La he visto un día después de la segunda, y no tenía esperanza ninguna después del desastre de aquella.
Sorprendentemente, es algo mejor, no es la de Spielberg, ni siquiera como la original de esta saga, pero tiene un comienzo prometedor.
Lamentablemente, cuando se acaba el panfleto ecologista y empiezan los tiburones a hacer de las suyas, se convierte en el enésimo Sharknado.
A parte del mensaje ecológico, tiene todos los ticks de lo políticamente correcto, empoderamiento femenino y todas las etnias minoritarias del planeta. Hasta tiene un Dwayne Johnson de serie b.
Lo que no tiene son buenos actores. Desde luego, no esperéis ver a ninguno en las galas de los Óscar en los próximos años.