Los aficionados al baloncesto sufrimos un gran pesar cuando este monstruo de las canastas decidió dejar el mundo de los triples y los mates por un bate y una gorra. Por eso, cuando volvió a sus míticos Bulls tras tres años haciendo el ridículo en las canchas de beisbol; descorchamos nuestro mejor champagne para celebrarlo. Esta película, supone, además de un producto muy original para el goce de toda la familia, un perfecto homenaje al 23 de los Bulls.

El ideólogo de la criatura, tal vez inspirado en "Quién ",se le ocurrió la idea de juntar a los Looney Toones con varias estrellas de la NBA; y así montar una película entretenida, original y con la que todos podríamos disfrutar. Así, mientras nos reimos con las ocurrencias de Bugs Bunny, Piolín, o el pato Lucas; nos deleitamos con Michael Jordan, Patrick Ewing, Mugsy Bogues, o el "gordo" Barckley; y disfrutamos con la vena cómica de Larry Bird, Bill Murray, o Wayne Knight. Para ello, enfrentó a los Looney Tunes junto a Michael Jordan contra unos monstuos con las habilidades de los mejores jugadores de la NBA, mientras que dejó a Bill Murray y Wayne Knight revoloteando alrededor.

Es cierto que la pelíucla está orientada al público infantil, pero eso no la convierte en mala película. El guión es bastatne ingenioso y los chistes están muy bien conseguidos. Además la historia es original, y en su interior esconde una maravillosa banda sonora.

En cuanto a los intérpretes, destacar a los jugadores de baloncesto que pese a no dedicarse a esto, cumplen bastante bien. Del resto elogiar la vean cómica de Bill Murray y Wayne Knight.