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Críticas ordenadas por utilidad
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5
15 de julio de 2022
15 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega a nuestras carteleras la tercera parte de una saga de la que creo que nadie esperaba ya nada, dieciséis años de la segunda parte y veinticuatro de la primera... sí amigo, veinticuatro. Eres viejo. En todos estos años el cine palomitero ha cambiado mucho (y menos mal), lo que antes era molón y con clase ahora es hortera, ridículo y posiblemente machista. Y eso es de lo que inteligentemente trata esta tercera parte, de cuando un joven atlético y carismático se va convirtiendo en un viejo pesado y chocho, y siento ser yo quien os fastidie la fiesta, pero nos acaba pasando a TODOS.
Will Smith y Martin Lawrence vuelven a sus personajes más icónicos (al menos en el caso de Lawrence) para un penúltimo rodeo. De más está decir que la química entre ellos dos es absoluta, desconozco cómo será su relación cuando no están rodando pero es justo decir que el colegueo y la tontería respiran por cada poro de su piel. Dos policías rebeldes siempre ha sido una buddy movie, una especie de Arma Letal algo más pasada de rosca y la verdad es que no se me ocurren dos actores que encajen mejor para estos personajes que los que ya tenemos aquí. Otra cosa sería hablar del nivel de sus diálogos, tal vez deba revisitar las películas anteriores para tener una ángulo de visión más completa, pero su relación me parecía mucho más divertida en pasadas entregas (dentro de unos parámetros). Un nivel un poquito más arriba del caca, culo, pedo, pis que al principio de la cinta te estás preguntando si en realidad todos son tontos pero que te acaba venciendo por la antigua estrategia de acribillarte hasta que algún chiste te entra y a partir de allí... pues la fiesta.
Si una cosa tenían las anteriores era tener tras las cámaras a un cocainomano como Michael Bay donde lo estilizado y elegante no estaba peleado con la acción más loca y lo inverosímil por bandera. La pena es que para esta tercera parte no se cuenta con su trabajo en la dirección (se limita a ser productor y algún que otro cameo) y se ha contratado a dos directores con una carrera hasta ahora bastante corta, Bilall Falah y Adril El Arbi copian las maneras y estilo de EL MAESTRO, como no podía ser de otra manera, pero amigo, se nota que no está su toque. Sí, espectaculares escenas de persecución, hilarantes diálogos en medio de un tiroteo, explosiones por todas partes (juraría que en esta película vi explotar a una mesa)... pero no son Michael Bay, les falta ese puntito de locura desencadenada que sí que estaban en las anteriores. Una pena.
Pero hablemos un poco de la película. Para esta tercera parte ya debemos ir con cuidado con el argumento, hay tramas que pueden empezar a repetirse y tranquilos porque es exactamente lo que ocurre aquí. La eterna amenaza de Markus con jubilarse (tal cual Danny Glover) y un Mike que solo se siente vivo con la adrenalina (tal cual Mel Gibson). Uno es un padre de familia estresado, el otro es un ligón soltero y con estilo. Y con esas continuamos aquí pero pasando una pátina de crisis de la mediana edad y que el físico ya no es el mismo que antaño. Y aunque machaquen con esta idea de manera constante y sin ocultarla lo más mínimo, y como decía antes, te acaba ganando por cantidad y por la química entre los protagonistas. ¿El resto? Pues por ahí va Joe Pantoliano como secundario cómico con un par de momentos hilarantes y un grupo de la generación Z ultra preparados pero que respetan las normas. Y a partir de aquí pues ensalada de tiros, explosiones por todas partes, cientos de civiles muertos como daños colaterales y muy poco papeleo. Vamos, más de lo mismo.
Will Smith y Martin Lawrence vuelven a sus personajes más icónicos (al menos en el caso de Lawrence) para un penúltimo rodeo. De más está decir que la química entre ellos dos es absoluta, desconozco cómo será su relación cuando no están rodando pero es justo decir que el colegueo y la tontería respiran por cada poro de su piel. Dos policías rebeldes siempre ha sido una buddy movie, una especie de Arma Letal algo más pasada de rosca y la verdad es que no se me ocurren dos actores que encajen mejor para estos personajes que los que ya tenemos aquí. Otra cosa sería hablar del nivel de sus diálogos, tal vez deba revisitar las películas anteriores para tener una ángulo de visión más completa, pero su relación me parecía mucho más divertida en pasadas entregas (dentro de unos parámetros). Un nivel un poquito más arriba del caca, culo, pedo, pis que al principio de la cinta te estás preguntando si en realidad todos son tontos pero que te acaba venciendo por la antigua estrategia de acribillarte hasta que algún chiste te entra y a partir de allí... pues la fiesta.
