Esta crítica la voy ha hacer desde un punto de vista diferente. Desde el punto de vista del espectador que entiende poco de como se hacen los efectos especiales o de que clases de planos puede registrar una cámara. Del espectador que paga los 10 euros que cuesta ir a ver una película en 3D al cine, y que los paga para pasar unas 3 horas agradables. Y efectivamente, merece la pena. Solo ver que las entradas de todas las sesiones del sabado estaban agotadas, dice mucho. Entras a la sala, empieza la película, y no es que disfrutes del espectáculo visual tan solo, sino de la historia. Maravillosa, fantástica. Sales del cine satisfecho, ilusionado, y deseando de que salga en DVD para poder verla las veces que haga falta.
Pero lees y escuchas que es bastante predecible el hilo de la historia, que el guión no está del todo trabajado. Para mí, meter en una misma pelicula planetas hipotéticos, ecologia, alienígenas, amor, guerra y espíritu tiene mucha más dificultad que un guión que al final de la película dé un giro de 180 grados y te deje sorprendido.
Desde luego, nada me va a quitar el buen sabor de boca que me ha dejado Avatar.