Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Críticas de Áralan
<< 1 10 14 15 16 17 >>
Críticas 83
Críticas ordenadas por utilidad
7
30 de junio de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La magnífica serie Fringe, allá en su tercera temporada, creo recordar, se centra en los acontecimientos que se desarrollan en dos de los múltiples universos paralelos que existen y que se interconectan por una máquina debido a avatares de uno de los protagonistas. En esa serie, hay un pasillo donde se cruza de un universo a otro controlado por oficiales de ambos universos.
¿Os suena lo de los universos y un pasillo que los conecta?
Pues seguimos.
Uno de los universos, afectados por la conexión, desarrolla mucho más su tecnología que el otro para enlentecer la degradación.
¿Que un universo desarrolle más su tecnología que otro os suena?
En Fringe, a los del otro universo los llaman "counterparts".
¿Os suena esto también?
Entre los dos universos, aunque la trama es de ciencia ficción, se genera una escalada de ataques y espionaje para que un universo prevalezca sobre el otro aunque otros poderes quieran mantener el equilibrio.
¿Suena repetitivo decir "os suena"?

En resumen, Counterpart es una serie muy digna, entretenida, con muy buenas interpretaciones y una trama que está bien traída y que no es nada, nada, nada, nada original. Pero nada.
Vamos, que la idea original bien parece un spin-off de Fringe.

Pero no tendréis la sensación de perder el tiempo.

Espero que la disfrutéis.
Counterpart, no Fringe. Aunque también.
Áralan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
7 de enero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sé lo que estás pensando: actores adolescentes, fenómenos y poderes sobrenaturales (temas muy adolescentes) enfocada hacia el público adolescente.
Pues sí, tienes razón. Es así. Pero todo esto no es malo por definición. Salvando todas las distancias, ahí tenemos a Los Goonies o Gremlins y tampoco en su día, cuando tú eras adolescente, te parecieron tan malas. O sí.

Sea como sea, el actor principal no lo hace mal del todo aunque carezca de registros suficientes. Los secundarios no desentonan y, sobre todo, la historia está muy bien llevada a lo largo de los diez capítulos de 45 minutos de los que consta la serie en un tema que, como pasa de vez en cuando, se está repitiendo en la televisión: las experiencias cercanas a la muerte y lo que acontece después. Este tema está trabajado desde otra perspectiva en la también notable The OA. Los efectos digitales no cantan demasiado (no os esperéis un Star Wars o un Avatar, por supuesto) y las relaciones entre los personajes están bien trabajadas. Las motivaciones de cada uno de ellos, también.

De agradecer es el villano. No el de la chaqueta amarilla (que al principio parece un piltrafilla pero luego te va ganando). El otro. El malo-malo, que por fin no es histriónico y no pone rostros absurdos de demente absoluto. Es tranquilo, sosegado y tiene razones para hacer lo que hace con las que llegas a empatizar.

Así que si queréis ver la historia de un chico que despierta tras 12 años en coma sin las secuelas físicas o psicológicas que se le presuponen, donde todo el mundo está asombrado y, a partir de ahí, él intenta readaptarse al mundo entre sueños extraños, despertares en lugares pintorescos, un mensaje de "estás en peligro" de una chica que no conoce y que le lleva a querer saber qué ha pasado durante esos doce años en este mundo y "en el otro", creo que te va a tener bastante entretenido. Nada que pase a los anales de la historia de la televisión, pero es una serie más que correcta.

Me parece.

PD: parece que ha sido renovada para una segunda temporada.
Áralan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
15 de noviembre de 2022
19 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
La música clásica está idealizada en muchas mentes, salones, clubes y escenarios. Si algunos descubrieran que Vivaldi, por ejemplo, compuso parte de Las cuatro estaciones pensando en a qué sonaría un granjero borracho y los resbalones y culetazos que se daba, que diría Jaime Altozano, o a describir una escena de caza o una siesta, quizá muchas ínfulas con este género se irían por la borda.

Algo de eso pasa aquí, aunque precisamente lo más interesante de la película es la parte que puede ser considerada más melómana. El comienzo con el diálogo sobre la dirección de orquesta, así como el debate que se produce sobre si no se quiere tocar nada de un artista por sus escándalos, como en el caso de Bach, ponen sobre la palestra una temática actual que es la mar de interesante, así como los escasos ensayos a los que asistimos y las reflexiones sobre ellos. El guion aquí llega a sus máximos, así como la puesta en escena y la dirección.

Desgraciadamente, la película deriva, a partir de la primera media hora, hacia los coqueteos, los celos, las tragedias, los favoritismos y el escándalo esbozado en una de las conversaciones anteriores. Y aunque Cate Blanchet lo hace fenomenal, su sola actuación no es capaz de levantar la pesadez de la narrativa a lo largo de unos extendidísimos, exagerados e innecesarios 150 minutos de metraje cargados de clichés, simbolismos y situaciones secundarias que, ciertamente, no aportan mucho a la historia. Más bien, restan.

Cerca de la conclusión, Lydia escucha las palabras de un Bernstein joven que asegura que lejos del pentagrama, los tonos, las notas, la instrumentalización y demás, al final lo importante es que la música debe movernos, que algunos sentimientos como la alegría, el placer o la serenidad se pueden expresar con palabras, pero hay otros a donde las palabras no llegan... y es ahí donde la música entra.

Esta película, en mi caso, no ha llegado donde quizá querría haber llegado.

Tár se deja ver, pero tampoco pasa nada por no verla salvo que te pierdes una de las mejores interpretaciones de Cate Blanchet.