Si una cosa tenían las anteriores era tener tras las cámaras a un cocainomano como Michael Bay donde lo estilizado y elegante no estaba peleado con la acción más loca y lo inverosímil por bandera. La pena es que para esta tercera parte no se cuenta con su trabajo en la dirección (se limita a ser productor y algún que otro cameo) y se ha contratado a dos directores con una carrera hasta ahora bastante corta, Bilall Falah y Adril El Arbi copian las maneras y estilo de EL MAESTRO, como no podía ser de otra manera, pero amigo, se nota que no está su toque. Sí, espectaculares escenas de persecución, hilarantes diálogos en medio de un tiroteo, explosiones por todas partes (juraría que en esta película vi explotar a una mesa)... pero no son Michael Bay, les falta ese puntito de locura desencadenada que sí que estaban en las anteriores. Una pena.
Pero hablemos un poco de la película. Para esta tercera parte ya debemos ir con cuidado con el argumento, hay tramas que pueden empezar a repetirse y tranquilos porque es exactamente lo que ocurre aquí. La eterna amenaza de Markus con jubilarse (tal cual Danny Glover) y un Mike que solo se siente vivo con la adrenalina (tal cual Mel Gibson). Uno es un padre de familia estresado, el otro es un ligón soltero y con estilo. Y con esas continuamos aquí pero pasando una pátina de crisis de la mediana edad y que el físico ya no es el mismo que antaño. Y aunque machaquen con esta idea de manera constante y sin ocultarla lo más mínimo, y como decía antes, te acaba ganando por cantidad y por la química entre los protagonistas. ¿El resto? Pues por ahí va Joe Pantoliano como secundario cómico con un par de momentos hilarantes y un grupo de la generación Z ultra preparados pero que respetan las normas. Y a partir de aquí pues ensalada de tiros, explosiones por todas partes, cientos de civiles muertos como daños colaterales y muy poco papeleo. Vamos, más de lo mismo.

5.2
2,058
6
15 de julio de 2022
15 de julio de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
por si han visto algo que a mi se me haya pasado. Descubro que La Protegida no ha gustado demasiado y que la tachan de simple, previsible e incluso alguno la ha tildado de ser un auténtico horror. Pero vamos a ver ¿de verdad el crítico cinematográfico va a la sala y evalúa la película con el mismo sesgo y baremo sea lo que sea que verá?, ¿va a mesurar de la misma manera la última película de Paul Thomas Anderson y a la novena entrega de Fast & Furious?, ¿estamos tontos o que pasa?. El problema en este caso no es la película, me pareció divertida y con unos diálogos punzantes. NADIE entró a ver esto esperando encontrarse a una firme candidata a película del año ni un estudio de la mente humana en casos de estrés agudo. Vamos a ver un thriller de espías con mucho acción y algún giro de trama, y es que lo que hace lo hace bien. No vengo a decir que sea una maravilla pero en el poco más de hora y media que dura no aparté los ojos de la pantalla y recuerdo reírme a carcajadas tres o cuatro veces. Yo no sé qué cine contemporáneo ven las élites de la crítica pero ojalá me dieran dos películas como esta al mes. Luego se ponen a ver el último drama polaco en blanco y negro y aplauden con las orejas. Pues muy bien.
La protegida es un thriller de espías con toques de humor y escenas de acción bastante resultonas que no busca inventar la rueda, pero al menos se preocupa en crear a una protagonista mujer que yo me puedo creer. No estamos en un nuevo caso de Agentes 355 o Gunpowder Milkshake que por el mero hecho de tener a mujeres como protagonistas éstas son criaturas perfectas a las que no se les da mal nada y ejecutan a cientos de sicarios sin recibir herida alguna. En este caso tenemos a una asesina a sueldo con décadas de experiencia pero que aún así puede fallar, se le puede complicar la misión o incluso puede no cumplirla. Algo más cercano a la muy recomendable Atómica, que tiene una escena de acción incluso diría que demasiado parecida. El personaje de Maggie Q, que por cierto está esplendida, siempre tiene un as bajo la manga, un plan C de por si el plan B no sale como tiene que salir el plan A. Y no parece algo salido de la nada, porque tal vez ese plan C es una chusta, es un plan condenado al fracaso pero es que las opciones mejores ya no sirven para ese momento, y eso está bien.
