háganse un gran favor: que esa única película que vayan a ver sea esta película. De nada.

5.4
2,327
7
16 de abril de 2024
16 de abril de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Diane Keaton se mueve como pez en el agua en esta comedia ochentera de transformación personal y redención de una mujer ambiciosa y entregada en cuerpo y alma a su trabajo que, por avatares del destino, se encuentra en una inesperada encrucijada vital, lo que le hace replantearse qué es lo verdaderamente importante en la vida.
Con una premisa, en principio, bastante manida y un desarrollo de la trama bastante simplista y sin grandes aspavientos, la actriz consigue mantener el tipo en todo momento, presentando con una pasmosa naturalidad la evolución de su personaje desde esa tigresa con un voraz apetito ante los negocios hacia esa cálida "madre por sorpresa" sin que el trayecto resulte abrupto o extremadamente forzado.
Con un fuerte sentimiento feminista y de empoderamiento ante las adversidades, el mensaje llega alto y claro: Lucha por lo que quieres, valora y potencia tus talentos y, sobretodo, hazte coleguita del guionista para que tu personaje se encuentre en el sitio adecuado en el momento oportuno.
Es cierto que en esta película todo sigue una cadencia bastante predecible y mil veces vista, nada sorprende y, desde el minuto uno, se adivina con facilidad hacia dónde se orientará la trama, pero aún así posee un encanto que traspasa la pantalla y es innegable el magnetismo que su protagonista aporta a ese dulce regusto que se acaba instalando en el paladar, dando de pleno en la diana y alcanzando su objetivo casi sin esfuerzo: hacer disfrutar al espectador.
Con una premisa, en principio, bastante manida y un desarrollo de la trama bastante simplista y sin grandes aspavientos, la actriz consigue mantener el tipo en todo momento, presentando con una pasmosa naturalidad la evolución de su personaje desde esa tigresa con un voraz apetito ante los negocios hacia esa cálida "madre por sorpresa" sin que el trayecto resulte abrupto o extremadamente forzado.
Con un fuerte sentimiento feminista y de empoderamiento ante las adversidades, el mensaje llega alto y claro: Lucha por lo que quieres, valora y potencia tus talentos y, sobretodo, hazte coleguita del guionista para que tu personaje se encuentre en el sitio adecuado en el momento oportuno.
Es cierto que en esta película todo sigue una cadencia bastante predecible y mil veces vista, nada sorprende y, desde el minuto uno, se adivina con facilidad hacia dónde se orientará la trama, pero aún así posee un encanto que traspasa la pantalla y es innegable el magnetismo que su protagonista aporta a ese dulce regusto que se acaba instalando en el paladar, dando de pleno en la diana y alcanzando su objetivo casi sin esfuerzo: hacer disfrutar al espectador.
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