Comedia para el lucimiento de ese gran cómico que fue José Luis Ozores, prematuramente desaparecido. La película no es gran cosa, con argumento basado en una novela de Alfonso Paso (que no era precisamente Miguel Mihura), un tanto simplón y con los inevitables tufo moralizante y final feliz propios de la época.

José Luis Ozores borda su papel, como siempre, medio cómico, medio dramático, con ese halo de entrañable fatalismo resignado que desprendía en todas sus interpretaciones. Los secundarios cumplen, con Antonio Ozores más contenido de lo habitual en su papel de timador, Elisa Montés (hermana de Emma Penella y Terele Pávez, por cierto) muy correcta y metida en el papel de esposa, Manolo Zarzo perfecto de amigo currante y Matilde Muñoz Sampedro quizá un pelo exagerada como suegra. También destacar a José Orjas, uno de los magnificos secundarios del cine español de esa época, nunca suficientemente valorados.

En fin, comedia agradable, que sin ser una maravilla merece la pena ver al menos una vez.