Una película plagada de secundarios de lujo que hoy en día puedes contratar para tu Bar Mitzvah si pones la pasta encima de la mesa. Samuel L. Jackson que yo creo que en esta película ni siquiera actúa, él es así solo que leyendo un guion, decir que está con el piloto automático es darle mucho más crédito del que merece pero como es un tío con gracia y con un carisma que no le cabe en el pesho pues entonces no hay ningún problema. Diferente el caso de Michael Keaton, que con un personaje realmente interesante está múltiples veces a punto de arrebatarle a Maggie el crédito de protagonista. Sin duda lo mejor de la cinta son las escenas que ambos comparten con unos diálogos realmente afilados y ocurrentes. Ojalá yo hablara como ellos, pero fui a un colegio de curas. Y por último y sí menos importante es el de Robert Patrick, quien ya ha demostrado que es un actor mucho más grande que su inolvidable T-1000 (tienes que verlo en The Peacemaker). Y digo menos importante porque su tiempo en pantalla es mucho menor y menos intenso. De hecho, el mayor problema que tengo con la cinta es que su personaje no me cuadra de manera cronológica ni argumental.
Y resulta que tenemos como director a Martin Campbell, un cineasta con picos de calidad bastante altos algunas veces y en el inframundo en otros, algunos carismáticos como Goldeneye, La Máscara del Zorro y Casino Royale (no todos pueden decir que han dirigido a dos James Bond diferentes) pero que luego te hace cosas como Linterna Verde, La leyenda del Zorro (la secuela), o Límite Vertical, una película que ya nadie se acuerda de ella, de supervivencia y catástrofes que tanto se llevaba en los 90. En este trabajo suyo intenta pasar algo más desapercibido y ceder todo el protagonismo al reparto, que para eso has pagado su caché. La Protegida es una película que no te cambiará la vida, hay giros muy locos de guion y el argumento se va abriendo paso casi a puñetazos sin demasiado sentido, pero esa no es la historia que quieren contar, es la de una asesina en una misión de venganza que todo le sale mal pero que, de una manera u otra, consigue salirse con la suya. No tiene mucho más, pero como he dicho antes, lo que hace, lo hace bien.
La protegida es un thriller de espías con toques de humor y escenas de acción bastante resultonas que no busca inventar la rueda, pero al menos se preocupa en crear a una protagonista mujer que yo me puedo creer. No estamos en un nuevo caso de Agentes 355 o Gunpowder Milkshake que por el mero hecho de tener a mujeres como protagonistas éstas son criaturas perfectas a las que no se les da mal nada y ejecutan a cientos de sicarios sin recibir herida alguna. En este caso tenemos a una asesina a sueldo con décadas de experiencia pero que aún así puede fallar, se le puede complicar la misión o incluso puede no cumplirla. Algo más cercano a la muy recomendable Atómica, que tiene una escena de acción incluso diría que demasiado parecida. El personaje de Maggie Q, que por cierto está esplendida, siempre tiene un as bajo la manga, un plan C de por si el plan B no sale como tiene que salir el plan A. Y no parece algo salido de la nada, porque tal vez ese plan C es una chusta, es un plan condenado al fracaso pero es que las opciones mejores ya no sirven para ese momento, y eso está bien.
Una película plagada de secundarios de lujo que hoy en día puedes contratar para tu Bar Mitzvah si pones la pasta encima de la mesa. Samuel L. Jackson que yo creo que en esta película ni siquiera actúa, él es así solo que leyendo un guion, decir que está con el piloto automático es darle mucho más crédito del que merece pero como es un tío con gracia y con un carisma que no le cabe en el pesho pues entonces no hay ningún problema. Diferente el caso de Michael Keaton, que con un personaje realmente interesante está múltiples veces a punto de arrebatarle a Maggie el crédito de protagonista. Sin duda lo mejor de la cinta son las escenas que ambos comparten con unos diálogos realmente afilados y ocurrentes. Ojalá yo hablara como ellos, pero fui a un colegio de curas. Y por último y sí menos importante es el de Robert Patrick, quien ya ha demostrado que es un actor mucho más grande que su inolvidable T-1000 (tienes que verlo en The Peacemaker). Y digo menos importante porque su tiempo en pantalla es mucho menor y menos intenso. De hecho, el mayor problema que tengo con la cinta es que su personaje no me cuadra de manera cronológica ni argumental.
