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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
8
Drama Eric Lomax (Colin Firth) es un oficial del Ejército Británico fascinado desde su infancia por los ferrocarriles. Durante la Segunda Guerra Mundial fue capturado por los japoneses en la campaña de Singapur (1942) y enviado a un campo de trabajo en la línea férrea entre Birmania y Tailandia. Allí, consiguió sobrevivir a pesar de las terribles condiciones de vida y de las torturas que sufrió. Muchos años después, instalado en el norte de ... [+]
30 de diciembre de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al hilo de la reciente y mucho mas grande en dimensiones y ambiciones Unbroken, recuerdo esta película, The Railway Man (Un largo viaje en España), que serviría como complemento psicológico de aquella, al abarcar la traumática elipsis presente en la cinta de Angelina Jolie entre el final de la Segunda Guerra Mundial y el emotivo epílogo con su protagonista ya anciano. En The Railway Man se nos cuenta una historia sencilla pero extraordinaria: la de un hombre herido de por vida debido a los traumas de la tortura y la guerra, y de su expiación posterior rindiendo cuentas con su pasado.

Crítica y público dieron la espalda a esta interesante cinta, por su clasicismo formal y por un recuerdo demasiado presente de la historia de El puente sobre el río Kwai, pero pienso que The Railway Man, siguiendo un esquema de melodrama clásico, expone sus temas con elegancia y ahonda en los sentimientos sin buscar la lágrima fácil. El diseño de producción, siendo mucho mas humilde que el de Unbroken funciona incluso en las partes que ocurren en el pasado, y hay una fotografía y uso de la luz muy interesante desde el punto de vista dramático. Y por supuesto, sus actores son extraordinarios.

The Railway Man (soberbio, frágil y doloroso Colin Firth) conoce ya en su madurez a la que será su esposa (Nicole Kidman, contenida, hermosa, sutil). Y pronto será inevitable darle la espalda a las horribles pesadillas, miedos y traumas que arrastra desde décadas; cuando tiempo atrás (con el rostro de un sorprendente y entregado Jeremy Irvine), colaboró en la continua construcción del puente que unía Birmania y Tailandia sobre el río Kwai, bajo la constante tortura del ejército japonés. Y gracias al amor y al cuidado de su esposa, este hombre encuentra la fuerza para volver a su pasado, al lugar de su mayor terror, y hacerle frente a su principal captor, siempre con un dilema moral sobre sus hombros: ¿venganza o perdón?

Esta sencilla historia sirve para contener un delicado y inteligente estudio psicológico del terror de la guerra y de los años que hacen falta para superarla. The Railway Man es también una hermosa historia de amor incondicional, y una sutil exposición sobre los límites morales de aquel conflicto terrible. Y sin caer en lo tópico o doctrinario, es una película capaz de devolver cierta ráfaga de fe en el ser humano, aun cuando este es capaz de destrozar el frágil y hermoso tesoro del que disponemos: nuestra dignidad.
jaly
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