Entre 2005 y 2009 acontecieron unos terribles sucesos en una comunidad ultraconservadora en MANITOBA-PERÚ.

Fue la escritora MIRIAM TOEWS la que recreó el espantoso suceso en una novela basada en dicha situación.
Ahora la distinguida directora SARAH POLLEY se sitúa tras la cámara para relatar el oscuro hecho, con un guion adaptado de la susodicha novela.

Con un trasfondo teatral se nos narra la violencia que sufrieron las protagonistas y cómo reaccionaron ante ello. ELLAS HABLAN es un film de mujeres (directora, guionista y actrices) pero por ello no tiene que ver que esté destinado hacia ellas, todo lo contrario, resultando una enseñanza de vida para todo aquél que lo visione.

Con una oscura fotografía nos adentramos en el mundo de una colonia destrozada por los abusos sexuales, la violencia y en el que la extrema religión no deja reaccionar a las víctimas. Los diálogos y el debate que se abre no deja indiferente y permite al espectador participar en la trama identificándose con alguno de los personajes y viviendo en sus carnes cómo reaccionaría. Varias opciones son las que se manejan, aguantar, reaccionar con violencia o huir hacia un nuevo mundo al que hay que enfrentarse, pero siempre la estricta religión como hilo conductor.

Si estremecedora es la historia, mucho mérito para ello lo tienen el conjunto de actrices. Con una FRANCES McDORMAND con un papel con poco minutaje pero que en las pocas acciones que nos regala resulta aterradora, sus silencios ponen la piel de gallina, por cierto, FRANCES es una de las que producen el film. Con una ROONEY MARA con un papel soñador y dulce pero que a la vez expresa su dureza interior. Y muy destacable también el trabajo de la siempre interesante y con gran futuro JESSIE BLUCKEY. Las demás actrices consiguen rayar a la misma altura, digno trabajo el de todas ellas.

Como conclusión, indicar que ELLAS HABLAN es una película muy meritoria que ensalza la colectividad y el esfuerzo para combatir el mal y salir adelante, en el que los diálogos son espejos de cada una de las protagonistas con toques filosóficos en el que de trasfondo se encuentra la alegoría de la caverna de PLATÓN y cómo la religión frena la vida de muchas personas sin permitirles enfrentarse al horror y al mal de otros.

Después de más de 50 películas, SPIERBERG da un paso adelante para adentrarse en el complicado mundo de los musicales.
Para ello, retoma la excelente WEST SIDE STORY de 1961. Son pocos los cambios que hace de la original respecto a la historia, la diferencia reside en que explota toda su experiencia para retratarla con unos medios técnicos espectaculares. La fotografía, el diseño y el vestuario rozan la perfección, la ambientación perfecta, que junto a una historia que tristemente y después de 60 años sigue siendo el pan de cada día, forman un conjunto excepcional. La coreografía está mezclada con un conjunto de colores que son una experiencia para los sentidos y por las canciones de BERNSTEIN no han pasado los años. Indicar que mantiene los planos cenitales de su antecesora y que uno de los pequeños cambios que llaman la atención es que el baile de la preciosa y conocida AMERICA se realiza en la calle en lugar de en una azotea.

Respecto a la historia, me llama la atención que sea tan actual ahora como hace 60 años, dejando a un lado lo que es la manida situación ROMEO Y JULIETA, no deja de sorprenderme que el racismo latente sea el mismo, que los pobres sean utilizados por los de arriba para que se destruyan entre ellos y que como a lo largo de la historia, siempre salen perjudicados los mismos. Esto debería hacer reflexionar a cualquiera.

Retomando el trabajo del director y después de todo lo destacado, añadir que merece la pena y es un disfrute ver el todo que forman los colores, la coreografía, como es capaz de jugar con los reflejos y como hasta es vistoso para los sentidos cualquier trapo colgado, todos los movimientos de los protagonistas y junto al guion (muy parejo al antiguo) nos regala una historia en la que podemos disfrutar desde todos los puntos de vista.

Para seguir sumando, indicar que las actuaciones son meritorias pero muy superiores las femeninas, con la alegre reaparición de RITA MORENO (también productora del film), la antigua ANITA, en un novedoso papel (uno de los pocos cambios), con una debutante RACHEL ZEGLER (MARIA), que brilla en todo momento y es una dulzura para el espectador, y como gran triunfadora ARIANA BOSSE (ANITA) realizando un despliegue de facultades en cada secuencia, bailadas, cantadas o en un el más sencillo diálogo, extraordinario su trabajo. Mencionar que, en esta ocasión, todos los protagonistas cantan y bailan y no se da el caso que se dio en la original, en la cual, la protagonista NATALIE WOOD, no cantaba.

Pese a todo lo bueno, la recaudación en USA ha sido un fracaso, triste situación ante tan magnífico trabajo, quizá el grandísimo SPIELBERG no valoró que los gustos han cambiado y son muchos los musicales que están siendo un fiasco en los últimos años.

Excelente película de la América profunda rural de EEUU que nos cuenta una historia de venganza en un pequeño pueblo de MISSOURRI. La estética recuerda a films como la independiente WINTER’S BONE y en especial a la excelente FARGO.

La dirección y el guion corren a cargo de MARTIN McDONAGH, que construye una muy interesante trama, rodeada de tensión, con unos diálogos muy sugestivos y con unas puestas en escena tratadas de manera magistral, con situaciones impactantes dentro de una durísima y brutal historia.