Y resulta que tenemos como director a Martin Campbell, un cineasta con picos de calidad bastante altos algunas veces y en el inframundo en otros, algunos carismáticos como Goldeneye, La Máscara del Zorro y Casino Royale (no todos pueden decir que han dirigido a dos James Bond diferentes) pero que luego te hace cosas como Linterna Verde, La leyenda del Zorro (la secuela), o Límite Vertical, una película que ya nadie se acuerda de ella, de supervivencia y catástrofes que tanto se llevaba en los 90. En este trabajo suyo intenta pasar algo más desapercibido y ceder todo el protagonismo al reparto, que para eso has pagado su caché. La Protegida es una película que no te cambiará la vida, hay giros muy locos de guion y el argumento se va abriendo paso casi a puñetazos sin demasiado sentido, pero esa no es la historia que quieren contar, es la de una asesina en una misión de venganza que todo le sale mal pero que, de una manera u otra, consigue salirse con la suya. No tiene mucho más, pero como he dicho antes, lo que hace, lo hace bien.

5.0
46
5
28 de mayo de 2025
28 de mayo de 2025
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¿Te gustan las comedias?¿Te emocionas cuando tras múltiples adversidades los personajes consiguen superar sus miedos y salir adelante? Entonces Hamburgo no es para ti. Estamos ante un thriller dramático oscuro, serio, pesimista, derrotista y que en definitiva, pone la lupa en lo más bajo de la sociedad. Nos enfocamos en el mundo de los prostíbulos, de proxenetas, de trata de blancas, violencia, deudas y miseria. ¡Y todo al lado de su casa señora! Hamburgo no es perfecta, pero si bastante interesante.
La historia nos cuenta la vida de Germán, un pobre diablo que intenta levantar cabeza tras un pasado lleno de alcohol, drogas, peleas y mala vida. Pero trabajando como ayudante de proxeneta no parece que la cosa vaya a ir mucho a mejor. También tenemos a Alina una joven prostituta rumana sin papeles que quiere escapar como sea de su vida miserable. Con estos ingredientes y un puñado de personajes secundarios bastante interesantes tenemos una historia sin un gramo de glamour. No es el tipo de cine más común que se produce en España, thrillers los tenemos a patadas pero más orientados en la investigación y similares, en cambio aquí se centra en el día a día de los más bajo de la sociedad y con los intentos de los chavales de salir de ese mundo.
La trama, que avanza con la velocidad de una hormigonera va pasando diferentes etapas a la vez que su protagonista se va hundiendo en la miseria. Y es en su carencia total de ritmo donde albergan la mayoría de sus males. No todo tiene que ser un videoclip efectista pero aquí nos encontramos con todo lo contrario, la película no pone ni segunda marcha en escenas que deberían ir a cuarta. Los intérpretes están perfectamente, de hecho me cuesta creer que Jaime Lorente es el mismo actor que interpreta al de Locomía, su trabajo en Hamburgo (a falta de ver alguna película suya) me parece su mejor interpretación hasta ahora. Pero este hecho no consigue elevar la película y que no pase de parecer un mero telefilm, tal vez se le podría haber inyectado a la historia de situaciones con algo más de brío más allá de alguien fumando sentado en un coche y mirando al horizonte. No hay nada malo en ello pero a la séptima vez que aparece pues ya te hacen fruncir el ceño. Además la trama va abriendo melones argumentales constantemente y rara vez los cierra.
Roger Casamajor también está a un gran nivel, lástima que se tuvo que dejar el sueldo en caramelos de miel y limón, el actor dota a su personaje de una voz cazallera que te llega a incomodar solo de pensar de lo mucho que el actor se está reventando la garganta. La historia de su personaje es el del perro viejo de los bajos fondos, un tipo peligroso con su propio código de conducta y aspiraciones algo extrañas. La dirección de Lino Escalera busca el realismo y la crudeza pero ocurre tan poco argumentalmente que no va más allá de ver a gente hablando en diferentes escenarios. Caso aparte de la trama del atraco al furgón donde se ven algunas ideas más. Si esa hubiera sido la trama principal en vez de un desencadenante habría sido una mejor película, porque al menos se tendría más claro lo que se quiere contar sin dar tantas vueltas.
La historia nos cuenta la vida de Germán, un pobre diablo que intenta levantar cabeza tras un pasado lleno de alcohol, drogas, peleas y mala vida. Pero trabajando como ayudante de proxeneta no parece que la cosa vaya a ir mucho a mejor. También tenemos a Alina una joven prostituta rumana sin papeles que quiere escapar como sea de su vida miserable. Con estos ingredientes y un puñado de personajes secundarios bastante interesantes tenemos una historia sin un gramo de glamour. No es el tipo de cine más común que se produce en España, thrillers los tenemos a patadas pero más orientados en la investigación y similares, en cambio aquí se centra en el día a día de los más bajo de la sociedad y con los intentos de los chavales de salir de ese mundo.
