Resulta curioso que un servidor, siendo de esa gente que no gusta para nada las aventuras del amanerado Sparrow, haya ido a ver este film. En fin. Al cuerno los prejucios, ¿no?

Y en parte, he acertado. No hay tantos Fx como uno esperría (MUCHOS MENOS, la verdad), la puesta en escena de Verbinski a menudo es notablemente clásica (con unos planos compuestos para ser vistos en la gran pantalla) y Depp, pese a abundar en su yo actoral más manido, acierta al hacer que su personaje indio se porte como una suerte de Buster Keaton con la cara pintada. Por otra parte, el humor, ingenuo pero oxigenante, cuando lo hay, ayuda sobremanera al film.

Pero claro, hay pegas. El film dura dos horas y media, por lo que el segundo acto se empantana con vendettas y subtramas varias como si del piloto de una teleserie moderna se tratara, se opta por volver seria la historia durante un lago rato (cuando está claro que el salao y desprejuiciado enfoque de los últimos minutos -un enloquecido circos de tres pistas que debe no poco a los seriales- era lo adecuado). Añadir también que varias capas narrativas más (una narración en los años 30 y el aspecto relacionado con los nativos americanos) acaban por sobrecargar del todo lo que hubiera podido ser un film más sencillo, menos blockbusteriano (no es accidental que cierto aire a origen de superhéroe flote durante el metraje) y elefantiásico.

Una pena. Porque se podía haber sacado un entretenimiento muy decente de estos mimbres.Otra vez será.