La fantasía esta bien, pero hasta un punto, el amigo "L" pasa de tener un gran poder de deducción a ser un pitoniso de campeonato...Ni que decir tiene que el tipo SE CONSTRUYE un edificio para llevar a cabo la investigación, sí sí, un edificio de 32 plantas con 3 sótanos y 2 helipuertos... en pleno centro de una ciudad japonesa... es más creible que existan los puñeteros shinigami o como se escriban.
"L" parece ser que es un niño rico huérfano que no solo tiene tiempo para ser el mejor estudiante, llevar un caso indescifrable y, esta es buena, ser campeón de tenis junior de inglaterra, junto con dirigir orfanatos en los cuales parece ser que entrena a los niños para ser detectives los cuales discuten por ser su sucesor...un disparate impresionante.
Comienzan a darle protagonismo a nuevos personajes sacados por sorpresa y quitándole realmente peso a la clave de la serie como son Riuk y el resto de dioses de la muerte.
Como ya he dicho, acabas pidiendo la hora y deseando que acabe.
Los 15 primeros capítulos muy muy muy buenos, el resto por desgracia, lo estropea.