La trama, que avanza con la velocidad de una hormigonera va pasando diferentes etapas a la vez que su protagonista se va hundiendo en la miseria. Y es en su carencia total de ritmo donde albergan la mayoría de sus males. No todo tiene que ser un videoclip efectista pero aquí nos encontramos con todo lo contrario, la película no pone ni segunda marcha en escenas que deberían ir a cuarta. Los intérpretes están perfectamente, de hecho me cuesta creer que Jaime Lorente es el mismo actor que interpreta al de Locomía, su trabajo en Hamburgo (a falta de ver alguna película suya) me parece su mejor interpretación hasta ahora. Pero este hecho no consigue elevar la película y que no pase de parecer un mero telefilm, tal vez se le podría haber inyectado a la historia de situaciones con algo más de brío más allá de alguien fumando sentado en un coche y mirando al horizonte. No hay nada malo en ello pero a la séptima vez que aparece pues ya te hacen fruncir el ceño. Además la trama va abriendo melones argumentales constantemente y rara vez los cierra.
Roger Casamajor también está a un gran nivel, lástima que se tuvo que dejar el sueldo en caramelos de miel y limón, el actor dota a su personaje de una voz cazallera que te llega a incomodar solo de pensar de lo mucho que el actor se está reventando la garganta. La historia de su personaje es el del perro viejo de los bajos fondos, un tipo peligroso con su propio código de conducta y aspiraciones algo extrañas. La dirección de Lino Escalera busca el realismo y la crudeza pero ocurre tan poco argumentalmente que no va más allá de ver a gente hablando en diferentes escenarios. Caso aparte de la trama del atraco al furgón donde se ven algunas ideas más. Si esa hubiera sido la trama principal en vez de un desencadenante habría sido una mejor película, porque al menos se tendría más claro lo que se quiere contar sin dar tantas vueltas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Seguidores de los thrillers patrios. Aquí encontrarán algo un poco distinto a lo habitual pero correcto.
No recomendada por Kuato a: A los que esperen una película de acción apasionante.
Ego-Tour de luxe por: La escena del asalto comandado por una banda de politoxicómanos que no saben hacer la O con un canuto tiene su gracia.
Atmósfera turbínea por: La falta de ideas para darle final a las tramas sumado a las pocas ganas de hacer una película que incluya alguna emoción merman la calidad general del film.
No recomendada por Kuato a: A los que esperen una película de acción apasionante.
Ego-Tour de luxe por: La escena del asalto comandado por una banda de politoxicómanos que no saben hacer la O con un canuto tiene su gracia.
Atmósfera turbínea por: La falta de ideas para darle final a las tramas sumado a las pocas ganas de hacer una película que incluya alguna emoción merman la calidad general del film.

5.3
3,308
7
20 de febrero de 2025
20 de febrero de 2025
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces que necesitamos un tipo de cine concreto. Hay noches lluviosas que te apetece ver un sesudo y oscuro thriller de investigación, otras más fiesteras en los que una comedia descerebrada de Will Ferrell es perfecta o hay veces que ver a Toretto reventando coches es lo único que te salva de aplastar la cabeza de tu jefe bajo una tuneladora. El cine es infinito y aunque mejores y peores siempre hay una película que encaja perfecta para el momento que estés pasando. ¿Y cuál es el contexto correcto para poder disfrutar de una película como The Monkey? La absoluta necesidad de desahogarte con la miseria ajena. Me lo pasé como un gorrino en un lodazal viéndola.
Ya empieza a ser evidente que Osgood Perkins (Oz para los amigos) es un cineasta peculiar. Un tipo que sabe como contar una escena, que entiende cual es el mejor lugar para colocar la cámara y que es capaz de implementar imágenes surrealistas y que encajen como un guante. Ya empezó a destacar en Gretel y Hansel y se consagró con Longlegs, una de las películas más comentadas del año pasado. Entonces la situación se vuelve mucho más bizarra cuando se mezcla su estilo (oscuro, maduro, simétrico y con mucho trabajo en la composición de plano) con una película como The Monkey (tontísima, salvaje, pasada de rosca y totalmente loca), y por extraño que parezca, el cóctel no podría haber salido más jugoso.
Porque a la vista está que The Monkey es un chiste, una suerte de gamberrada que no busca más que el disfrute del espectador (un tipo de espectador en concreto). Nada de lo que hay aquí es ni remotamente plausible ni lógico. Una concatenación de muertes imposibles casi a modo de sketches buscando el “más difícil todavía”. Un festival de sangre y gore (que lo hay pero que tampoco es taaan extremo por lo irreal que es) que hará las delicias del espectador forjado en cine de terror ochentero y maratones de cine de serie B constantes. Si este no es su caso sería difícil recomendar ésta película pues no hay mucho más allá de diversión viendo pura y básica violencia sostenidas por una línea argumental que va de más a menos y parecería una simple excusa para desencadenar la furia del monete del infierno.
