Al contrario que con otras, aquí las buenas expectativas sí se ven defraudadas. Una chica sin parientes ni dinero se casa con el hijo de una acaudalada familia y en su noche de bodas, el lugar de darle caña al catre, la tiene que pasar jugando a un juego particular y macabro.

Todo es muy guiñolesco, muy teatral, lo que para mí no es un buen síntoma, pero el el primer tercio al menos aciertan con el tono de suspense e intriga. Cuando la bufonada se desvela y el misterio deja de serlo la película entra en un bache del que ya no se recupera, entrando en terrenos mil veces trillados por otros slasher, incluidos algunos topicazos imperdonables. La muy alabada protagonista rápidamente me recuerda a la Leticia Dolera de "Rec 3", vestido de boda incluido, o a la protagonista de "Tú eres el siguiente", una película con bastante más gracia, por lo que también se ha exagerado este punto.

El esbozo de crítica social es tan superficial, en la onda de "Déjame salir" aunque sustituyendo racismo por clasismo, que casi pasa desapercibido. Como exponente de cine gore se queda en bastante discreto y como divertimento, o como comedia negra, aunque no aburre es tirando a flojo, con personajes y situaciones pobremente explotados, y no da la talla. Al final es un pequeño bluf en el que algunos estamos cayendo debido a críticas desmesuradamente positivas.