La verdad es que no se muy bien qué pensar.
Podría decir que es una peliculaza, pero a los 20 segundos podría rectificar diciendo que es una basura absoluta.
¡Pero esque me ha gustado! No puedo evitarlo, me lo he pasado teta piruleta viéndola, han empezado los anuncios y estaba deseando que terminaran para seguirla viendo (he topado con ella en la TV).
No me juzguéis, soy rara.

Encima el actor Gabriel Byrne me encanta cómo trabaja. Lo único que deja un poco que desear son los efectos especiales, pero bueno, yo les perdono porque tenía ocho años cuando estrenaron esta película y por aquél entonces no creo que hubiese mucho desarrollo del tema...

Entendámonos, no es de miedo. Para nada. Podréis vivir tranquilos. Eso sí, para que os guste medianamente no podéis ser muy excépticos, porque si ya llegáis pensando que la Iglesia tal, que los curas cuál y que Jesús era mi vecino el del 4º, pues olvidáos porque os va a resultar una patraña infumable.

Hay que ser neutral y centrarse en el film, no en el contexto en que se pueda ubicar ni en las connotaciones a las que pueda dar lugar cuando más tarde los proceséis en vuestro cerebro.

He dicho.