Estamos ante una adaptación bastante libre de un relato corto de Stephen King publicado en una antología allá por el año 80, aunque parezca mentira todavía quedan cosas por adaptar inéditas del escritor. Y a parte de todo esto no se pueden negar las claras influencias, la más escandalosa es Destino Final, que aunque el contexto sea distinto las similitudes son tremendas, como también de It por los recursos narrativos que utiliza. En cuanto al argumento cuenta la historia de dos gemelos que tienen que lidiar con la posesión de un juguete tan poderoso como enigmático a lo largo de su vida. El misterio que hay en torno a esta criatura y cómo llega hasta ahí queda prácticamente en suspenso potenciando la idea de que lo único que importa es el desarrollo y no el trasfondo. The Monkey no se toma a si misma en serio ni un sólo segundo de metraje y es algo a tener en cuenta a la hora de verla. Si va con eso en mente y no le parece mal disfrutará de esta cinta.
Curioso cambio de rumbo de Oz Perkins que descoloca hasta el más pintado. Como se comentaba antes, es un director con mucha atención en el campo visual, y eso queda perfecto en sus anteriores trabajos, serios, introspectivos... que daban pie a potentes imágenes complejas y hasta enfermizas. Y de repente se saca de la chistera una maravillosa chorrada como es The Monkey, pero sin olvidar (aunque sí suavizar) su estilo onírico y caleidoscópico. Y para la muestra más evidente es la escena del sueño del personaje de Hal aunque está regado por todas las partes del metraje. Parece ser que al igual que a su padre, tiene algo de Hitchcock en las venas. The Monkey es su proyecto, dirige, escribe el guion (su punto más débil) y se reserva un papel bastante divertido. Yo ya soy fan.
Aún con esa honestidad la película tiene algunas carencias. Aunque el argumento no sea demasiado importante no se puede negar cierta decadencia en su último cuarto, llega un punto en el que la película ya ha contado todo lo que quería y no sabe cómo terminar la historia por lo tanto lo hace de cualquier manera, y aunque ese desenfado quede en sintonía con el resto de la película sí que se queda un tantito a deber en términos argumentales. Además la trama padre e hijo es bastante endeble y no consigue conectar con el espectador. Hay que destacar a los dos actores protagonistas que interpretan a cuatro personajes diferentes, Theo James hace de los gemelos en su edad adulta y Christian Convery en su niñez, a este hay que tenerlo controlado en años venideros. De Theo James me siento en la obligación de recomendar su serie The Gentlemen, para saborear.
Ya empieza a ser evidente que Osgood Perkins (Oz para los amigos) es un cineasta peculiar. Un tipo que sabe como contar una escena, que entiende cual es el mejor lugar para colocar la cámara y que es capaz de implementar imágenes surrealistas y que encajen como un guante. Ya empezó a destacar en Gretel y Hansel y se consagró con Longlegs, una de las películas más comentadas del año pasado. Entonces la situación se vuelve mucho más bizarra cuando se mezcla su estilo (oscuro, maduro, simétrico y con mucho trabajo en la composición de plano) con una película como The Monkey (tontísima, salvaje, pasada de rosca y totalmente loca), y por extraño que parezca, el cóctel no podría haber salido más jugoso.
Porque a la vista está que The Monkey es un chiste, una suerte de gamberrada que no busca más que el disfrute del espectador (un tipo de espectador en concreto). Nada de lo que hay aquí es ni remotamente plausible ni lógico. Una concatenación de muertes imposibles casi a modo de sketches buscando el “más difícil todavía”. Un festival de sangre y gore (que lo hay pero que tampoco es taaan extremo por lo irreal que es) que hará las delicias del espectador forjado en cine de terror ochentero y maratones de cine de serie B constantes. Si este no es su caso sería difícil recomendar ésta película pues no hay mucho más allá de diversión viendo pura y básica violencia sostenidas por una línea argumental que va de más a menos y parecería una simple excusa para desencadenar la furia del monete del infierno.
