La verdad es que el cine, que digo el cine, la vida... es algo maravilloso; siempre hay un roto para un descosido, una media naranja para un corazón solitario, o un grupo fieles aficionados -incluso legión- para todo tipo de películas. Vamos, que para gustos, colores.

Y así, donde algunos ven impactantes imágenes yo solo veo un tramposo artificio, donde ven ocurrentes diálogos yo solo veo un guion infantil, donde ven acción trepidante yo veo ruido, mucho ruido... y una insufrible música machacona que va y viene con poca sutilidad y mucho descaro. Esto es el Batman de Nolan: ¿oscuro?, ¿atormentado? Aburrido.

Incomprensible propósito de hacer partícipe al espectador de las vivencias de la profesión de actor por parte de unos jóvenes que, cargados de petulancia y nada interesante que contar, aburren al espectador cual ovejas. Otra cosa hubiera sido que, pongamos por caso, Nuria Espert, Fernán Gómez o cualquier otro veterano y genial profesional de la interpretación reflexionaran sobre su fascinante carrera teatral. Pero estos casi impúberes...

Bodrio infumable: ensalada de tiros con continuos saltos de eje (no se sabe quién dispara y quién cae fulminado, pero, por Dios, a quién le importa). El prota va recogiendo pistoleros, sin ton ni son, sin que nada ni nadie nos explique los motivos que los mueven a hacer lo que hacen (¿y qué coño hacen?). El malo, malísimo es ridículo a más no poder. Mi tía tiene un gato persa. Entre bostezo y bostezo, suenan disparos, caen caballos y jinetes como en una feria de pueblo y le comentas a tu acompañante que quizás mañana empeore un poco el tiempo: ponte una Rebequita o algo así, que luego te enfrías...
¿Era mejor la de 1960? Pues claro, coño.

Probablemente la mejor de las saga (son 5 insufribles películas) y esta es mala de c.... Imaginen el resto.

Bueno, la primera de 1971, tenía la cosa de la novedad del personaje y había que ubicarla en su contexto social de los USA de entonces (mucha violencia callejera), pero ha envejecido más que una Bultaco.

...así es como estuve buena parte durante la proyección de la película, riendo a mandíbula batiente, en una de las mejores películas españolas de los últimos años y, sin duda, una de las cumbres de nuestro (escaso) cine de animación.
Fesser hace su mejor trabajo hasta la fecha, con una factura impecable, un ritmo que nada tiene que envidiar al cine de animación "made in USA" (incluyendo Pixar), y un sentido del humor (dios, qué diálogos) que harán las delicias de los fans de los personajes de Ibáñez, especialmente de quienes hayan mamado sus tebeos en la infancia.
El comienzo de la película es extraordinario y, aunque por unos momentos puede parecer que dacae la historia por exceso de repetición, el dibujo de algunos personajes (el villano Jimmy, el bruto expresidiario, ...) mantiene siempre la atención del espectador.
Genial.