Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Sinhué
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Sinhué
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Sinhué:
8
Voto de Sinhué:
8
7.1
1,246
Drama
Umberto es el propietario de una elegante sastrería, pero está perdiendo clientes debido a la competencia que le hace Leone, un sastre judío. La rivalidad profesional propicia toda clase de estrategias y trucos sucios. Sin embargo, sus hijos pequeños van juntos al colegio y sus hijos mayores son novios. Esta situación cambiará cuando, en 1938, el gobierno italiano aprueba las leyes raciales contra los judíos. (FILMAFFINITY)
12 de enero de 2016
12 de enero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una lección más de la historia que nos interesa a los de a pie: los que nos juntamos en el bar, la pescadería, el autobús, la tienda de la calle de abajo... Los hechos históricos, los tratados internacionales, las guerras que firman otros, acaban en los libros seguramente porque nosotros, los ciudadanos, les damos más importancia de la que tienen y acabamos aceptando decisiones equivocadas de políticos, financieros, militares o grandes empresarios por miedo o comodidad. No existen, solos, el blanco y el negro, hay también hermosas gamas de grises.
Competencia desleal, la última ficción, hasta el momento, del enorme Ettore Scola (Trevico, 1931), es una crónica de años difíciles en Italia, cuando la negra sombra del fascismo crecía abonada por la influencia del nacionalsocialismo alemán. Tiempos que nunca se fueron para siempre y en los que buscamos al enemigo en el vecino de al lado, en el inmigrante, en el colega.....Crisis sociales a las que buscamos salidas por el lado del individualismo en lugar de juntar fuerzas, mirar el horizonte y actuar en consecuencia.
Ettore Scola es grande porque hace grandes a sus personajes, extraídos de la cotidianeidad; porque es capaz de convertir en protagonistas a quienes no suelen serlo; porque es un portavoz de la supervivencia y de los valores que hacen que la vida merezca la pena: amistad, calor familiar, amores adolescentes, solidaridad, humor, comprensión... Y además tiene la justa sensibilidad para señalar los defectos que, sorbito a sorbito, nos llevan del dulce al amargo, convirtiendo la vida en un aperitivo embriagador que merece ser consumido con delectación. Porque la existencia, según Scola, no es algo que se traga, es algo que se bebe.
Competencia desleal, es una temblorosa mirada a días que fueron terribles pero que no transcurrían de la misma manera para quienes jugaban a las canicas, jugaban al amor o jugaban a vender paños; actividades mucho más enriquecedoras que aquellas que erupcionan tras la prohibición del juego.
Competencia desleal, la última ficción, hasta el momento, del enorme Ettore Scola (Trevico, 1931), es una crónica de años difíciles en Italia, cuando la negra sombra del fascismo crecía abonada por la influencia del nacionalsocialismo alemán. Tiempos que nunca se fueron para siempre y en los que buscamos al enemigo en el vecino de al lado, en el inmigrante, en el colega.....Crisis sociales a las que buscamos salidas por el lado del individualismo en lugar de juntar fuerzas, mirar el horizonte y actuar en consecuencia.
Ettore Scola es grande porque hace grandes a sus personajes, extraídos de la cotidianeidad; porque es capaz de convertir en protagonistas a quienes no suelen serlo; porque es un portavoz de la supervivencia y de los valores que hacen que la vida merezca la pena: amistad, calor familiar, amores adolescentes, solidaridad, humor, comprensión... Y además tiene la justa sensibilidad para señalar los defectos que, sorbito a sorbito, nos llevan del dulce al amargo, convirtiendo la vida en un aperitivo embriagador que merece ser consumido con delectación. Porque la existencia, según Scola, no es algo que se traga, es algo que se bebe.
Competencia desleal, es una temblorosa mirada a días que fueron terribles pero que no transcurrían de la misma manera para quienes jugaban a las canicas, jugaban al amor o jugaban a vender paños; actividades mucho más enriquecedoras que aquellas que erupcionan tras la prohibición del juego.