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Voto de Plácido Eldel Motocarro:
27,228
Terror. Intriga
Basada en la historia de Jack el Destripador y el cómic de Alan Moore. Amanece en Whitechapel, el barrio más sórdido de Londres, donde las drogas, la enfermedad y la miseria campan a sus anchas. Cinco prostitutas se ven amenazadas por un monstruoso asesino. El único que se ocupa de protegerlas es el Inspector Fred Abberline que, con la ayuda de su amigo el sargento Godley, trata de desentrañar una espeluznante conspiración. A medida que ... [+]
18 de septiembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una nueva mirada al enigma de Jack el destripador, apodo, del autor, aún anónimo, de los brutales crímenes perpetrados en el barrio londinense de Whitechapel durante el final de la penúltima década del siglo XIX en plena Era Victoriana. Y en esta visión se sigue la senda, y la teoría, ya planteadas en el cine por “Asesinato por decreto” (Bob Clark, 1979).
Un día, el inspector Fred Abberlinne (Johnny Depp) recibe por correo un paquete que contiene la porción de un órgano humano junto a una nota firmada cómo Jack el destripador, y encabezada: “Desde el infierno…” Abberlinne, que a menudo se pierde a causa de la trágica muerte de su esposa por los fumaderos de opio londinenses, lleva a cabo la investigación de los espantosos asesinatos, cometidos en uno de los barrios más deplorables de Londres, Whitechapel, sobre varias prostitutas, que parecen tener cierta relación entre sí. Nuestro policía, adicto al opio y al coctel de absenta y láudano, escudado por el cachazudo sargento Godley (Robbie Coltrane), se involucrará personalmente en una investigación que le conducirá hasta una trama que puede alcanzar a las más altas esferas. Y entre unas calles miserables, descubrirá la triste historia y la dura vida de cinco pobres mujeres. Y hacia una de ellas, la joven Mary Kelly (Heather Graham), sentirá el profundo deseo de protegerla. Pero sus pesquisas siempre tropiezan en los aledaños del poder, y entre cortinas de humo, visiones de algún excéntrico vidente (Ian Richardson) y los consejos de un eminente cirujano retirado (Ian Holm), comprenderá que jamás se hará justicia; pues sus indagaciones le llevan hasta unas conclusiones que serán inaceptables…
Oscura y a la vez brillante, agónica y a la vez deslumbrante, formidablemente ambientada y a la vez con cierta anacronía en las siempre peculiares caracterizaciones y amaneramientos de su protagonista. En definitiva contradictoria, como las distintas teorías que sobre los hechos en cuestión existen, contradictoria, como mis propias conclusiones sobre ella; por momentos me cautiva, por otros… me defrauda.
Un día, el inspector Fred Abberlinne (Johnny Depp) recibe por correo un paquete que contiene la porción de un órgano humano junto a una nota firmada cómo Jack el destripador, y encabezada: “Desde el infierno…” Abberlinne, que a menudo se pierde a causa de la trágica muerte de su esposa por los fumaderos de opio londinenses, lleva a cabo la investigación de los espantosos asesinatos, cometidos en uno de los barrios más deplorables de Londres, Whitechapel, sobre varias prostitutas, que parecen tener cierta relación entre sí. Nuestro policía, adicto al opio y al coctel de absenta y láudano, escudado por el cachazudo sargento Godley (Robbie Coltrane), se involucrará personalmente en una investigación que le conducirá hasta una trama que puede alcanzar a las más altas esferas. Y entre unas calles miserables, descubrirá la triste historia y la dura vida de cinco pobres mujeres. Y hacia una de ellas, la joven Mary Kelly (Heather Graham), sentirá el profundo deseo de protegerla. Pero sus pesquisas siempre tropiezan en los aledaños del poder, y entre cortinas de humo, visiones de algún excéntrico vidente (Ian Richardson) y los consejos de un eminente cirujano retirado (Ian Holm), comprenderá que jamás se hará justicia; pues sus indagaciones le llevan hasta unas conclusiones que serán inaceptables…
Oscura y a la vez brillante, agónica y a la vez deslumbrante, formidablemente ambientada y a la vez con cierta anacronía en las siempre peculiares caracterizaciones y amaneramientos de su protagonista. En definitiva contradictoria, como las distintas teorías que sobre los hechos en cuestión existen, contradictoria, como mis propias conclusiones sobre ella; por momentos me cautiva, por otros… me defrauda.