Estamos ante una adaptación bastante libre de un relato corto de Stephen King publicado en una antología allá por el año 80, aunque parezca mentira todavía quedan cosas por adaptar inéditas del escritor. Y a parte de todo esto no se pueden negar las claras influencias, la más escandalosa es Destino Final, que aunque el contexto sea distinto las similitudes son tremendas, como también de It por los recursos narrativos que utiliza. En cuanto al argumento cuenta la historia de dos gemelos que tienen que lidiar con la posesión de un juguete tan poderoso como enigmático a lo largo de su vida. El misterio que hay en torno a esta criatura y cómo llega hasta ahí queda prácticamente en suspenso potenciando la idea de que lo único que importa es el desarrollo y no el trasfondo. The Monkey no se toma a si misma en serio ni un sólo segundo de metraje y es algo a tener en cuenta a la hora de verla. Si va con eso en mente y no le parece mal disfrutará de esta cinta.
Curioso cambio de rumbo de Oz Perkins que descoloca hasta el más pintado. Como se comentaba antes, es un director con mucha atención en el campo visual, y eso queda perfecto en sus anteriores trabajos, serios, introspectivos... que daban pie a potentes imágenes complejas y hasta enfermizas. Y de repente se saca de la chistera una maravillosa chorrada como es The Monkey, pero sin olvidar (aunque sí suavizar) su estilo onírico y caleidoscópico. Y para la muestra más evidente es la escena del sueño del personaje de Hal aunque está regado por todas las partes del metraje. Parece ser que al igual que a su padre, tiene algo de Hitchcock en las venas. The Monkey es su proyecto, dirige, escribe el guion (su punto más débil) y se reserva un papel bastante divertido. Yo ya soy fan.
Aún con esa honestidad la película tiene algunas carencias. Aunque el argumento no sea demasiado importante no se puede negar cierta decadencia en su último cuarto, llega un punto en el que la película ya ha contado todo lo que quería y no sabe cómo terminar la historia por lo tanto lo hace de cualquier manera, y aunque ese desenfado quede en sintonía con el resto de la película sí que se queda un tantito a deber en términos argumentales. Además la trama padre e hijo es bastante endeble y no consigue conectar con el espectador. Hay que destacar a los dos actores protagonistas que interpretan a cuatro personajes diferentes, Theo James hace de los gemelos en su edad adulta y Christian Convery en su niñez, a este hay que tenerlo controlado en años venideros. De Theo James me siento en la obligación de recomendar su serie The Gentlemen, para saborear.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Lo dicho anteriormente. Amantes de violencia descerebrada y profundamente festivalera (una pena no haberla visto en alguno)
No recomendada por Kuato a: Si piensa que ver pisar un charco en una película ya es demasiado violento ni se le ocurra acercarse a esto.
Ego-Tour de luxe por: En el tercer puesto: La primera muerte de la peli. En el segundo: La piscina. Y el primero: La del armario
Atmósfera turbínea por: Su flojo clímax final. La película es un constante “aún más grande” y se achaca mucho la debacle.
No recomendada por Kuato a: Si piensa que ver pisar un charco en una película ya es demasiado violento ni se le ocurra acercarse a esto.
Ego-Tour de luxe por: En el tercer puesto: La primera muerte de la peli. En el segundo: La piscina. Y el primero: La del armario
Atmósfera turbínea por: Su flojo clímax final. La película es un constante “aún más grande” y se achaca mucho la debacle.

6.5
3,098
7
24 de noviembre de 2024
24 de noviembre de 2024
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si tu vas por la calle, pensando en tus asuntos, silbando una alegre melodía... Y de repente te encuentras a una chica corriendo como alma que lleva el diablo, con la ropa rota, gritando y sollozando. Y a los pocos segundos aparece un maromo corriendo también y cargando felizmente un rifle y preguntando si han visto a una chica corriendo por aquí. ¿Tú qué pensarías?¿Cómo actuarías? 999 de cada 1000 veces queda claro quién necesita ayuda del binomio y algo hay que hacer. Pues de eso mismo trata Strange Darling, sobre lo que hacemos si nos encontramos con tamaño quilombo.
La película es un survival de manual, una chica aterrorizada va huyendo por todas partes mientras la persigue un falocéntrico opresor, esta peli la hemos visto por docenas. Eventualmente la final girl se irá armando de alguna manera y trazando un plan para que se giren las tornas y que el cazador se convierta en el cazado... pero en esta película se tomará un rumbo bastante más original. Por lo pronto la historia está fragmentada en seis capítulos (más un epílogo) que se nos contará de manera desordenada, esto más allá de ser una excusa para tener una característica diferenciadora tiene un peso real en la trama, pues el ir desentrañando una historia que a priori parecía simple es su punto fuerte y que además ayuda a dar énfasis a los múltiples giros de guion que se avecinan.
