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España España · Cáceres
Voto de Tiggy:
6
Acción. Comedia. Terror La película continúa donde lo dejó Hatchet II. Un equipo de policías y paramédicos se dirige al pantano donde ocurrieron los hechos para averiguar lo sucedido. Por su parte, Marybeth y una periodista especializada en la leyenda de Victor Crowley tratarán de descubrir el modo de acabar con la maldición vudú que permite al fantasma de Crowley masacrar a la gente de Honey Island desde hace décadas. (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2020
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Buen cierre para la trilogía de Victor Crowley, la cual se nota que no ha sido dirigida por su habitual director, Adam Green que, auqnue está presente su estilo o, mejor dicho, una buena imitación de su estilo, BJ McDonnell, director de esta entrega, prefiere acercarse a un estilo más blockbuster con sus efectos especiales de tan buena factura, una fotografía menos artesana y un maquillaje muy bien elaborado, parámetros que aún teniendo tan buen presupuesto tras de sí, no pierde la esencia de serie B en ningún momento. La historia se centra en el regreso de nuestra protagonista (la cual muestra una evolución de personaje y cambio de registro muy plausibles a lo largo de la saga) al pantano por mediación de una reportera especializada en la familia Crowley para poner fin a la fantasmagórica maldición e intentar salvar al cuerpo de seguridad desplazado a la ciénaga para esclarecer los hechos una vez narrados por Marybeth (Danielle Harris). Las interpretaciones son más bien normales, exceptuando a los habituales Danielle Harris y Kane Hodder (Victor Crowley), y remarcando la extraordinaria aparición de Sid Haig, que en paz descanse, que, como hizo Adam Green en las anteriores entregas otorgándole papeles nimios a grandes figuras dentro del panorama del terror (Robert Englund en Hatchet y Tom Holland en Hatchet II), BJ McDonnell muestra como aparición estelar al recordado especialmente por sus colaboraciones con Rob Zombie: Sid Haig. También debo mencionar a Caroline Williams (Amanda Fowles) que ofrece una interpretación perfecta, concisa y natural. A nivel técnico está más que aceptable aunque, siendo algo pragmáticos, el guión (también escrito por Adam Green) me resulta bastante desperdiciado en el sentido de usar una cantidas extenuante de personajes inoperantes haciendo que el espectador no muestre interés por ninguno al ser tan corta tanto su presentación como nula su construcción psicológica haciendo, prácticamente y pese a su aparente peso argumental, un obstáculo para el ahínco en los personajes principales. Por otra parte, me ha gustado la bisección de la línea argumental para presentar dos realidades antónimas, el problema (la línea del equipo de seguridad y rescate) desarrollada en el nudo de la trama, y la esperanza (la línea de Marybeth) compuesta por el planteamiento y el desenlace, recurso no utilizado en las anteriores cintas. Con todo, es muy entretenido slasher, bastante elaborado y mimado, y un épico cierre de la saga para componerla de tres películas idénticas pero muy diferentes en las formas, sobretodo, de filmación.
Tiggy
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