Tercera parte de la saga ¨Death Wish¨, o como se conoce en España, ¨Yo Soy la Justicia¨. Esta película va a más, aquí las cosas ya se salen de padre.

Tenemos a nuestro protagonista, que llega a un barrio que está siendo atormentado a lo bestia por una banda de criminales, pero a un nivel ya demasiado exagerado, haciendo el mal delante de las narices de todo el mundo, sin que nadie pueda mover un dedo, porque son muchos y muy peligrosos.

La película es bastante distinta a las 2 anteriores, aquí la cosa no va de nuestro prota yendo de vengador callejero a escondidas, aquí la lía parda casi desde el principio.

Una peli muy violenta, llena de acción hasta las trancas y que lleva muy dentro el ¨espíritu americano¨ del derecho a llevar armas y defenderse asesinando.

Empieza relativamente tranquila, pero la larguísima parte final es una locura, una auténtica batalla campal en todo el barrio.

Entretiene, pero es bastante absurda, y es que se pasan ya demasiado, se que hay barrios muy conflictivos en Estados Unidos, pero esta película es muy loca.

Tenía pendiente este clásico de los 80, que se que es bastante famoso, y cuando por fin le he dado la oportunidad, la verdad es que me he llevado un chasco.

A ver, la historia como tal no está nada mal, con todo el tema de las películas por medio, con el protagonista como auténtico frikazo del cine clásico. Aunque ni de lejos me considero de ese nivel, la verdad es que uno se siente ligeramente identificado con el personaje.

El problema es la forma de llevar la película, que no me ha parecido atractiva. Me lo habían vendido como un ¨slasher¨, donde el prota se viste de distintos personajes y va asesinando gente, y a ver, eso es verdad, pero no al estilo de un slasher como tal, y ojalá lo fuera, la película ganaría muchísimo así.

Esto más bien es un thriller sobre un chaval que está bastante mal de la cabeza (porque lleva una vida bastante normal, no veo que lo que le pasa a diario influya para volverlo loco), al que un día termina de írsele del todo y comienza a cargarse a quien le ha hecho algún mal (que la verdad, las cosas que le hacen son bastante inofensivas).

Una buena idea, pero mal llevada a cabo, se queda uno con ganas de más, muchísimo más.

Pues había leído cosas malísimas de esta secuela de la archiconocida ¨Deep Blue Sea¨, y como fan de las pelis de tiburones (he visto muchas, muchas, de todo tipo y nivel), no me ha parecido tan mala, ni de lejos.

Un multimillonario que está experimentando con tiburones superinteligentes antes de llevar su invento a los humanos, un grupo de científicos que han sido contratados para ayudarles, y la cosa se descontrola... una trama parecida a la de la primera parte, pero que funciona.

La película tiene buen presupuesto, crea tensión, y tiene buenas ideas como la de los bebés tiburones asesinos, una parte de la película es hasta algo claustrofóbica (aunque no entendí bien esa parte, osea, ses supone que se baja a la parte submarina por unas escaleras o algo... ¿qué pasa con esas escaleras cuando empieza el follón?, ¿dónde están?), es fin, típicas cosillas que mejor no tener en cuenta en pos de pasar un buen rato.

Unos cuantos muertos, algo de sangre y vísceras (ojalá más), y sin demasiadas heroicidades innecesarias, no se qué tiene de malo esta película, es normal y ya. Mala no es, comparada con muchísimas otras de tiburones.

Una película de animación coreana de los 90, que conozco desde aquellos años (recuerdo verla anunciada en mangas de Dragon Ball), pero que nunca me había dado por ver. Por fin me ha dado por ahí, esperando una película de acción bien currada, pero la verdad es que me he llevado una desilusión.

La pelí tiene la típica animación de los 90, muy característica y que no estaba nada mal, y un estilo de dibujo que copia claramente a Akira Toriyama (solo hay que ver la portada, si a primera vista el personaje parece un saiyayin, aunque luego no tenga nada que ver)...

La historia es muy fantástica y desprende imaginación, pero conforme avanza la película, primero te das cuenta de lo infantiloide que es, demasiado para este tipo de pelis, que suelen ir dirigidas a un público -al menos- más juvenil, y por otra parte, una película de pura acción como esta, la han hecho de tal forma que en vez de entretenida, acaba haciéndose tediosa, que ya es difícil teniendo tan buenos elementos.

No me ha parecido nada del otro mundo.

Netflix nos sorprende en esta ocasión con una trilogía de terror moderna bien hecha y con las ideas claras. Esta primera parte comienza como un slasher, para poco después descubrir que hay más, mucho más. Todo un pueblo maldito acosado por psicópatas poseídos.

La peli, pese al nivel de comercialidad que desprende, que no tiene por qué ser malo, me ha parecido correcta, con un buen presupuesto y buenas actuaciones, muy alejadas de los típicos slashers baratos a los que uno está acostumbrado, y tiene algo que me ha gustado por encima de todo: el hecho de que los protagonistas sean adolescentes de verdad, no personas de 30 años haciéndose pasar por 17, como nos tiene acostumbrados el cine de terror de siempre. Son jóvenes y actúan bien, da gusto verlos.

Otra cosa que me ha gustado bastante es la ambientación de los 90, excepto en el caso de los neones y tanta luz negra, que es más propio de ahora que de esa época, pero al menos la música y la forma de ser y pintas de la gente, da el pego.
La historia me ha gustado, y estoy deseando continuar la saga.