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España España · Madrid
Voto de Melmoth:
9
Drama Harvey Milk, el primer político abiertamente homosexual elegido para ocupar un cargo público en Estados Unidos, fue asesinado un año después. A los cuarenta años, cansado de huir de sí mismo, Milk decide salir del armario e irse a vivir a California con Scott Smith. Una vez allí, abre un negocio que no tarda en convertirse en el punto de encuentro de los homosexuales del barrio. Milk se convierte en su portavoz y, para defender sus ... [+]
21 de enero de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría ser más explícito y podría, incluso, declararme acérrimo defensor de los derechos de cualquier minoría (zoofílicos, incluidos), entre otras cosas, porque todos, absolutamente todos somos seres humanos y como tales con derechos y garantías de esos derechos, sin excepción alguna. El resto, perdónenme que les diga, es puro discurso, pero gracias a esos discursos que a lo largo de la historia (y no sólo la reciente, como a veces les parece a cierta generación de ignorantes, cada vez más profusa, y, me temo, longeva) se han ido dando (la de esta película de Gus van Sant trata sobre las controversias en la década de los setenta del pasado siglo entre homosexuales y todos los demás -imaginen quiénes, son los de siempre-, pero podemos, sin irnos muy lejos, incluir las luchas del grupo de Boombory -Woolf, Beauvoir , Weill, entre otras, las Bostonianas- contra la moral y las normas sociopolíticas masculinas; los antiguos esclavos negros contra los blancos sureños y no tan sureños; las minorías étnicas procedentes de otros países contra la gran mayoría nativa, temerosa siempre de que sus vástagos se contagien de no sé qué enfermedad que tienen en la sangre los otros -la "otredad" que diría el gran Cortázar; los enfermos mentales -da igual el nombre que reciba su disfunción- contra la tiranía de los cuerdos y sanos; los trabajadores frente a los empresarios ávidos de de dineros fáciles y a costa del sudor ajeno... Todo es HISTORIA y todo está en ella. Harvey Milk es parte de esa historia -que solemos decir con minúsculas hasta que aparece una película tan bien contada como ésta que empuja estas líneas- y, mal que pese a muchos todavía, otros no lo entiendan o asuman o asimilen, y unos pocos lo consideren poco menos que un insulto por no ser vía natural de penetración [¡sabrán ellos!] el caso es que este film pone de manifiesto la valentía de unos pocos, sometidos al terror de unas leyes severas contra la sodomía, la perversíón y la contranatura -así dicen ellos- olvidándose por completo del nacimiento de las leyes fundamentales del HOMBRE. Bravo por este film y por los que vendrán.
Sean Penn... quién iba a decirle a este muchacho cabreado que iba a ser lo mejorcito en el arduo y poco comprendido arte de la interpretación.
Melmoth
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