Por tanto es bastante complicado hablar de Strange Darling y no destripar nada del argumento y por ende, chafar la sorpresa que aguardan tras sus puertas. En efecto no todo es absolutamente verosímil y no aguanta demasiado si nos ponemos a pensar en lo que realmente está sucediendo, pero si dejamos un poco la lógica a un lado y nos sumergimos en lo que se nos propone encontraremos una película divertida y hasta inmersiva. En esto se apoya una estética setentera que inunda cada fotograma de la cinta, y ya no hablamos del diseño de producción y el vestuario sino también de un color saturado y un rollo fílmico quemado, elementos propios de esa década.
Una parte importante del éxito de la película es para J.T. Mollner, un tipo con tan sólo una película dirigida antes (y no demasiado reciente) pero que demuestra una creatividad más que interesante. Escribe también una historia violenta y sangrienta pero con un trasfondo bastante denso dándole importancia a personajes y situaciones que normalmente no la tienen en películas de este estilo. Otra parte de su éxito es por su protagonista Willa Fitzgerald, una actriz a la que prácticamente desconocía más allá de haberla visto en un par de series como secundaria y aquí se corona. Una interpretación de un personaje que está al límite pero astuta y resolutiva, es cierto que como decía antes, hay algunos momentos que son poco “lógicos” en el mundo real pero bueno, esto es cine. Strange Darling es una película divertida, violenta y carismática, realmente cuanto menos sepas de ella pues mejor pues tiene bastantes sorpresas que sería una pena que se te chafaran porque ha sido un poco demasiado curioso.
La película es un survival de manual, una chica aterrorizada va huyendo por todas partes mientras la persigue un falocéntrico opresor, esta peli la hemos visto por docenas. Eventualmente la final girl se irá armando de alguna manera y trazando un plan para que se giren las tornas y que el cazador se convierta en el cazado... pero en esta película se tomará un rumbo bastante más original. Por lo pronto la historia está fragmentada en seis capítulos (más un epílogo) que se nos contará de manera desordenada, esto más allá de ser una excusa para tener una característica diferenciadora tiene un peso real en la trama, pues el ir desentrañando una historia que a priori parecía simple es su punto fuerte y que además ayuda a dar énfasis a los múltiples giros de guion que se avecinan.
Por tanto es bastante complicado hablar de Strange Darling y no destripar nada del argumento y por ende, chafar la sorpresa que aguardan tras sus puertas. En efecto no todo es absolutamente verosímil y no aguanta demasiado si nos ponemos a pensar en lo que realmente está sucediendo, pero si dejamos un poco la lógica a un lado y nos sumergimos en lo que se nos propone encontraremos una película divertida y hasta inmersiva. En esto se apoya una estética setentera que inunda cada fotograma de la cinta, y ya no hablamos del diseño de producción y el vestuario sino también de un color saturado y un rollo fílmico quemado, elementos propios de esa década.
Una parte importante del éxito de la película es para J.T. Mollner, un tipo con tan sólo una película dirigida antes (y no demasiado reciente) pero que demuestra una creatividad más que interesante. Escribe también una historia violenta y sangrienta pero con un trasfondo bastante denso dándole importancia a personajes y situaciones que normalmente no la tienen en películas de este estilo. Otra parte de su éxito es por su protagonista Willa Fitzgerald, una actriz a la que prácticamente desconocía más allá de haberla visto en un par de series como secundaria y aquí se corona. Una interpretación de un personaje que está al límite pero astuta y resolutiva, es cierto que como decía antes, hay algunos momentos que son poco “lógicos” en el mundo real pero bueno, esto es cine. Strange Darling es una película divertida, violenta y carismática, realmente cuanto menos sepas de ella pues mejor pues tiene bastantes sorpresas que sería una pena que se te chafaran porque ha sido un poco demasiado curioso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Si te gustan los survivals vas a disfrutar mucho con esta.
No recomendada por Kuato a: El neofeminismo no quedará muy satisfecha.
Ego-Tour de luxe por: Hay varios giros de guion y todos bastante buenos, pero si me tengo que quedar con una es en el que la chica está sentada en el baño y se pone a mirar cosas.
Atmósfera turbínea por: No hay nada malo demasiado importante, tal vez el desarrollo de la trama se poco creíble pero al fin y al cabo hemos venido a jugar.
No recomendada por Kuato a: El neofeminismo no quedará muy satisfecha.
Ego-Tour de luxe por: Hay varios giros de guion y todos bastante buenos, pero si me tengo que quedar con una es en el que la chica está sentada en el baño y se pone a mirar cosas.
Atmósfera turbínea por: No hay nada malo demasiado importante, tal vez el desarrollo de la trama se poco creíble pero al fin y al cabo hemos venido a jugar.
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