Si eso lo consideráis suficiente, a por ella.
Áralan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
23 de noviembre de 2022
13 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así, como leéis el título, es en lo que pensé en cuanto se produce el desbarre en el yate y ocurre todo lo que ocurre, aunque no tenga las sutilezas de aquellas dos obras. Aquí los discursos son más toscos, como el duelo a citas neoliberales y marxistas del magnate ruso y del capitán cuando van más pedo que Charlie Sheen en un día laboral y los dos se dan cuenta de la inversión de roles y de la mutua hipocresía.

Triangle of Sadness, parece ser, es a lo que en el modelaje llaman el ceño, que no tiene que estar muy fruncido para dar una apariencia que no es la real. Ya sabéis, la apariencia de ser sexy, guay, cool, aesthetic, que dicen los chavales ahora. Y ojo que la idea no es mala y las interpretaciones son buenas, así como la dirección y la puesta en escena. Pero el guion... ¡ay, el guion!

Como digo, no es que sea malo, es que no se anda con sutilezas, y a mí me gustan las sutilezas. Llamadme raro. No es sutil ni con la presunta igualdad y el feminismo de postín de la protagonista, ni con la política, ni con la inversión de castas, ni con la prostitución ni con casi nada. Intenta dar lecciones, pero son muy básicas porque, por ejemplo, a nadie se le ha ocurrido en la sala de guionistas que en esa situación impera la fuerza bruta y se podría haber amenazado a ya sabéis quién a que haga lo que tenía que hacer y, por tanto, toda la historia que querían contar se iría por la borda. Pero bueno, no dejemos que la realidad estropee un guion más entretenido basado solo en la idea tosca de que quién controla los medios de producción tiene el poder pero no en las sutilezas de cómo se consiguen controlar lo medios. La relación entre personajes hubiera sido completamente distinta y, quizá, más interesante.

Y, como viene siendo habitual en algunas películas últimamente, esto se podría haber contado con cuarenta minutos menos de metraje y varios lo hubiéramos agradecido enormemente.

No recomiendo no verla. Es agradable, simpática y algunos guiños cinematográficos están bien traídos, así como la crítica al capitalismo (que se podría hacer a Antiguo Régimen, al régimen de la URSS, al sistema esclavista griego o romano, al colectivismo...) y por un error que, en realidad, el ser humano viene repitiendo era tras era: luchar por el cambio para, al final, no cambiar, nada salvo de amos. Muy Orwell, Schopenhauer y demás pesimistas (o realistas, según les diera el día).

Un saludo y espero que os guste más que a mí.
Áralan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
29 de diciembre de 2023
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Años ha me leí la pentalogía de Stephen R. Lawhead "Pendragón", que nos cuenta en sentido más historicista la leyenda artúrica desde Taliesin, pasando por Merlín, Arturo, Pendragón y hasta terminar con Grial. Me pareció refrescante e igual de mágica que la ochentera "Excalibur" de Boorman, más sobrenatural esta.

A mí esta me ha gustado. Me gusta el reparto (todo él), sobre todo Arturo (quién la he visto en Agents of Shield y quién le ve ahora), la historia, cómo la cuenta, la ambientación, su crudeza, la banda sonora de Rob Lane, la fotografía, el montaje y las ubicaciones elegidas para el siglo en el que estamos. Es entretenida, te deja con ganas de más y hace muchos guiños a las leyendas artúricas, pero con un pie en la tierra. Bueno, con los dos. Bueno a cuerpo a tierra. Incluso cómo trata a Excalibur me ha parecido tierno y original. No es que sea una maravilla... pero me la vi casi del tirón. Y muy bien.

En definitiva, entretenida y veré la segunda temporada sin dudarlo.

Y, cómo no, en las redes ya se están fijando en lo de siempre: que hay mucho negro y estas cosas. Yo es que además de leerme el ciclo de Pendragón, me gusta la ciencia. Y resulta que todos en Europa desde hace miles de años éramos de piel oscura. Concretamente, en las islas británicas tenemos al hombre de Cheddar, de hace 10.000 años... y resulta que era negro de ojos azules. Ahí lo llevas. Nada menos. Además, los romanos (que no eran todos blancos), conquistaron Britania y llevaban esclavos de todos los colores allí y pudo haber mestizaje o no.

Pero esto nos pasa siempre, ¿no?. Si nos pusieran en las series y películas a un Jesús de Nazaret típìco judío (bajito, moreno, probablemente pelo corto) nos sentiríamos extrañados, tan acostumbrados a la pintura y escultura vista durante siglos. Y a la contra, no nos sentimos extrañados cuando colocan a un Jesús caucásico, lo que es un disparate.

Cito esto: "«Es solo una persona, pero también un ejemplo de la población de Europa en ese momento», dice Booth (científico del Museo de Historia Natural de Londres): «Tenían la piel oscura y la mayoría ojos de un color claro, azul o verde, y cabello castaño oscuro», describe. En este sentido, el de Cheddar demuestra que los rasgos genéticos que creemos que van habitualmente juntos, no tienen por qué hacerlo. Además, parece que los ojos claros entraron en Europa mucho antes de que lo hicieran la piel pálida o el cabello rubio, que no aparecieron hasta después de la llegada de la agricultura".

Pues eso, que cuando veáis esta serie... ver negros por allí puede que fuera hasta casi lo normal, aunque no con los rasgos tan africanos y afroasiáticos de la serie.

Que os guste.
Áralan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 14 15 16 17 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow