Imprescindible para entender el auge del nazismo en los años 30 y la eficacia de la propaganda. En una Alemania deprimida tras la derrota de 1918, agobiada por unas condiciones insensatas del Tratado de Versalles, no es extraño que un lema como "¡Alemania, despierta!" acabase siendo más eficaz que "arriba parias de la tierra" y que cualquier cosa que halagase el orgullo nacional atrajese más que los lemas y promesas del KPD.

Si todas las mujeres negras fuesen como nos las presenta la película: gordas, zafias, maleducadas, analfabetas... todos los tópicos racistas estarían justificados. Está película si que es un auéntico bodrio. Evidentemente cambié de canal tras pocos minutos: no merece la pena perder más tiempo ni viéndola ni opinando sobre ella.
Una auténtica mierda.

Desde las armas hasta los ropajes y, sobre todo, la manera de hablar y de comportarse. ¿Desde cuando ningún mercenario o soldado de los siglos IV o V se preocuparía de la libertad o de los derechos los pueblos conquistados? O los bárbaros que parecen universitarios con un poco de maquillaje. Por no hablar de la inclusión de un personaje femenino tan inverosimil como fuera de lugar y que únicamente se justifica por la imposición moderna de que hay que incluirlos vengan o no a cuento y tengan o no que ver con la historia.
En resumen, una completa pérdida de tiempo. Películas como "Los señores del acero" o "El último valle" sí muestran de verdad como era la vida y la guerra en épocas antiguas (la edad media y la guerra de los treinta años, respectivamente).

O sea, como la mayor parte de la películas de acción que se ruedan ahora: tantos disparos, carreras y explosiones ocultan cualquier sombra de argumento o de personajes. Si quieren ver la intriga de un golpe de estado, mejor opten por "Siete días de mayo" (1964) o la película homónima (sin ninguna relación) de 1978

Una película tremendamente realista, con rigor histórico y que huye del maniqueísmo fácil dónde los vencedores son buenos sin matices y los vencidos, malos o estúpidos, igualmente sin matices.
La recreación de los últimos días del régimen nazi en el refugio y la cancillería de Berlín está tan cuidada que incluso los actores presentan un increible parecido físico con los personajes reales. Hitler, Eva Braun, Goebbels, Speer, Jodl, Keitel... todos espléndidamente retratados.
Únicamente sobran los breves momentos al comienzo y al final que transcurren en la epoca presente. Para aquellos que la vean en DVD, mi sugerencia es que se los salten: en realidad, sólo importa la historia de aquellos días de 1945.