El resumen de ésta no es otra que la venganza y como a causa del dolor y el odio, las personas llegan a situaciones inimaginables y como por ello, se comportan de maneras irracionales, creando más dolor y así sucesivamente como pescadilla que se muerde la cola. Dentro de semejante situación, también se puede vislumbrar una pequeña esperanza cuando la empatía aparece en los corazones para que surjan nuevos valores que puedan calmar el sufrimiento a través de la ayuda a los demás, pero tristemente, lo que envuelve todo es lo contrario. Llama la atención como dentro de la extrema dureza de la historia, el humor negro está continuamente en el ambiente, con situaciones y diálogos que consiguen sacarte de la oscuridad para no poder parar de sonreír. Sumar también los continuos ZASCAS que se dan a la retrograda sociedad y a nuestra triste condición humana.

Impecables actuaciones forman esta dura historia, como la de un joven LUCAS HEDGES (ROBBIE) que en el último año ha aparecido en films tan destacables como MANCHESTER JUNTO AL MAR (por la que fue nominado) o la independiente LADY BIRD, la de WOODY HARRELSON (WILLONGHBY) que siempre está a la altura y mejora con los años, con el “pequeño” PETER DINKLAGE (JAMES) muy conocido por Juego de Tronos, pero en especial, con 2 grandísimas actuaciones que merecen ser reconocidas. Una es la de SAM ROCKWELL (DIXON) con un papel durísimo que borda a la perfección y otra es FRANCES McDORMAND (Mildred) como la madre coraje de la película y alma de la historia, que con cada gesto , con cada sonido y con cada frase estremece y te llega alma.

AARON SORKIN aparca su reconocido mundo de las series para filmar su opera prima. Reconocido es su prestigio y muy destacado su trabajo en varias series estadounidenses, en especial siendo el creador de la estupenda y controvertida EL ALA OESTE DE LA CASA BLANCA.
En este caso, deja su sello inconfundible realizando un film que en mi opinión tiene un resultado bastante irregular. SORKIN parte de las memorias de MOLLY BLOOM para ser también el autor del guion.
La trama comienza con la protagonista MOLLY como narradora de su triste final en el mundo del esquí a causa de una espectacular caída, para a continuación, adentrarse en sus vivencias como organizadora de partidas de póker. El ritmo de comienzo resulta trepidante, manteniéndose durante gran parte del metraje, pero lo que podría parecer una virtud, pasa a ser un defecto, no perimiendo al espectador adentrarse realmente en la historia ni sintiendo empatía por lo visionado. Además muchas secuencias no serán comprendidas por los que nunca hayan jugado unas manitas de póker. Todo ello podría resumirse en que pese a la calidad y habilidad de lo filmando, con un buen ritmo y una curiosa historia, el resultado es un batiburrillo de esquí, póker y juicios que carece de alma, confundiendo en momentos la velocidad con un exceso verborreico.
Bien es cierto que cuando se acerca el momento del desenlace, el ritmo aminora y se agradece, dejando que aparezca ese sentimiento desaparecido durante gran parte del film.
Destacable es el trabajo de JESSICA CHANTAIR, actualmente una de las actrices punteras, con un trabajo brillante y resolutivo. A su lado el veterano COSTNER como su padre tiene la virtud de construir lo que puede ser la escena más brillante del film en los minutos finales. Buen trabajo también el de IDRIS ELBA como el abogado de la conflictiva e inteligente MOLLY

Cuando anunciaron la segunda parte de este icono de los 80, solo me vino a la mente una palabra, NOSTALGIA. Esos recuerdos de un cine distinto, sin gran calidad pero muy entretenido, que perdura en el tiempo. Personalmente, aquella predecesora no está ni por mucho dentro de mis favoritas ochenteras, pero lo que es indiscutible es que marcó a una determinada edad, la cazadora, las gafas, esas carpetas con fotos de CRUISE, subsistirán en el recuerdo de una determinada franja de edad. Si algo tengo claro es que los tiempos cambian y el efecto mencionado no se repetirá en esta ocasión, si no que esta segunda parte hará las delicias de aquellos que ya disfrutaron la primera, en vez de a jonvencitos, como ocurrió en su predecesora.


Es ahora KOSINSKI (con buenos films a sus espaldas) quien acepta el complicado reto de mostrarnos la evolución de la historia. Buen trabajo el suyo, mejorando en calidad a la anterior y con un buen trato del sonido, con un montaje ameno y con un guion que pese a su sencillez, consigue enlazar con la primera y homenajearla.


La historia no tiene mucha miga, elevada testosterona, muchos estereotipos y un sencillo y épico guion que trasmite al espectador lo deseado, siendo muy meritorias las escenas de acción y poniendo a los que la visionan pilotando los aviones.

Como no, el icono del film es TOM CRUISE y su pacto con el diablo (o con las operaciones) para no envejecer. A su lado, el joven MILES TELLER en un papel distinto a sus anteriores y agradables apariciones de los veteranos ED HARRIS y el “estropeado” KILMER. En el papel femenino, la bella JENNIFER CONNELLY, que personalmente creo que con los años ha ganado en elegancia pero ha perdido su mayor virtud, la frescura.

Para terminar, destacar una buena banda sonora con clásicos como GREAT BALLS OF FIRE (ya cantada en su antecesora), o con la exquisita WON’T GET FOOLED AGAIN de THE WHO y la incorporación del nuevo hit de LADY GAGA.