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Voto de alex:
9

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9
7.6
2,648
Drama. Romance
Drama de infidelidad entre dos adultos cuyas respectivas parejas no les prestan mucha atención. El arquitecto Larry Coe, casado y con dos hijos, se siente atraído por Margaret Gault desde el momento en que la ve en la parada del autobús escolar. El hijo de Margaret es compañero del hijo menor de Larry. Margaret admira a Larry desde que vio en una revista la casa por la que le dieron un premio. Y también se siente atraída por él. La ... [+]
10 de julio de 2009
10 de julio de 2009
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa, romántica, y majestuosa película, cuya contenida intensidad pasional es difícil de olvidar. Recuerdo que cuando la vi de pequeño por la tele, me impresionó, y ahora que la he vuelto a ver, me ha vuelto a cautivar.
La música es buenísima (de las que ya no se hacen) y la fotografía de Charles Lang, en formato panorámico, es así mismo muy buena y realista para la época. Parece que estés allí, en el apogeo del American Way of Life de 1960, con ese césped, y esas casas de madera, y esa lluvia, y ese sol, y esos coches que empezaban a ser bajos y largos, y todo el mundo con esos pantalones llenos de arrugas, y parece que casi puedas acariciar la majestuosa espalda de Kim Novak (es curioso, tanto esta película como Vértigo son dos de mis películas preferidas del Hollywood clásico). También tiene detalles simbólicos estupendos: la cazadora rojo pasión que lleva Kirk Douglas cuando corteja imperativamente a una magnética Kim Novak, toda dubitativa ella, porque aunque parece que no quiere, en el fondo quiere, pura libido reprimida sometida a los tormentos de conciencia impuestos por los rígidos tabúes burgueses de la clase media WASP de la época.
En cuanto a la intensidad que se percibe en la dirección de Quine, seguramente influyó el romance que por esa misma época tenía el director con Kim Novak (Hitchcock debía estar mordiéndose las uñas de envidia), la cual acabó dejándo plantado a Quine antes de que contrajeran matrimonio. Este sonado idilio motivó que en vez de un decorado, el estudio decidiera construir una casa real en la cual la pareja debía establecer su residencia al término del rodaje. Deprimido por el fracaso profesional y por la mala salud, Quine acabaría suicidándose de un disparo en 1989. Aunque seguramente le atormentaban también los lejanos ecos del rechazo de Novak y el fantasma de su primera esposa, fallecida de anorexia tras haber quedado severamente impedida a causa de un accidente de caza en el que estuvo implicado el propio Quine.
En Google Maps traté de encontrar la casa proyectada por el personaje que interpreta Douglas en la película (metáfora, en cierto modo, de la relación entre los protagonistas) y finalmente di con ella en Chantilly Road, cerca del Hotel Bel Air. En cuanto a la parada de autobús que aparece al principio, está en la esquina de Kenter Avenue con Homewood Road (muy cerca de 5th Helena Drive, donde murió Marilyn Monroe), y permanece casi igual, aunque sin la valla. Si algún día voy a Los Angeles, una visita a estos sitios no va a faltar.
La música es buenísima (de las que ya no se hacen) y la fotografía de Charles Lang, en formato panorámico, es así mismo muy buena y realista para la época. Parece que estés allí, en el apogeo del American Way of Life de 1960, con ese césped, y esas casas de madera, y esa lluvia, y ese sol, y esos coches que empezaban a ser bajos y largos, y todo el mundo con esos pantalones llenos de arrugas, y parece que casi puedas acariciar la majestuosa espalda de Kim Novak (es curioso, tanto esta película como Vértigo son dos de mis películas preferidas del Hollywood clásico). También tiene detalles simbólicos estupendos: la cazadora rojo pasión que lleva Kirk Douglas cuando corteja imperativamente a una magnética Kim Novak, toda dubitativa ella, porque aunque parece que no quiere, en el fondo quiere, pura libido reprimida sometida a los tormentos de conciencia impuestos por los rígidos tabúes burgueses de la clase media WASP de la época.
En cuanto a la intensidad que se percibe en la dirección de Quine, seguramente influyó el romance que por esa misma época tenía el director con Kim Novak (Hitchcock debía estar mordiéndose las uñas de envidia), la cual acabó dejándo plantado a Quine antes de que contrajeran matrimonio. Este sonado idilio motivó que en vez de un decorado, el estudio decidiera construir una casa real en la cual la pareja debía establecer su residencia al término del rodaje. Deprimido por el fracaso profesional y por la mala salud, Quine acabaría suicidándose de un disparo en 1989. Aunque seguramente le atormentaban también los lejanos ecos del rechazo de Novak y el fantasma de su primera esposa, fallecida de anorexia tras haber quedado severamente impedida a causa de un accidente de caza en el que estuvo implicado el propio Quine.
En Google Maps traté de encontrar la casa proyectada por el personaje que interpreta Douglas en la película (metáfora, en cierto modo, de la relación entre los protagonistas) y finalmente di con ella en Chantilly Road, cerca del Hotel Bel Air. En cuanto a la parada de autobús que aparece al principio, está en la esquina de Kenter Avenue con Homewood Road (muy cerca de 5th Helena Drive, donde murió Marilyn Monroe), y permanece casi igual, aunque sin la valla. Si algún día voy a Los Angeles, una visita a estos sitios no va a faltar.