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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Drama. Comedia Lester Burnham (Kevin Spacey), un cuarentón en crisis, cansado de su trabajo y de su mujer Carolyn (Annette Bening), despierta de su letargo cuando conoce a la atractiva amiga (Mena Suvari) de su hija (Thora Birch), a la que intentará impresionar a toda costa. (FILMAFFINITY)
14 de julio de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sam Mendes apareció en el panorama cinematográfico con esta soberbia y cruda cinta sobre la angustia vital de la clase media, no solo norteamericana, y como cada persona la canaliza de una manera. Haciendo gala de un cinismo más afilado que una espada, el genial realizador presenta a nuestro héroe, Lester, que vive una vida aparentemente tan bella como las rosas de su esposa, pero probablemente también igual de hermética, algo de lo que él se quiere liberar, quiere abrir los pétalos de su existencia para descubrir la belleza, aunque esta sea efímera, sea recuperando la relación con su esposa e hija, viviendo más allá de las cuatro paredes de su oficina, o volver a ser joven en el amor y la amistad.

Por preciosista que pueda sonar la historia, es esa sutil critica social y ese guión repleto de humor lo que lo hace un film en parte divertido, en parte doloroso, ya que al fin y al cabo lo que vemos en la pantalla es el ascenso vital de una persona capaz de enfrentarse a los convencionalismos de una vida en la que se supone se debe ser feliz, para llegar a alcanzar tanto que llega a chocar con el cielo, de forma tan dramática, que a pesar de los logros de su existencia, todos los espectadores nos sentimos conmocionados por su destino.

Spacey pone rostro, cuerpo, y alma a este complejo personaje haciendo que nunca nos podamos olvidar de su magnífica interpretación, algo que también ocurre con Bening, un ser neurótico, ambicioso, pero solitario y sensible al fin y al cabo, al que la actriz dota de una humanidad absoluta, haciendo sencillamente perfectas todas sus apariciones en la pantalla. Los jóvenes Birch (alguien tierno y solo a pesar de su desesperanzada actitud), Suvari (inocente e infantil dentro de su imagen de depredadora sexual), y Bentley (un joven enfermizo y observador, así como entregado y sincero) entran a este mundo con el miedo de saber que en el futuro probablemente no haya ni belleza ni felicidad.

Si bien puede decirse que el interesante personaje de Allison Janney no está demasiado desarrollado o que el giro final de guión en cuanto a Chris Cooper parece algo forzado, lo cierto es que American Beauty acierta en la impresionante fotografía del fallecido Conrad L. Hallen (el uso del color rojo se hace imprescindible), su espléndido guión de Alan Ball, y en la magnífica dirección de un nobel Sam Mendes (sabe ser original, realista, arriesgado, bello...), que sabe captar la muerta desesperación de sus personajes, y hacer ese feroz retrato de la estabilidad emocional y económica de la familia moderna, sin piedad y con carácter, a través de unos seres decepcionados y fascinados por la idea de la belleza, de lo que su vida debería ser y no es, de lo que ellos querrían haber sido...
jaly
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